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Creciente malestar en parte de la Iglesia por las ideas hereticas del Papa Bergoglio

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Por el movimiento tradicionalista católica en defensa de la familia, hay una creciente oposición a las nuevas ideas del Papa Bergoglio, incluso acusado de no ser católico

(Getty Images / a Drew Angerer)

31 de octubre 2015 - 14:30
Las fuerzas ultraconservadoras no se destacan: el Papa vino del fin del mundo no le gusta, él nunca le gustó a decir la verdad, sólo que ahora el ruido de fondo, el descontento que se sentía como un ruido en la distancia, explotó . El Papa no es católica, acusar, es de hecho casi un hereje; enfoque como las posiciones clásicas de lefebrviani sedevantiste, la Sociedad de San Pío X, que, para muchos de ellos, un punto de referencia. El punto de inflexión fue el Sínodo sobre la familia, o más bien los dos sínodos: largo del ala conservadora ha crecido más intransigente el objetivo de frustrar el proyecto reformista del Papa que puso fuera de juego la doctrina concebida como ideología: ¿quién es en la regla que está dentro de todos los demás, nada pero la misericordia, nada más que el amor de Dios, pero de bienvenida: a puerta cerrada y no hablar más.
En esta línea asserragliava el 'fundamentalismo y áspero que tenía más de una rama de color púrpura en los sagrados recintos, aunque algunos cardenales fundamentalistas no usan el lenguaje agresivo y feroz de ciertos grupos y sitios web.Por otro lado uno de los Padres sinodales, Arzobispo Tomash Peta de Astana (Kazajstán), perteneciente a la corriente intransigente, fue todo el camino y le dijo sin rodeos - repitiendo unas famosas palabras de Pablo VI - el "humo de Satanás" entró en el Vaticano con el sínodo y "específicamente a través de una propuesta de admitir a la Santa Comunión que está divorciada y vive en una nueva unión civil; la afirmación de que la cohabitación es una unión que puede tener algún valor en sí mismo;apertura a la homosexualidad como algo dado a la normalidad ".
Durante mucho tiempo, el ala conservadora ha crecido más intransigente el objetivo de frustrar el proyecto reformista del Papa que puso fuera de juego la doctrina concebida como ideología Quién es regla es el interior a todos los demás, nada más que la misericordia, nada más que amor Dios, nada más que bienvenido: a puerta cerrada y no hablar más del
No es de extrañar entonces que tanto en la maleza de la red de grupos y asociaciones fundamentalistas, el Papa se convierte en una especie de anti-Cristo, el diablo se ha infiltrado en la parte superior de la Iglesia Católica; ambientes marginales de la que transpira, sin embargo, un ambiente pesado, una agresión peligrosa mal reprimidos.No debemos olvidar, sin embargo, que si el extremismo religioso católico enojado con Bergoglio, el primero en llamarlo "comunista" eran fanáticos dell'iperliberismo Estrellas económicos y rayas, los líderes del Tea Party, los republicanos falanges adherentes a fundamentalistas cristianismo evangélico en salsa, la del "cinturón de la Biblia" que se suelda a los ideólogos de Wall Street: el Papa se ocuparía de las almas, el capitalismo crisis financiera de estos años turbulentos, no podían ser tocados, y mucho menos tenía la tarea Obispo de Roma habla de los derechos sociales. Sin embargo, si una oposición coherente al Papa no toma forma y se ve de hecho más bien irregular y dividido, los grupos y las actitudes convergen pero en un mal estado de ánimo levantamiento contra Francis y su personal. Sólo que esta agitación ha tenido que tener en cuenta con el enorme consenso que acompañó al Papa argentino, desde Manila a Río de Janeiro, donde los pueblos católicos enteras, multitudes de "descartados", lo marginal, se encontraron una guía y una referencia en un mundo ajustado por el poder de una economía que no tenía - en los barrios pobres filippni y brasileños - un rostro humano.

Por otra parte, es la larga lista de cosas que hicieron los grupos tradicionalistas su salto: la crítica de las finanzas globales en San Francisco ecológica, desde el ataque a la corrupción en la Iglesia, a petición de los pastores "con el hedor de las ovejas" - que es capaz de soportar entre la gente - la excomunión de la Mafia en vivo y quizás especialmente a los muchos silencios interior de sacerdotes y obispos connivencia, la reforma de las finanzas vaticanas al debilitamiento de la corte papal. Y luego estaba la negación de cualquier criterio jerárquico en el nombramiento de cardenales: la elección no es recompensado diócesis más poderosos y carreras construidos para llegar al solideo rojo, pero los hombres de la Iglesia que viven en los lugares de un mundo real complejo: de Birmania a Tonga lejos de Motevideo Agrigento.
Si oposición coherente al Papa no toma forma y se ve de hecho más bien irregular y dividido, los grupos y las actitudes convergen pero de mal humor levantamiento contra Francisco y sus colaboradores
'encíclica sobre el medio ambiente también ha movilizado alrededor de los mundos Papa que sólo miraban con recelo a la Santa Sede, pero sobre todo que se acercó a la cumbre de la Iglesia en mucho tiempo una gran cantidad de organizaciones católicas de Brasil, África , Australia, que luchó con el Evangelio en batallas mano a menudo desesperadas para defender territorios saqueado y comunidades humanas desgarrado. Así es el mismo Francisco describiendo el modelo de la Iglesia tiene en mente como una pirámide invertida, donde el pueblo de Dios - según lo definido por el Concilio Vaticano II - es el protagonista y no el cardenal de la Curia con el código de derecho canon en sus manos.
Finalmente llegó el mayor tema, la familia, donde Bergoglio dio indicación, sin cambiar la doctrina, para abrir las puertas a todos: divorciado, cohabitación, las madres solteras, los homosexuales. No es una falta de reglas, pero un retorno a la base de la fe cristiana, el perdón y la aceptación. Y esto ha abierto una batalla cultural crucial en la Iglesia. El Sínodo ha convertido entonces el momento en el que los diversos opositores internos han tratado de unir fuerzas para hacer una pared contra el Papa, para bloquear el plan. Sin embargo, algunos cardenales como GerhardMuller, prefecto de la Doctrina de la Fe, y Angelo Scola, arzobispo de Milán, también en el disenso, no podían aprobar un proyecto de círculos internos "guerra civil" como la desatada por los extremistas, a otras voces más extremistas y tal vez terminaron perjudicando a los conservadores del ala menos impetuosos. Mientras tanto florecido direcciones por el profesor Roberto De Mattei, la Fundación Lepanto, o los de Antonio Socci, comentarista conservadora católica, evocando comparaciones históricas para hablar de herejía latente y el Papa al final no católica o casi.

Es el mismo Francisco describiendo el modelo de la Iglesia tiene en mente como una pirámide invertida, donde el pueblo de Dios - según lo definido por el Concilio Vaticano II - es el protagonista y no el cardenal de la Curia con el Código de Derecho Canónico en sus manos
Fuerzas más organizados, como el hall de entrada ultra tradicionalista "La Voz de la familia", atacó las posiciones "aperturiste" en el sínodo que se recibieron y publicaron un lugar destacado en la prensa del Superior de Lefebvre, el obispo Bernard Fellay, que por cierto del texto final el sínodo declaró: "Ciertamente podemos leer señuelos doctrina sobre el matrimonio y la familia católica, pero también se observanambigüedades y omisiones desagradables, y especialmente las brechas abiertas en la disciplina en el nombre del relativista ministerio de misericordia. La impresión general que se desprende de este texto es el de una confusión que se explota de una manera contraria a la enseñanza de la Iglesia constantemente ". En el canto éstos en movimiento también el grupo de "propiedad de la familia Tradición", fundada en América Latina a finales de los años cincuenta del siglo pasado por el de Plinio Correa de Oliveira, y luego se extendió en varias partes del mundo; el movimiento entró en conflicto con la conferencia por su fundamentalismo extremista a los obispos de Brasil. En la red de "La Voz de la Familia", también se une a "La familia de mañana", la organización italiana que se ha mantenido desde hace algunos años la marcha por la vida en la que se encuentran los sectores fundamentalistas del catolicismo italiano y que cumpla con la aprobación de los grupos políticos de la extrema derecha como "Forza Nuova". En las posiciones extremistas Curia fueron representados principalmente por un cardenal estadounidense, Raymond Leo Burke, un defensor de la misa preconciliar; y dentro de las mismas personalidades sinodales como el cardenal Carlo Caffara, ahora ex arzobispo de Bolonia, dio voz, junto con otros, la facción más intransigente. Luego hay un nivel más complejo de la discusión, la promovida por los sectores conservadores del catolicismo desde el extranjero, que no les gusta la doctrina social rechazada por el Papa y sus seguidores, considerados demasiado sensibles a las cuestiones de justicia social.

El vestíbulo ultra tradicionalista "La Voz de la familia" posiciones atacadas "aperturiste" en el sínodo que recibió y publicó un lugar destacado en la prensa del Superior de Lefebvre, el obispo Bernard Fellay, quien dijo: "Definitivamente, usted puede leer señuelos doctrinales sobre el matrimonio y la familia católica, pero también se observa ambigüedades desagradables y omisiones "
A partir de ahora, en fin, las cosas se ponen más áspera por el Papa, como lo demuestra la historia de la enfermedad grotesca falsa difundir las pocas horas de la celebración del sínodo. detrás de las escenas funcionamientos intuye que se basa en una sugerencia del caos, el desorden interno que aumentaría la acción reformadora de Bergoglio. Por otra parte no hay revolución que no entre en conflicto, y que el Papa lo sabe. Así que la próxima sínodo, podría tener el tema - que ha asumido el cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga, cerca del Pontífice - la descentralización de laIglesia, es decir, potenciar el papel de las conferencias episcopales nacionales, cada diócesis, los sínodos continentales. Una Iglesia puede discutir todo, por lo tanto, en la que el Papa sería el garante de la unidad; en un proyecto similar sin duda hay poco margen de los dictados de la curia vaticana.
Y entonces - que acaba de concluir Sínodo - han recibido dos nominaciones importantes de obispos en Italia, Bologna y Palermo, la llave de la ciudad a la iglesia cuyo liderazgo italianam Francis llamado dos pastores, nell'accezione bergogliana el término: Monseñor Mateo Zuppi, ya Obispo Auxiliar de Roma, y Corrado Lorefice, sacerdote y erudito. Por último, el Papa dio un golpe indirecto, pero bien establecido sus detractores hablando de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, el obispo asesinado por los grupos armados de extrema derecha en El Salvador en 1980 y se convirtió en un símbolo de la lucha contra la opresión del pobre evangélica. Su martirio, el Papa dijo, se continúa incluso después de su muerte: "Una vez muerta - sacerdote era joven y yo era un testigo - que fue vilipendiado, calumniado, desacreditado. Su martirio continuó incluso por sus hermanos en el sacerdocio y el episcopado. Yo no hablo de haber escuchado. He escuchado a estas cosas ". En resumen Bergoglio empieza a subir unas cuantas piedras de los zapatos y se prepara por su parte el Jubileo de la misericordia.

HACIA LA VERDADERA CRISTIANDAD: MONSEÑOR MARCEL LEFEBVRE Y LA SEDE PONTIFICIA

HACIA LA VERDADERA CRISTIANDAD: UNA PROPUESTA MÁS, Y VAN ...

Catecismo del Padre Jerónimo Ripalda del año 1616 para repasar y reforzar lo que aprendimos, contra la herejia modernista

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CATECISMO DE LA DOCTRINA CRISTIANA
Compuesto por el Padre Jerónimo Ripalda, S.J. (1616)
Edición de 1957

A.M.D.G.

PROLEGÓMENO
TODO FIEL CRISTIANO
ESTÁ MUY OBLIGADO
A TENER DEVOCIÓN,
DE TODO CORAZÓN
A LA SANTA CRUZ
DE JESUCRISTO, NUESTRA LUZ;

PUES EN ELLA QUISO MORIR
PARA REDIMIRNOS
DE NUESTRO PECADO
Y LIBRARNOS DEL ENEMIGO MALO.

Y, POR TANTO,
TE HAS DE ACOSTUMBRAR
A SIGNAR Y SANTIGUAR,
HACIENDO TRES CRUCES:

LA PRIMERA EN LA FRENTE,
PARA QUE NOS LIBRE DIOS
DE LOS MALOS PENSAMIENTOS.

LA SEGUNDA EN LA BOCA,
PARA QUE NOS LIBRE DIOS
DE MALAS PALABRAS.

LA TERCERA EN EL PECHO,
PARA QUE NOS LIBRE DIOS
DE LAS MALAS OBRAS Y DESEOS.

DICIENDO ASÍ:
POR LA SEÑAL
DE LA SANTA CRUZ.
DE NUESTROS ENEMIGOS
LÍBRANOS, SEÑOR.
DIOS NUESTRO,
EN EL NOMBRE DEL PADRE,
Y DEL HIJO,
Y DEL ESPÍRITU SANTO. AMÉN.

LAS OBLIGACIONES DEL CRISTIANO
LUEGO RECEMOS :
LO QUE DEBEMOS,
LO QUE LA IGLESIA
ROMANA NOS MUESTRA,
LO QUE MANDA SABER,
CREER Y HACER:

CREDO Y MANDAMIENTOS
ORACIONES Y SACRAMENTOS.

BIEN PRONUNCIADO,
CREÍDO Y OBRADO
DIGAMOS ASÍ:

LA SEÑAL DE LA SANTA CRUZ
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios Nuestro.
En el nombre del Padre y del Hijo y Del Espíritu Santo Amén
EL PADRE NUESTRO
Padre nuestro que estás en los cielos: santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo;
El pan nuestro de cada día danosle hoy, perdona nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestro deudores; y no nos dejes caer en la tentación mas líbranos del mal. - Amén
EL AVE MARÍA
Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
EL GLORIA PATRI
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre; y por los siglos de los siglos. Amén.
EL CREDO
Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del Cielo y de la tierra, y en Jesucristo su Único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo; nació de Santa María siempre Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos, está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso; desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la Comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne, y en la vida eterna. Amén.
LA SALVE
¡Dios te Salve, Reina y Madre de Misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra!. ¡Dios te salve, A Ti llamamos! los desterrados hijos de Eva, a ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos Misericordiosos. Y después de este destierro muéstranos Jesús, fruto bendito de tu vientre: ¡Oh clementísima! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce siempre virgen María! ¡ Ruega por nosotros Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar y gozar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
LOS MANDAMIENTOS DE LA LEY DE DIOS
EL PRIMERO, AMARÁS A TU DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS.
EL SEGUNDO, NO TOMARÁS EN FALSO EL NOMBRE DE DIOS.
EL TERCERO, SANTIFICARÁS LAS FIESTAS.
EL CUARTO, HONRARÁS A TU PADRE Y MADRE.
EL QUINTO, NO MATARÁS.
EL SEXTO, NO FORNICARÁS.
EL SÉPTIMO, NO HURTARÁS.
EL OCTAVO, NO LEVANTARÁS FALSO TESTIMONIO NI MENTIRÁS.
EL NOVENO, NO DESEARÁS LA MUJER DE TU PRÓJIMO.
EL DÉCIMO, NO CODICIARÁS LOS BIENES AJENOS.
Estos diez mandamientos se agrupan en dos:
El PRIMERO, AMARAS A TU DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS
EL SEGUNDO, AMARAS A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO
LOS MANDAMIENTOS DE LA SANTA MADRE IGLESIA:
El primero: OÍR MISA ENTERA LOS DOMINGOS Y FIESTAS DE GUARDAR.
El segundo, CONFESAR COMO MÍNIMO UNA VEZ DURANTE EL AÑO, O ANTES SI SE HA DE COMULGAR, O EN PELIGRO DE MUERTE.
El tercero, COMULGAR POR PASCUA DE RESURRECCIÓN.
El cuarto, AYUNAR CUANDO LO MANDA LA IGLESIA.
El quinto, AYUDAR A LA IGLESIA EN SUS NECESIDADES.
LOS SACRAMENTOS DE LA SANTA MADRE IGLESIA:
El primero, BAUTISMO
El segundo, CONFIRMACIÓN
El tercero, EUCARISTÍA
El cuarto, PENITENCIA
El quinto, EXTREMAUNCIÓN
El sexto, ORDEN SACERDOTAL
EL séptimo, MATRIMONIO
LOS ARTÍCULOS DE LA FE:
Los Artículos de la Fe son catorce:
Los siete primeros hacen referencia a la Divinidad, y los otros siete a la Santa Humanidad de Nuestro Señor Jesucristo, Dios y Hombre verdadero.
Pertenecen a la Divinidad son éstos:
El primero, creer en un solo Dios, Todopoderoso.
El segundo. creer que es Padre.
El tercero, creer que es Hijo.
El cuarto, creer que es Espíritu Santo.
El quinto, creer que es Creador.
El sexto, creer que es Salvador.
El séptimo, creer que es Glorificador.
Pertenecen a la Santa Humanidad son éstos:
El primero, creer que nuestro Señor Jesucristo, en cuanto hombre, fue concebido por obra del Espíritu Santo.
El segundo, creer que nació de María Virgen, siendo Ella virgen antes del parto, en el parto, y después del parto.
El tercero, creer que sufrió muerte y pasión para redimirnos de la muerte eterna.
El cuarto, creer que descendió a los infiernos y liberó a las almas de los justos que le esperaban.
El quinto, creer que resucitó al tercer día de entre los muertos.
El sexto, creer que subió a los cielos y está reinando a la derecha de Dios Padre.
El séptimo, creer que vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos. A los que murieron en gracia – por haber guardado los mandamientos – les dará el premio de la eterna vida; a los que murieron en el pecado: la pena eterna. 
LAS OBRAS DE MISERICORDIA:
Las obras de misericordia son catorce: Siete corporales, Siete Espirituales.
Obras de Misericordia Corporales:
La primera, VISITAR A LOS ENFERMOS.
La segunda, DAR DE COMER AL HAMBRIENTO.
La tercera, DAR DE BEBER EL SEDIENTO.
La cuarta, VESTIR AL DESNUDO.
La quinta, HOSPEDAR AL PEREGRINO.
La sexta, REDIMIR AL CAUTIVO.
La séptima, ENTERRAR A LOS MUERTOS.
Obras de Misericordia Espirituales:
La primera, ENSEÑAR AL QUE NO SABE.
La segunda, DAR BUEN CONSEJO AL QUE LO NECESITA.
La tercera, CORREGIR AL QUE VIVE EN EL ERROR.
La cuarta. PERDONAR LAS INJURIAS.
La quinta, CONSOLAR AL TRISTE.
La sexta. SUFRIR CON PACIENCIA LOS DEFECTOS DE NUESTROS PRÓJIMOS.
La séptima, ORAR A DIOS POR LOS VIVOS Y LOS DIFUNTOS.
LOS PECADOS CAPITALES
Los pecados capitales son siete:
El primero, SOBERBIA.
El segundo, AVARICIA.
El tercero, LUJURIA.
El cuarto, IRA.
El quinto, GULA.
E1 sexto, ENVIDIA.
El séptimo, PEREZA.
Contra estos siete vicios hay siete virtudes:
Contra SOBERBIA, HUMILDAD.
Contra AVARICIA, LARGUEZA.
Contra LUJURIA, CASTIDAD.
Contra IRA, PACIENCIA.
Contra GULA, TEMPLANZA.
Contra ENVIDIA, CARIDAD.
Contra PEREZA, DILIGENCIA.
LOS ENEMIGOS DEL ALMA:
Los enemigos del Alma son tres:
El primero, es el DEMONIO.
El segundo, es el MUNDO.
El tercero, es la CARNE.
LAS VIRTUDES QUE HEMOS DE TENER
Las tres teologales son:
La primera, FE.
La segunda, ESPERANZA.
La tercera, CARIDAD.
Las cardinales son:
La primera, PRUDENCIA.
La segunda, JUSTICIA.
La tercera, FORTALEZA.
La cuarta, TEMPLANZA.
LAS POTENCIAS DEL ALMA:
MEMORIA, ENTENDIMIENTO, Y VOLUNTAD.
LOS SENTIDOS CORPORALES:
VER, OÍR, OLER, GUSTAR Y TOCAR.
LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO:
Primero, DON DE SABIDURÍA.
Segundo, DON DE ENTENDIMIENTO.
Tercero, DON DE CONSEJO.
Cuarto, DON DE FORTALEZA
Quinto, DON DE CIENCIA.
Sexto, DON DE PIEDAD.
Séptimo, DON DE TEMOR DE DIOS
LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO SON DOCE:
CARIDAD, GOZO ESPIRITUAL, PAZ, PACIENCIA, BENIGNIDAD, BONDAD, LONGANIMIDAD, MANSEDUMBRE, FE, MODESTIA, CONTINENCIA Y CASTIDAD.
LAS BIENAVENTURANZAS:
BIENAVENTURADOS LOS POBRES DE ESPÍRITU, PORQUE DE ELLOS ES EL REINO DE LOS CIELOS.
BIENAVENTURADOS LOS MANSOS, PORQUE ELLOS POSEERÁN LA TIERRA.
BIENAVENTURADOS LOS QUE LLORAN, PORQUE ELLOS SERÁN CONSOLADOS.
BIENAVENTURADOS LO QUE HAN TENIDO HAMBRE Y SED DE JUSTICIA, PORQUE ELLOS SERÁN HARTOS.
BIENAVENTURADOS LOS MISERICORDIOSOS, PORQUE ELLOS ALCANZARÁN MISERICORDIA.
BIENAVENTURADOS LOS LIMPIOS DE CORAZÓN, PORQUE ELLOS VERÁN A DIOS.
BIENAVENTURADOS LOS PACÍFICOS, PORQUE ELLOS SERÁN LLAMADOS HIJOS DE DIOS.
BIENAVENTURADOS LOS QUE PADECEN PERSECUCIÓN POR LA JUSTICIA, PORQUE DE ELLOS ES EL REINO DE LOS DE LOS CIELOS
EL PECADO VENIAL SE PERDONA POR:
PARTICIPAR EN LA SANTA MISA CON DEVOCIÓN.
COMULGAR DIGNAMENTE.
OÍR LA PALABRA DE DIOS.
BENDICIÓN EPISCOPAL.
REZAR EL PADRE NUESTRO.
CONFESIÓN GENERAL.
AGUA BENDITA.
PAN BENDITO.
GOLPE DE PECHO.
HECHO TODO CON SINCERA DEVOCIÓN.
LOS NOVÍSIMOS O POSTRIMERÍAS:
MUERTE
JUICIO
INFIERNO
GLORIA
LA CONFESIÓN GENERAL
Yo pecador me confieso a Dios Todopoderoso, y a la bienaventurada siempre Virgen María al bienaventurado San Miguel Arcángel, al bienaventurado San Juan Bautista, a los Santos Apóstoles San Pedro y San Pablo, a todos los santos, y a vos, Padre que pequé gravemente con el pensamiento palabra, obra y omisión, por mi culpa, por mi culpa, por mi grandísima culpa. Por tanto ruego a la bienaventurada siempre Virgen María, al bienaventurado San Miguel Arcángel, al bienaventurado San Juan Bautista, a los santos apóstoles San Pedro y San Pablo y a todos los Santos y a vos, Padre, que roguéis por mí a Dios nuestro Señor. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre  y Redentor mío, por ser Vos quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido, propongo, firmemente, nunca mas pecar y apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Os ofrezco mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados: confiando me los perdonarás por tu misericordia infinita y por los merecimientos de vuestra preciosísima sangre, pasión y muerte, dándome la gracia para enmendarme y perseverar en vuestro santo servicio. Amén.
DEL NOMBRE Y SEÑAL DEL CRISTIANO
1P. Pregunta: Decidme vuestro nombre.
Respuesta: Pedro - Francisco - Mariano - Teresa - Gema - Carmen.
(Recomiéndese a cada uno que tenga devoción al SANTO de su nombre)
2 P. ¿Eres CRISTIANO?
R. Sí, por la GRACIA de Nuestro Señor Jesucristo.
3 P. ¿Qué quiere decir CRISTIANO?
R. Hombre de Cristo, cuya fe profesó en el BAUTISMO.
4 P. ¿Quién es CRISTO?
R. DIOS y Hombre verdadero.
5 P. ¿Cómo es DIOS?
R. Porque es Hijo natural de DIOS vivo.
6 P. ¿Cómo es Hombre?
R. Porque también es Hijo de la VIRGEN María.
7 P. ¿Qué quiere decir JESÚS?
R. SALVADOR.
8 P. ¿De qué nos SALVO?
R. De nuestros PECADOS y del cautiverio del Demonio.
9 P. ¿Por qué se llama CRISTO?
R. Por la unción y plenitud de gracia que tiene sobre todos.
10 P. ¿Es este Cristo el MESIAS verdadero?
R. Es el MESIAS prometido en la Ley y los Profetas.
11 P. ¿Cuáles fueron sus oficios más principales?
R. Los de SALVADOR y MAESTRO.
12 P. ¿Qué DOCTRINA enseñó?
R. La DOCTRINA CRISTIANA.
13 P. ¿Cuántas partes contiene la Doctrina Cristiana?
R. Cuatro principales.
14 P. ¿Cuáles son?
R. CREDO + MANDAMIENTOS + ORACIONES + SACRAMENTOS.
15 P. ¿Cuál es la Insignia o Señal del CRISTIANO?
R. La SANTA CRUZ.
16 P. ¿Por qué?
R. Porque es figura de CRISTO CRUCIFICADO, por quien fuimos redimidos en ELLA.
17 P. ¿Cómo hacemos uso de ELLA?
R. Signándonos y Santigüándonos.
18 P. Muestra cómo se hace.
R. Por la Señal de la SANTA CRUZ + de nuestros enemigos líbranos, ......
19 P. ¿Cuándo hemos de hacer uso de ELLA?
R. Al comienzo de una obra buena, al salir a la calle, entrar en la iglesia, o en peligro de pecar.
DE LAS OBLIGACIONES DEL CRISTIANO
20 P. ¿A qué está obligado el hombre primeramente?
R. A buscar el FIN ULTIMO para que fue creado.
21 P. ¿Para qué FIN fue creado?
R. Para SERVIR a DIOS y GOZARLE.
22 P. ¿Con qué obras servimos a ADIOS principalmente?
R. Con obras de FE +ESPERANZA + CARIDAD.
25 P. ¿Qué nos enseña la FE?
R. CREER en DIOS, como en VERDAD INFALIBLE.
24 P. ¿Qué es la ESPERANZA?
R. Con ELLA esperamos en EL, como PODER INFINITO.
25 P. ¿Qué es la CARIDAD?
R. AMAR a DIOS, sobre todo lo creado, como a BIEN SUMO.
26 P. ¿Cómo sabremos CREER BIEN?
R. Conociendo y Entendiendo BIEN el CREDO y los ARTÍCULOS de la FE.
27 P. ¿Cómo ESPERAR y pedir?
R. Entendiendo y Rezando BIEN el PADRE‑NUESTRO.
28 P. ¿Cómo obrar acertadamente?
R. Entendiendo y CUMPLIENDO los MANDAMIENTOS y Recibiendo adecuadamente los SACRAMENTOS.
29 P. ¿Estamos OBLIGADOS a CONOCER y ENTENDER todo esto?
R. SI, porque no podemos cumplirlo sin CONOCERLO y ENTENDERLO.
SOBRE EL CREDO
30 P. ¿Quién compuso el CREDO?
R. Los APÓSTOLES.
31 P. ¿Para qué?
R. Para INFORMARNOS en la FE.
32 P. ¿Para qué lo rezamos?
R. Para CONFESARLA y CONFIRMARNOS más en ELLA.
33 P. ¿Son CIERTAS las cosas de FE que nos enseña?
R. Tan CIERTAS como que son VERDADES reveladas por DIOS: que no puede ENGAÑARSE, ni ENGAÑARNOS.
34 P. ¿Cómo sabemos que han sido reveladas por DIOS?
R. Por nuestra Santa Madre la IGLESIA, que está regida y gobernada por el ESPIRITU SANTO.
35 P. ¿Y tan NECESARIO es CREERLAS?
R. Tanto, que sin FE en ELLAS NADIE puede ser justo, ni SALVARSE.
36 P. ¿Nos podemos SALVAR con SOLO la FE?
R. N0; es NECESARIA la CARIDAD y las Buenas Obras..
37 P. ¿El Credo y los Artículos, son una misma cosa?
R. SI, son una misma cosa.
38 P. ¿Y las CINCO que añade el Credo?
R. Sustancialmente están contenidas en los Artículos.
SOBRE LOS ARTICULOS
39 P. ¿Qué son Los Artículos de la FE?
R. Los Principales MISTERIOS de ELLA.
40 P. E1 primer Artículo es creer en DIOS: ¿Qué, o Quién es DIOS?
R. Un SER infinitamente Bueno + Sabio + Poderoso + Principio y Fin de TODAS las cosas.
41 P. DIOS: ¿es una Persona SOLA?
R. N0: sino TRES en todo iguales.
42 P. ¿Quienes son?
R. PADRE + HIJO + ESPIRITU SANTO.
43 P. ¿El PADRE es DIOS?
R. SI: es DIOS.
44 P. ¿El HIJO es DIOS?
R. SI: es DIOS.
45 P. ¿El ESPIRITU SANTO es DIOS?
R. SI: es DIOS.
46 P. ¿Son, pues, TRES DIOSES...?
R. N0: sino UNO en ESENCIA y TRINO en PERSONA.
47 P. ¿Tiene DIOS figura corporal como nosotros?
R. NO en cuanto DIOS, porque es ESPIRITU PURO.
48 P. ¿Cómo es DIOS Todo‑Poderoso?
R. Porque con sólo su poder hace cuanto quiere.
49 P. ¿Cómo es DIOS Creador?
R. Porque TODO lo hizo de la NADA.
50 P. ¿Cómo es DIOS SALVADOR?
R. Porque nos da la GRACIA y perdona los PECADOS.
51 P. ¿Qué le mueve a darnos la GRACIA?
R. La gran bondad suya y los merecimientos de Cristo.
52 P. ¿Qué es la GRACIA?
R. Un SER DIVINO que nos hace Hijos de DIOS y Herederos de su Gloria.
53 P. ¿Qué bienes adquirimos por esta GRACIA?.
R. El poder y desear hacer obras meritorias y satisfactorias ante DIOS.
54 P. ¿Por qué medios adquirimos y robustecemos la GRACIA en nosotros?
R. Con la ORACION + los SACRAMENTOS + y las VIRTUDES.
55 P. ¿Cómo es DIOS Glorificador?
R. Porque da la GRACIA a quien persevera en obtenerla.
56 P. ¿Quienes van al Purgatorio?
R. Los que habiendo muerto en GRACIA, han de ser purificados de la reliquia de sus pecados confesados.
SOBRE LOS ARTÍCULOS DE LA SANTA HUMANIDAD
57 P.   ¿Cuál de las TRES Divinas Personas se hizo Hombre?
R. El Hijo de DIOS Eterno.
58 P. ¿Cómo fue de nuevo concebido, siendo Eterno?
R. Tomando Cuerpo y Alma Racional, no por obra de varón, sino milagrosamente: por el ESPÍRITU SANTO.
59 P. Narra el Divino Misterio de la ENCARNACION:
R. VINO EL ARCÁNGEL SAN GABRIEL A ANUNCIAR A NUESTRA SEÑORA, LA VIRGEN MARIA, QUE EL VERBO DIVINO TOMARÍA CARNE EN SUS ENTRAÑAS, SIN DETRIMENTO DE SU VIRGINAL PUREZA; Y LUEGO EL ESPÍRITU SANTO FORMO, DE LA SANGRE PURÍSIMA DE LA VIRGEN, UN CUERPO DE NIÑO PERFECTÍSIMO; Y CREANDO UN ALMA NOBILÍSIMA, LA INFUNDIÓ EN AQUEL CUERPO, Y EN EL MISMO INSTANTE EL HIJO DE DIOS SE UNIÓ A AQUEL CUERPO Y ALMA RACIONAL, QUEDANDO, SIN DEJAR DE SER DIOS, HECHO HOMBRE VERDADERO.
60 P. ¿Cómo pudo NACER de Madre VIRGEN?
R. Sobrenatural y milagrosamente, como fue CONCEBIDO.
61 P. ¿De qué manera se realizó?
R. Saliendo de las entrañas de la VIRGEN: como el rayo de sol atraviesa el cristal, sin romperlo, ni mancharlo.
62 P. ¿Permaneció María VIRGEN después del Parto?
R. Su Madre permaneció VIRGEN PERPETUAMENTE.
63 P. ¿Cuántas NATURALEZAS hay en Cristo?
R. DOS: Divina y Humana.
64 P. ¿Cuántas Personas?
R. UNA: que es Divina.
65 P. ¿Cuántos ENTENDIMIENTOS?
R. DOS: Divino y Humano.
66 P. ¿Cuántas VOLUNTADES?
R. DOS: Divina y Humana.
67 P. ¿Cuántas MEMORIAS?
R. UNA: Humana, ya que en cuanto DIOS lo tiene todo presente.
68 P. ¿Para que se hizo Hombre el Hijo de DIOS?
R. Para morir por nosotros y darnos ejemplo de vida.
69 P. ¿Por qué quiso morir?
R. Para REDIMIRNOS del Pecado y librarnos de la MUERTE ETERNA.
70 P. ¿Cómo nos ganamos la MUERTE ETERNA?
R. Pecando Adán, nuestro primer Padre, en quien todos pecamos.
71 P. ¿Pudo valerse DIOS de otro medio, que no fuese la muerte de su Hijo?
R. SI; pero éste nos convino más que cualquier otro.
72 P. Siendo DIOS Inmortal, ¿cómo pudo morir?
R. Porque siendo DIOS es al mismo tiempo Hombre MORTAL.
73 P. ¿Por qué escogió MUERTE de Cruz?
R. Por cuanto que, siendo más ignominiosa y penosa, sería más meritoria y gloriosa.
74 P. ¿Qué entiendes cuando dices que BAJO a los Infiernos?
R. El lugar de los Justos, donde esperaban el advenimiento de Cristo Resucitado. También: el Infierno de los Condenados; el Limbo de los niños muertos sin Bautismo y el Purgatorio.
75 P. ¿A cuál de ellos bajó Jesucristo?
R. Al de los Justos.
76 P. ¿Cómo bajó?
R. Con el Alma unida a la Divinidad.
77 P. ¿Cómo quedó su cuerpo?
R. Unido con la misma Divinidad.
78 P. ¿Cómo resucitó?
R. Volviéndose a juntar su Cuerpo y Alma gloriosos.
79 P. ¿Cómo subió a los Cielos?
R. Inmortal: con su propia virtud.
80 P. ¿Cómo se entiende que está reinando a la derecha del Padre?
R. Porque tiene igual gloria y poder que el Padre, en cuanto que es DIOS; y en cuanto que es Hombre, en mayor grado que otro alguno.
81 P. ¿Cómo ha de ser la resurrección de la carne?
R. Volviéndose a juntar nuestros propios cuerpos con nuestras almas, pa­ra la vida inmortal y eterna.
82 P. ¿Qué entiendes cuando dices: creo en la COMUNION de los Santos?
R. Que unos fieles tienen parte en los bienes espirituales de los otros, como miembros de un mismo cuerpo.
83 P. ¿Qué entiendes cuando dices: creo en el PERDON de los Pecados?
R. Que la Iglesia tiene poder para perdonarlos, por muchos y enormes que sean.
84 P. ¿Cómo es DIOS remunerador?
R. Porque premia a los buenos y a los malos.
85 P. ¿A dónde van los buenos?
R. A la Gloria.
86 P. ¿Y los malos?
R. Al Infierno.
87 P. ¿Qué es la Gloria?
R. El conjunto de todos los bienes, sin mezcla de mal alguno.
88 P. ¿Cuáles son las dotes del cuerpo glorificado?
R. Impasibilidad + Claridad + Agilidad + Sutileza + Inmortalidad.
89 P. ¿Qué es el Infierno?
R. El conjunto de todos los males, sin mezcla de bien alguno.
90 P. ¿Qué penas padecen los CONDENADOS?
R. Pena de DAÑO y pena de SENTIDO.
91 P. ¿En qué consiste la pena de DAÑO?
R. En carecer de la vista de DIOS.
92 P. ¿Y la pena de SENTIDO?
R. En padecer para siempre tormentos indecibles y horrorosos.
93 P. Además del Credo y de los Artículos: ¿crees otras cosas?
R. SI: cuanto contiene la Sagrada Escritura y todo cuanto DIOS ha REVELADO a su Iglesia.
SOBRE EL PADRE NUESTRO
94 P. ¿QUIÉN COMPUSO LA ORACIÓN DEL PADRENUESTRO?
R. EL MISMO CRISTO, A PETICIÓN DE LOS APÓSTOLES.
95 P. ¿Para qué?
R. Para enseñarnos a ORAR.
96 P. ¿Qué es ORAR?
R. Elevarnos a DIOS, con el corazón y con la mente, para pedirle toda clase de bienes.
97 P. ¿Por qué nos enseñó a llamarle Padre?
R. Para que le pidamos con la confianza de Hijos.
98 P. ¿Cómo lo somos?
R. Por el ser que de EL tenemos: de naturaleza y gracia.
99 P. ¿Por qué decimos NUESTRO?
R. Para confesar que todos los hombres somos HERMANOS, hijos de un mismo Padre; y para obligarle a mirarnos a todos con benevolencia.
100 P. Cuando rezamos el PADRENUESTRO, ¿con quién hablamos?
R. Con DIOS nuestro Padre.
101 P. ¿Dónde está DIOS?
R. En todo lugar: por ESENCIA + PRESENCIA + POTENCIA
102 P. ¿Cómo lo está por ESENCIA?
R. Dándoles el SER (recreándolas) a todas las cosas.
103 P. ¿Cómo lo está por PRESENCIA?
R. Porque nada se oculta a sus Divinos Ojos.
104 P. ¿Cómo lo está por POTENCIA?
R. Porque su poder está imperando en todas partes.
(Hacer incapie en la presencia de DIOS: cómo nos mira en todo lugar y tiempo, y el recato y modestia con que debemos estar delante de EL.)
105 P. ¿Por qué decimos que está en Los Cielos?
R. Porque en Ellos se manifiesta más particularmente su GLORIA.
106 P. CRISTO, en cuanto Hombre: ¿dónde está?
R. En el Cielo y en el SANTÍSIMO SACRAMENTO DEL ALTAR.
107 P. ¿Cuántas peticiones contiene el PADRENUESTRO?
R. Siete peticiones, muy bien ordenadas: Las TRES primeras hacen referencia al honor de DIOS, y las otras CUATRO al provecho de nuestro prójimo.
108 P. ¿Qué pedimos en ellas?
R. Conformidad con la Divina Voluntad, abundancia de todos los bienes (espirituales y materiales), y el remedio de todos los males.
109 P. ¿Qué pedimos cuando decimos: SANTIFICADO sea tu Nombre?
R. Que el Santo Nombre de DIOS sea respetado, reverenciado y alabado.
110 P. ¿Qué, cuando decimos: VENGA a nosotros tu Reino?
R. Que Reine en nosotros por la GRACIA, y que nos dé su Gloria.
111 P. ¿Qué, cuando decimos: HÁGASE TU VOLUNTAD, así en la Tierra, como en el Cielo?
R. Que todos los hombres se sometan a su Divina Voluntad, como lo están las Legiones Angélicas.
112 P. ¿Qué, cuando decimos: el PAN nuestro de cada día dánosle hoy?
R. EL SUSTENTO necesario y diario: para nuestra alma y para nuestro cuerpo. Y, de una manera especialísima: La Sagrada EUCARISTIA.
113 P. ¿Por qué le pedimos sólo para hoy?
R. Para quedar obligados a pedírselo mañana.
114 P. ¿Qué, cuando decimos: PERDONAMOS NUESTRAS DEUDAS?
R. Que perdones nuestros PECADOS y la PENA debida por ellos.
115 P. ¿Por qué añadimos: ASÍ COMO NOSOTROS PERDONAMOS a nuestros deudores?
R. Porque DIOS no puede PERDONAR al que no es capaz de PERDONAR.
116 P. ¿Qué, cuando decimos: NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN?
R. Que no CONSINTAMOS en las tentaciones que nos vengan.
117 P. ¿Qué, cuando decimos: MAS LÍBRANOS DEL MAL?
R. Que nos proteja contra las perversas maquinaciones del DEMONIO y de todos los peligros (de alma y cuerpo).
118 P. ¿Qué significa la palabra AMEN?
R. ASÍ SEA + ASÍ SE HAGA + ASÍ LO CREO.
DE OTRAS ORACIONES
119 P. ¿Además del PADRENUESTRO, hay otras ORACIONES?
R. SI: las de la Sagrada Escritura, las de la Iglesia y las de los Santos.
120 P. ¿Cuál es la más importante de las ORACIONES?
R. El PADRENUESTRO: que es la regla de todas.
121 P. ¿Por qué ?
R. Porque el PADRENUESTRO fue compuesto por el mismo Cristo, y contiene todo lo que podemos necesitar y desear.
122 P. ¿Qué condiciones ha de tener la Buena Oración?
R. PIEDAD + CONFIANZA + HUMILDAD + PERSEVERANCIA.
123 P. ¿Qué ha de hacer el que careciere de estas cualidades o virtudes?
R. Esforzarse por conseguirlas y, mientras, perseverar en lo que esté de su parte.
124 P. ¿De cuántas maneras podemos ORAR?
R. De DOS: Oración MENTAL y VOCAL.
125 P. ¿Formas de Oración?
R. TRES: de ALABANZA + ACCIÓN DE GRACIAS + IMPETRATORIA.
126 P. ¿Debemos hacer ORACIÓN a los Ángeles y a los Santos?
R. SI: ya que son nuestros MEDIADORES e INTERCESORES.
127 P. ¿Qué son los ANGELES?
R. Son Espíritus Soberanos que están en la presencia de DIOS en ALABANZA perpétua.
128 P. ¿Qué otra misión tienen?
R. La de CUSTODIAR a los hombres y la de Embajadores entre el Cielo y la Tierra. (Aconséjese la devoción al Ángel de la Guarda).
129P. ¿Con qué Oraciones saludamos a Nuestra Señora la VIRGEN MARIA?
R. EL AVE MARIA + LA SALVE + EL MAGNIFICAT + EL ACORDAOS .....
SOBRE EL AVE MARIA Y LA SALVE
130 P. ¿Quién compuso el AVE‑MARIA?
R. La primera parte: por el Ángel de la Anunciación y por Santa Isabel; la segunda parte: por la Iglesia.
131 P. ¿Quién compuso la SALVE?
R. Se le atribuye a San Pedro de Mezonzo (obispo de Compostela, siglo X, y también a San Bernardo de Claravall, siglo XII).
132 P. Cuando rezamos estas Oraciones: ¿con quién hablamos?
R. Hablamos con la Santísima Virgen María.
133 P. ¿En qué lugar está La Santísima Virgen?
R. Está en el Cielo: en CUERPO y ALMA.
134 P. Las que hay en las iglesias y en las casas: ¿qué son?
R. Imágenes suyas, que nos la representan y nos la recuerdan.
135 P. ¿Qué culto debemos a las Imágenes Sagradas?
R. Culto de VENERACION (nunca de ADORACION).
136 P. ¿Y a las reliquias de los Santos?
R. Culto de Veneración, ya que fueron templos vivos de DIOS.
137 P. ¿Qué Oraciones rezamos a los Santos?
R. Las Letanías y otras compuestas por ellos mismos, o por la Iglesia. También el Padrenuestro y el Ave María.
138 P. ¿Cómo es esto, si en el Padrenuestro y en el Avemaría hablamos con DIOS y con su Santísima Madre?
R. A DIOS y a la Santísima Virgen podemos rogar por medio de sus Santos, tomándolos como intercesores.
SOBRE LOS MANDAMIENTOS DE LA LEY DE DIOS
SOBRE EL PRIMER MANDAMIENTO
139 P.            Sobre el 1º Mandamiento: ¿a qué nos obliga el AMOR a DIOS?
R. A ADORARLE a EL solo como a DIOS: con FE + ESPERANZA + CARIDAD.
140 P. ¿Cómo debemos ADORARLE?
R. Con reverencia de cuerpo y alma.
141 P. ¿Siendo DIOS ESPIRÍTU: ¿no bastará con solo el alma?
R. N0: porque también de EL hemos recibido el cuerpo.
142 P. ¿Quién AMA a DIOS?
R. Todos los que guardan sus MANDAMIENTOS.
143 P. ¿Qué entiendes por: AMAR A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS?
R. Querer antes perderlas que OFENDERLE.
144 P. ¿Quién cumple con el 1º Mandamiento?
R. El que se ejercita en actos de FE + ESPERANZA + CARIDAD + RELIGION.
145 P. ¿Quién lo quebranta?
R. El que PECA contra alguna de estas cuatro virtudes.
146 P. ¿Qué es Religión?
R. Dar a DIOS culto verdadero.
147 P. ¿Quién PECA contra la Religión?
R. El que rinde "Culto de adoración" a los ídolos y "dioses" falsos; y los que profanan las cosas Santas: Vasos Sagrados, Imágenes, etc..
148 P. ¿Qué es la SUPERSTICION?
R. Creencia extraña a la FE religiosa y contraria a la razón.
149 P. ¿Quién PECA contra la FE?
R. El que cree cosas supersticiosas, ignora, niega o duda la necesarias
150 P. ¿Quién PECA contra la ESPERANZA?
R. El que desconfía de la Misericordia de DIOS o locamente presume de ella.
151 P. ¿Quién PECA contra la CARIDAD?
R. El que se hace ingrato a sus beneficios, y el que desobedece su Ley y actúa en contra de su voluntad.
152 P. ¿Quién PECA por omisión contra este Mandamiento?
R. El que NO HACE actos de FE + ESPERANZA + CARIDAD + RELIGIÓN.
SOBRE EL SEGUNDO MANDAMIENTO
153 P. ¿Qué es JURAR?
R. Poner a DIOS por testigo.
154 P. ¿Quién jura vano?
R. El que jura sin: VERDAD + JUSTICIA + NECESIDAD.
155 P. Quien Jura sin NECESIDAD, ¿cómo peca?
R. Mortalmente, si advierte que Jura y sabe que miente.
156 P.  El que Jura con DUDA, ¿peca mortalmente?
R. SI: por el peligro que corre de Jurar con MENTIRA.
157 P. ¿Quién Jura sin JUSTICIA?
R. El que Jura hacer actos malos.
158 P. ¿Cómo Peca el que hace esto?
R. Más o menos GRAVEMENTE, de acuerdo con lo mal Jurado.
159 P. ¿Por qué se ofende a DIOS, con estas dos formas de Juramento?
R. Por ser un desacato ponerle como Testigo de cosas falsas o malas.
160 P. ¿Qué debe hacer el que ha Jurado hacer un MAL?
R. Dolerse de haber Jurado y NO CUMPLIRLO.
161 P. El que Jura SIN NECESIDAD, ¿cómo peca?
R. Venialmente, a lo menos por la poca reverencia.
162 P. ¿Será pecado Jurar por las criaturas?
R. SI: porque se jura por el Creador, en nombre de ellas.
163 P. ¿Cómo procederemos para no pecar?
R. Diciendo: SI o N0, como Cristo nos enseña.
164 P. En cuanto a los VOTOS: ¿cuándo será PECADO no cumplirlos?
R. Cuando no hay razón para ello, a juicio de letrados o confesores.
165 P. ¿Qué es el VOTO?
R. Promesa hecha a DIOS, de hacer o cumplir alguna cosa.
166 P. ¿Será suficiente que la cosa prometida sea buena?
R. N0: es necesario que sea MEJOR que su contraria.
167 P. ¿Cómo se han de hacer los VOTOS?
R. Con deliberación y CONSEJO.
168 P. ¿Qué es la BLASFEMIA?
R. Palabras INJURIOSAS a DIOS, a la Virgen y a los Santos, la Eucaristía y los Vasos Sagrados. Es Pecado MORTAL.
SOBRE EL TERCER MANDAMIENTO
169 P. ¿Quién SANTIFICA las Fiestas?
R. E que participa en el Santo SACRIFICIO de la Misa (como mínimo: desde el comienzo del Ofertorio hasta las Abluciones) y se abstiene de trabajos corporales, empleando el tiempo en obras de piedad, de apostolado y de caridad.
170 P. ¿Será PECADO hacer algunas cosas, si son necesarias?
R. N0: mas en caso de duda será mejor consultar a personas competentes.
171 P. ¿Con qué fin se establecieron las Fiestas?
R. Para dar CULTO a DIOS y para celebrar los principales Misterios.
172 P. ¿Y las Fiestas de la Santísima Virgen y de los Santos?
R. Para darles el honor debido y mover a los fieles a la imitación de sus virtudes.
173 P. ¿Quién más peca contra este Mandamiento?
R. El que está sin respeto debido en el templo y desprecia las censuras de la Iglesia.
174 P. ¿Quién HONRA a sus padres?
R. El que los socorre, obedece y reverencia.
175 P. ¿Qué promete DIOS a los cumplen este Mandamiento?
R. Vida larga y feliz, y después la Gloria Eterna.
176 P. ¿Quienes otros hacen las veces de padres, además de los naturales?
R. Los mayores de edad, saber y gobierno.
177 P. ¿Qué obligaciones tienen los padres naturales con sus hijos?
R. Sustentarlos, educarlos en la FE y en las buenas costumbres; procurarles estado, no contrario a su voluntad.
178 P. ¿Quienes son nuestros padres espirituales?
R. Los Obispos, Sacerdotes y aquellos que nos guían hacia el Cielo.
179 P. ¿Cómo han de vivir los casados con sus esposas?
R. Amándolas y respetándolas, como Cristo lo hace con su Iglesia.
180 P. ¿Y las esposas con sus maridos?
R. Con amor y reverencia, como la Iglesia con Cristo.
181 P. ¿Y los amos con los criados?
R. Tratándolos como a verdaderos hijos que son de DIOS.
182 P. ¿Y los criados con sus amos?
R. Como quien sirve a DIOS en ellos
SOBRE EL QUINTO MANDAMIENTO
183 P. ADEMÁS DE MATAR: ¿QUÉ NOS PROHÍBE ESTE MANDAMIENTO?
R. HACER DAÑO ALGUNO A NUESTRO PRÓJIMO, CON: PALABRAS, OBRAS, 0 DESEOS.
184 P. ¿Quién peca contra en esto?
R. El que HIERE + AMENAZA + INJURIA + Y NO LE PERDONA.
185 P. ¿A qué está obligado el que le injuria?
R. A darle satisfacción por la injuria.
186 P. ¿Hay otras formas de MATAR?
R. SI: ESCANDALIZANDO o no ayudando al que se encuentra en una grave necesidad.
187 P. ¿Qué es el ESCANDALO?
R. El DICHO o HECHO que da ocasión a PECAR.
188 P. ¿A qué está OBLIGADO el que ESCANDALIZA?
R. A reparar (en cuanto le sea posible) los daños causados
SOBRE EL SEXTO MANDAMIENTO
189 P. ¿QUIEN CUMPLE ESTE MANDAMIENTO?
R. EL QUE ES CASTO EN: PALABRAS + OBRAS + PENSAMIENTOS.
190 P. ¿PECA EN LOS MALOS PENSAMIENTOS QUIEN LUCHA PARA DESECHARLOS?
R. N0: SI LOS VENCE Y SE APARTA DEL PELIGRO.
191 P. ¿QUIEN PECA EN LOS MALOS PENSAMIENTOS?
R. EL QUE DÁNDOSE CUENTA SE DELEITA EN ELLOS Y PROPONE CUMPLIRLOS.
192 P. ¿A QUE ESTáN OBLIGADOS LOS CASADOS?
R. A NO FALTARSE A LA DEBIDA DECENCIA Y A LA FE QUE SE PROMETIERON.
193 P. ¿QUE COSAS NOS AYUDARAN A SER CASTOS?
R. L A ORACIÓN + LOS SACRAMENTOS + LA DEVOCIÓN A LA VIRGEN SANTÍSIMA. + LAS BUENAS COMPAÑÍAS + LAS BUENAS LECTURAS + EL TRABAJO.
194 P. ¿QUE MAS?
R. EL AYUNO + LA PENITENCIA + LA GUARDA DE LOS SENTIDOS.
195 P. ¿QUE COSAS NOS PUEDEN INDUCIR AL PECADO DE LA CARNE?
R. LA GULA + LAS MODAS + LAS AMISTADES PELIGROSAS + LAS MALAS LECTURAS + ( la televisión).
SOBRE EL SÉPTIMO MANDAMIENTO
196 P. ¿Quién lo cumple?
R. Quien NO toma, ni quiere lo ajeno, contra la voluntad de su dueño.
197 P. ¿Quién lo quebranta?
R. Quien hace a otro DAÑO en sus bienes, o es causa de que otro se lo haga.
198 P. AL que ROBA: ¿le basta con sólo confesarlo?
R. N0: debe RESTITUIR (en cuanto le sea posible).
199 P. ¿Y si no pudiera restituir?
R. Haga TODO lo que esté de su parte y de la forma que mejor pudiere.
200 P. ¿A qué está obligado el vendedor?
R. A no ADULTERAR el producto, a venderlo al precio justo (no usura), a ser fiel en el peso y medida, a pagar los IMPUESTOS LEGALES
201 P. ¿Qué más nos veda este Mandamiento?
R. La USURA + Los MONOPOLIOS ABUSIVOS.
202 P. ¿Qué es la USURA?
R. Cobrar un tipo de interés superior al usual y razonable.
203 P. ¿Qué es el MONOPOLIO?
R. Aprovechamiento exclusivo de alguna industria o comercio.
SOBRE EL OCTAVO MANDAMIENTO
204 P. ¿Quién cumple este Mandamiento?
R. El que no juzga males ajenos a la ligera, ni los publi­ca, ni los oye con complacencia.
205 P. ¿Quién lo quebranta?
R. El que INFAMA contra la JUSTICIA, descubre secretos, o MIENTE.
206 P. ¿Qué es el JUICIO TEMERARIO?
R. Juzgar mal del prójimo, sin motivo ni fundamento.
207 P. ¿Cuándo será fundado el juicio?
R. Cuando en lo MAL HECHO no quepa DUDA.
208 P. El que INFAMA o quita la HONRA: ¿a qué está obligado?
R. A reparar el daño causado (en cuanto le sea posible).
209 P. ¿No será suficiente si lo confiesa?
R. N0: pues no se perdona el PECADO mientras no haya restitución de la propiedad: dinero, fama, honra, salud.
210 P. ¿Qué es MENTIR?
R. Decir lo contrario de lo que se siente.
211 P. ¿Será lícito MENTIR en alguna ocasión?
R. NUNCA: pero en algunas ocasiones será lícito disimular la verdad, callando (por causas razonables).
212 P. ¿Qué es la MURMURACIÓN?
R. Decir MAL del prójimo, para infamarle.
213 P. ¿Qué debe hacer el que CALUMNIA?
R. Desdecirse y reparar el agravio cometido.
SOBRE EL NOVENO Y DECIMO MANDAMIENTOS
214 P. ¿Qué nos vedan el Nono y el Décimo Mandamientos?
R. Las CODICIAS deshonestas y de Hacienda.
215 P. ¿Qué fin tienen estos dos Mandamientos?
R. Para dar más claridad al Sexto y al Séptimo.
216 P. ¿Será pecado desear tener más que otros, por vía justa?
R. N0: sólo están vedadas las CODICIAS INJUSTAS o desordenadas.
217 P. ¿Por qué está prohibida la CODICIA?
R. Para contener la voluntad, de donde nacen las malas obras.
218 P. ¿Por qué se prohíben, de manera especialísima, las codicias deshonestas y de hacienda?
R. Por ser más importantes y peligrosas.
DE OTROS MANDAMIENTOS
219 P. ¿Qué son los Mandamientos de la Ley Natural?
R. Querer, o no querer, para mi prójimo: lo que quiero, o no quiero para mí.
220 P. ¿Hay, otros Mandamientos?
R. SI: los PROFESIONALES o de ESTADO.
221 P. ¿A quienes afectan?
R. A los SACERDOTES + GOBERNANTES + CASADOS + ETC...
222 P. ¿Podrán excusarse por ignorancia?
R. N0: en las cosas comunes a su oficio o cargo.
223 P. ¿Qué nos ayudará a guardarlos?
R. La ORACIÓN + SACRAMENTOS + EJERCICIOS DE PIEDAD + ETC...
224 P. ¿Qué cosas se oponen?
R. Malas COSTUMBRES + AUSENCIA DE PRACTICAS PIADOSAS.
DE LOS MANDAMIENTOS DE LA SANTA MADRE IGLESIA
225 P. ¿Qué finalidad tienen estos Mandamientos?
R. Para explicar los Divinos.
226 P. ¿Por qué?
R. Porque determinan el tiempo y modo de cumplirlos.
227 P. ¿Por qué debemos OBEDECER a la Iglesia?
R. Porque es nuestra Madre y porque nos lo manda Jesucristo.
228 P. ¿Qué es la IGLESIA?
R. La CONGREGACIÓN DE LOS FIELES, REGIDA POR CRISTO Y POR EL PAPA, SU VICARIO.
229 P. ¿Quién es el PAPA?
R. El Romano Pontífice, maestro INFALIBLE, a quien debemos entera OBEDIENCIA.
230 P. ¿Cuándo es INFALIBLE el Papa?
R. Cuando se pronuncia "EXCATHEDRA", como Pastor Supremo de la Iglesia Universal, para enseñar verdades pertenecientes a la FE o a las costumbres.
SOBRE EL PRIMER MANDAMIENTO
231 P. ¿Qué es la Santa Misa?
R. Es el SACRIFICIO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO: PERPETUADO, POR MEDIO DE SUS SACERDOTES.
232 P. ¿A quién se ofrece este Divino SACRIFICIO?
R. AL ETERNO PADRE.
233 P. ¿Para qué?
R. Para TRES fines: DARLE GRACIAS + SATISFACERLE (por nuestros pecados) + PEDIRLE BENEFICIOS.
234 P. ¿A quién aprovechan las Misas?
R. A los VIVOS y a los DIFUNTOS que están en el Purgatorio.
235 P. Y de éstos: ¿a quienes más particularmente?
R. A aquellos por quienes se ofrece el Santo Sacrificio.
236 P. ¿Quién cumple con el precepto de PARTICIPAR en la Misa?
R. El que asiste a TODA: con devoción y reverencia.
237 P. ¿Quiénes están OBLIGADOS a ello?
R. TODOS los que han llegado al uso de razón y no están impedidos.
238 P. ¿Qué han de hacer los que asisten a la Misa?
R. UNIRSE al Sacerdote, OFRECIENDO con él el SANTO SACRIFICIO.
SOBRE EL SEGUNDO Y TERCER MANDAMIENTOS
239 P. ¿Por qué decimos: COMULGAR (como mínimo) UNA VEZ?
R. Porque la Iglesia nos OBLIGA "UNA VEZ" durante el año.
240 P. ¿Y de consejo?
R. Cuantas veces nos lo aconseje un discreto confesor.
241 P. ¿Qué puede suceder a los que sólo Comulgan UNA SOLA VEZ?
R. Que lleven una vida relajada y en peligro de CONDENARSE.
242 P. ¿Qué nos conviene para llevar una vida ordenada?
R. Confesiones y Comuniones FRECUENTES.
243 P. ¿Cada cuánto tiempo?
R. Confesión y Comunión MENSUAL, y en las Fiestas Principales.
SOBRE EL CUARTO MANDAMIENTO
244 P. ¿A qué OBLIGA el precepto de AYUNAR?
R. A no tomar más de una comida fundamental al día.
245 P. ¿La bebida rompe el ayuno?
R. NO: si no contiene sustancias alimenticias.
246 P. ¿Qué es la COLACIÓN?
R. La cena que se suele tomar los días de Ayuno: ha de ser muy frugal.
247 P. ¿Qué es la ABSTINENCIA?
R. La prohibición de consumir CARNE o caldo de Carne.
248 P. ¿Días que son de AYUNO y de ABSTINENCIA?
R. AYUNO (según la antigua legislación): los Miércoles y Sábados de Cuaresma y las tres vigilias de Pentecostés, Asunción y Navidad. ABSTINENCIA de Carnes: los Viernes de Cuaresma y de las Témporas y de las tres vigilias antedichas.
(Según la Nueva Legislación: AYUNO: Miércoles de Ceniza y Viernes Santo. ABSTINENCIA: El Miércoles de Ceniza y todos los viernes del año ....)
249 P. ¿En qué consistía la Santa Bula de Cruzada?
R. En dar la LIMOSNA establecida por la Iglesia, a excepción. de los "pobres", mediante la que se gozaban de los "privilegios" de Ayuno y Abstinencia en los días señalados.
250 P. ¿Qué personas están excusadas del precepto del Ayuno?
R. Las que no han cumplido los 21 años, y las que han cumplido los 60.
251 P. ¿Quienes más?
R. Las que no peden cómodamente, por: ENFERMEDAD + TRABAJOS MUY FUERTES.
252 P. ¿Qué ha de hacer el que aún no tiene obligación de Ayunar?
R. Imponérselo como penitencia, para cuando la tenga.
SOBRE EL QUINTO MANDAMIENTO
253 P. ¿Qué son los DIEZMOS y PRIMICIAS?
R. La AYUDA que se hace a la Iglesia, para cubrir sus necesidades: Mantenimiento del Culto + Edificación y Conservación de las iglesias + Sustento de los Sacerdotes + Etc...
SOBRE LOS SACRAMENTOS
254 P. ¿Quién instituyó los SACRAMENTOS?
R. El mismo CRISTO.
255 P. ¿Qué son los SACRAMENTOS?
R. Unas Medicinas Espirituales que nos SANAN y nos JUSTIFICAN.
256 P. ¿De qué forma nos JUSTIFICAN?
R. Dándonos gracia interior por las señales exteriores.
257 P. ¿Cómo nos dan gracias las señales exteriores?
R. Por los MÉRITOS de Jesucristo, aplicados en ellas.
258 P. ¿Es necesario recibir los Sacramentos con buena DISPOSICIÓN?
R. SI: porque sin ELLA no..se recibiría la GRACIA.
SOBRE EL BAUTISMO
259 P. ¿Qué es el BAUTISMO?
R. Un ESPIRITUAL NACIMIENTO en que se nos da el ser de la GRACIA y la INSIGNIA de CRISTIANOS.
260 P. ¿Qué ayuda nos proporciona el BAUTISMO para la vida Cristiana?
R. Las VIRTUDES NECESARIAS.
261 P. ¿Qué PECADOS quita?
R. EL ORIGINAL y cualquier otro que hubiere.
262 P. En: caso de NECESIDAD: ¿quién puede Bautizar?
R. Cualquier persona que tenga uso de razón (sea quien sea).
263 P. ¿Cuál es la FORMULA para Bautizar?
R. (N....) YO TE BAUTIZO + EN EL NOMBRE DEL PADRE + Y DEL HIJO + Y DEL ESPIRITU SANTO.
264 P. ¿Por qué se pone el nombre de un Santo/a?.
R. Para que le sirva de Abogado, y para que lo tenga como ejemplo que debe IMITAR.
265 P. ¿Qué prometemos en el Bautismo?
R. RENUNCIAR a Satanás + sus POMPAS + y sus OBRAS;+ SEGUIR A JESUCRISTO
266 P. ¿Cuáles son las Obras del Diablo?
R. Los P E C A D 0 S.
267 P. ¿Y sus POMPAS?
R. Las VANIDADES y las MÁXIMAS del Mundo.
SOBRE LA CONFIRMACIÓN
268 P. ¿Qué es la CONFIRMACIÓN?
R. Un AUMENTO ESPIRITUAL del ser que nos dio el Bautismo.
269 P. ¿De qué forma se nos da?
R. Dándonos gracias y fuerzas para confesar la FE CRISTIANA.
270 P. ¿Con qué disposiciones se debe recibir?
R. En estado de GRACIA.
271 P. ¿Qué han de saber los que se van a CONFIRMAR?
R. Lo que van a recibir y las OBLIGACIONES del Cristiano.
272 P. ¿Qué diferencia hay entre un Bautizado, y un Bautizado‑Confirmado?
R. La que hay entre un niño de pecho y un varón fuerte y robusto.
SOBRE LA PENITENCIA (CONFESIÓN SACRAMENTAL)
273 P. ¿QUÉ ES LA PENITENCIA?
R. UNA ESPIRITUAL MEDICINA CONTRA LOS PECADOS COMETIDOS DESPUÉS DEL BAUTISMO.
274 P. ¿QUE EFECTOS CAUSA LA PENITENCIA?
R. BORRA LOS PECADOS PASADOS Y NOS PRESERVA CONTRA LOS “P0SIBLES" FUTUROS.
275 P. ¿QUÉ PARTES CONTIENE?
R. TRES: CONTRICIÓN + CONFESIÓN + SATISFACCIÓN.
276 P. ¿CUANTAS COSAS SON NECESARIAS PARA HACER UNA BUENA CONFESIÓN?
R. CINCO: EXAMEN + DOLOR + PROPÓSITO + CONFESIÓN + C. LA PENITENCIA.
277 P. ¿Por dónde hemos de hacer el examen de conciencia?
R. Por los Mandamientos de la Ley de DIOS y los de la Iglesia, las obligaciones particulares de cada uno, y por los Pecados CAPITALES.
278 P. ¿Qué hemos de pedir a DIOS antes de la Confesión?
R. Luz para RECORDAR Y RECONOCER los Pecados y una verdadera CONTRICIÓN de ellos.
279 P. ¿De cuántas maneras es la CONTRICIÓN?
R. De DOS: una Perfecta, y otra menos perfecta, o ATRICIÓN.
280 P. ¿Qué es la Contrición Perfecta?
R. Es un profundo y dolorido pesar de haber OFENDIDO a DIOS nuestro Padre, con el firme propósito de la ENMIENDA y de la CONFESIÓN.
281 P. ¿Qué bienes nos trae esta Contrición, por sí sola, sin Sacramentos?
R. Que, al que verdaderamente la tiene, DIOS perdona todos los pecados mortales, aunque sean sin número, lo que no hace la Atrición.
282 P. ¿Qué es la ATRICIÓN?
R. Un pesar de haber ofendido a DIOS, por MIEDO al castigo del Infierno, o por la misma fealdad del Pecado, con propósito de la Enmienda y de la Confesión.
283 P. ¿Es suficiente la ATRICIÓN para recibir la gracia del Sacramento?
R. SI: pero es más seguro y eficaz la CONTRICIÓN.
284 P. ¿Qué es el Propósito de la Enmienda?
R. Una firme resolución de no volver a cometer el Pecado.
285 P. ¿Qué está obligado a hacer el que ha cometido el Pecado MORTAL?
R. CONFESARSE cuanto antes, para que se le perdone.
286 P. ¿Y hasta que se le ofrezca la ocasión de confesarse?
R. Hacer un acto de perfecta Contrición, con el propósito de la Confesión y la Enmienda.
287 P. ¿A qué precepto se opone el que está en Pecado Mortal?
R. Al primero de la Ley de DIOS, que nos manda AMARLE
288 P. El precepto de Confesar los pecados, ¿a qué nos obliga?
R. A una seria reflexión para recordarlos, y a decirlos TODOS, al menos los Mortales (* con su número y circunstancias).
* Se deben confesar todos los pecados de "comisión' y de "omisión" que sean mortales y que se recuerden (después de un diligente examen); los ciertos como ciertos y los dudosos como dudosos.
289 P.  ¿Nos basta decirlos a cualquier sacerdote?
R. N0, si no tiene jurisdicción lícita y válida para absolverlos.
290 P.  ¿Y si a la hora de la muerte se hallase uno sin sacerdote que le absuelva, ¿ha de decir los pecados a los seglares?
R. NO: pero es muy conveniente que les muestre arrepentimiento y el deseo de confesarlos.
291 P. ¿Qué se debe hacer en peligro de muerte, no habiendo ocasión de confesarse?
R. El remedio es hacer un acto de CONTRICIÓN y de AMOR a DIOS, aunque sólo sea ron el corazón.
292 P. ¿Qué hará para asegurar el dolor, el que sólo tienes Pecados VENIALES?
R. Confesar algún Mortal (si lo hubiese habido) de confesiones pasadas.
293 P. Para los que han hecho Malas Confesiones, ¿qué remedio?
R. Hacer una Confesión GENERAL, desde la última bien hecha.
294 P. ¿Qué conviene mirar en la elección de Confesor?
R. Que sea SABIO + PRUDENTE + CELOSO + CARITATIVO.
295 P. ¿Qué es SATISFACCIÓN?
R. Pagar ron obras de penitencia la pena debida por nuestros pecados.
296 P. ¿Es que no BASTAN los méritos de Cristo?
R. SI; mas quiere que satisfagamos nosotros con EL.
297 P. ¿De cuántas maneras es la Penitencia que el confesor nos impone?
R. De DOS: Satisfactoria y Medicinal.
298 P. ¿Para qué es la Satisfactoria?
R. Para satisfacer por las culpas pasadas.
299 P. ¿Y la Medicinal?
R. Para preservar de las venideras.
300 P. ¿Cuáles son las obras satisfactorias?
R. ORACIÓN + LIMOSNA + AYUNO.
SOBRE LA COMUNIÓN
301 P. ¿POR QUÉ SE LLAMA COMUNIÓN ESTE SACRAMENTO
R. PORQUE UNE A LOS FIELES ENTRE SÍ Y CON JESUCRISTO SU CABEZA.
302 P. ¿Qué es la COMUNIÓN?
R. Un MANJAR ESPIRITUAL que sustenta el alma y nos da la Vida Eterna.
303 P. ¿Qué se nos da en este Manjar?
R. Al mismo Cristo, DIOS y Hombre todo entero.
304 P. ¿Cómo? ¿En señal, o en figura?
R. N0: sino en su misma Real Substancia.
305 P. ¿Luego no hay en el Sacramento substancia de pan y vino?
R. N0: sino los accidentes: OLOR + COLOR + SABOR + ETC.
306 P. ¿Qué se hizo de la substancia de pan y vino?
R. Se convirtieron en el CUERPO y en la SANGRE de Cristo.
307 P. ¿Con qué poder se realiza este misterio?
R. Con el Poder Divino, comunicado a los Sacerdotes.
308 P. ¿Qué HAY en la Hostia CONSAGRADA?
R. CUERPO + SANGRE + ALMA + DIVINIDAD de Nuestro Señor Jesucristo.
309 P. ¿Y en el Cáliz CONSAGRADO?
R. SANGRE + CUERPO + ALMA + DIVINIDAD de Nuestro Señor Jesucristo.
310 P. ¿Por qué comulgan los fieles sólo con el Pan Consagrado?
R. Porque como en cada Especie Consagrada está Cristo TODO ENTERO, la Iglesia, por justas causas así lo ha ordenado.
311 P. ¿Con qué disposición debemos Comulgar?
R. En AYUNAS + En GRACIA + Con REVERENCIA + Con DECENCIA EXTERIOR.
312 P. Y el que está en gracia, ¿ha de confesarse?
R. Será mejor, aunque no es necesario.
313 p. ¿Cómo se ha de Comulgar?
R. Con HUMILDAD + DEVOCIÓN + REVERENCIA + DECENCIA.
314 p. ¿Qué debemos pensar antes de Comulgar?
R. Quien viene en el Sacramento, a quién viene, cómo viene y con qué fines.
315 P. ¿Para qué ordenó el Señor tan alto Sacramento?
R. Para honrarnos, obligarnos y enriquecernos.
316 p. ¿Qué debemos hacer después de la Comunión?
R. Dar gracias a DIOS por tan gran beneficio, y ofrecernos a EL.
317 p. ¿A qué nos exhorta nuestra Madre la Iglesia?
R. A Comulgar con FRECUENCIA, y con la debida disposición.
318 p. ¿Qué disposición pide la Comunión FRECUENTE?
R. Gran pureza de conciencia y mucho amor a Jesucristo.
319 p. ¿Por qué se llama EXTREMAUNCIÓN?
R. Por ser la última UNCIÓN Sagrada que recibimos de la Iglesia.
320 p. ¿Qué es la EXTREMAUNCIÓN?
R. Una última convalecencia espiritual del alma.
321 p. ¿Qué bienes nos proporciona?
R. Limpia las reliquias del Pecado que por ignorancia o por negligencia suelen quedarnos.
322 p, ¿Qué más obra este Sacramento?
R. Da fuerza al alma contra las TENTACIONES del Demonio, y salud al cuerpo, si le conviene.
323 P. ¿Por qué se guarda para las últimas horas?
R. Para que nos dispongamos mejor a bien morir.
324 P. ¿Qué deben hacer los enfermos?
R. Recibir la EXTREMAUNCIÓN cuando aún están lúcidos.
SOBRE EL SACRAMENTO DEL ORDEN
325 P. ¿POR QUÉ SE LLAMA SACRAMENTO DEL ORDEN?
R. POR EL QUE HAY EN SUS GRADOS PARA NEGAR AL SACERDOCIO.
326 p. ¿Qué obra el Sacramento de, ORDEN?
R. Da gracias a los ordenados en orden al fiel cumplimiento de sus obligaciones pastorales.
327 P. ¿Qué han de hacer los que intentan ordenarse?
R. Examinar detenidamente si los llama DIOS al SACERDOCIO.
SOBRE EL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO
328 P. ¿Qué obra el Sacramento del MATRIMONIO?
R. Da la gracia a los CASADOS para cumplir las obligaciones propias de su estado.
329 P. ¿Qué significa este Sacramento?
R. La UNIÓN de Cristo con la Iglesia.
330 P. Con qué disposición debe recibirse?
R. Con + REVERENCIA + BUENA INTENCIÓN + EN ESTADO DE GRACIA.
331 P. ¿Que deben saber las personas que van a casarse?
R. Las Obligaciones del Cristiano y del Estado que reciben.
332 P. ¿Qué han de hacer los hijos que tratan de casarse?
R. Tomar antes la bendición y el CONSEJO de sus padres.
333 P. ¿Y si no los tienen?
R. De sus tutores, o parientes más cercanos.
DE LAS INDULGENCIAS
334 P. Además de los Sacramentos, ¿qué otras ayudas tenemos en la Iglesia?
R. Las que llaman SACRAMENTALES, como el AGUA BENDITA + LAS INDULGENCIAS + LOS JUBILEOS.
* El agua Bendita tiene la virtud de quitar los penados veniales y ahuyentar a los demonios; es recomendable llevarla a las casas y hacer uso de ella con devoción.
335 P. ¿Qué son las INDULGENCIAS?
R. Perdones de penas debidas por nuestras culpas.
336 P. ¿En virtud de qué se nos conceden?
R. Por la virtud del Tesoro de las PENAS de Cristo y de sus Santos.
337 P. ¿Cómo se han de ganar las Indulgencias?
R. Haciendo lo que se manda y estando en estado de GRACIA.
338 P. ¿Para qué son las Indulgencias?
R. Para ayudarnos a satisfacer.
339 P. ¿Qué nos perdonan CUARENTA DÍAS de Indulgencias?
R. La Pena Canónica que imponían antes.
340 P. Y ahora, ¿qué perdonan?
R. Las Penas del Purgatorio que corresponden a aquella penitencia.
341 P. ¿Qué es la Indulgencia PLENARIA?
R. Perdón GENERAL de las penas merecidas.
342 P. Y el JUBILEO, ¿qué añade?
R. Facultad de conmutar Votos y Juramentos.
SOBRE LAS OBRAS DE MISERICORDIA
343 P. ¿Por qué se llaman de MISERICORDIA?
R. Porque no se deben de Justicia.
344 P. ¿Cuándo obligan de Precepto?
R. En necesidades GRAVES, a juicio de personas discretas.
345 P. ¿Cuáles de ellas son más meritorias?
R. Las ESPIRITUALES, por el mayor bien que comunican.
346 P. ¿Y si hubiere más necesidad de las corporales?
R. En este caso la mayor necesidad las hará más obligatorias.
SOBRE LOS ENEMIGOS DEL ALMA
347 P. ¿Por qué se llaman ENEMIGOS DEL ALMA?
R. Porque nos inclinan a cometer el PECADO, que es la MUERTE del alma.
348 P. ¿Por qué permite DIOS las TENTACIONES?
R. Para probarnos en la Virtud, y para mayor merecimiento nuestro.
349 P. ¿Cómo se vence al DEMONIO?
R. Con ORACIÓN + HUMILDAD + VIRTUDES CONTRARIAS a la TENTACIÓN.
350 P. ¿Cómo nos tienta el DEMONIO?
R. Fustigándonos con MALOS PENSAMIENTOS y DESEOS.
351 P. ¿Cómo librarnos de los Malos Pensamientos y Deseos?
R. Con la Señal de la Santa CRUZ y con Agua Bendita, etc...
352 P. ¿Qué hacer ante las malas OCASIONES de Pecar?
R. HUIRLAS y pedir AYUDA al Cielo.
353 P. ¿Y cuando esto no se puede?
R. Prevenirlas con la Oración, consejo y recato.
354 P. ¿Cómo nos tienta el MUNDO?
R. Poniéndonos delante los usos, costumbres y palabras de los mundanos.
355. P. ¿Qué remedios tenemos?
R. La Ley de DIOS y los ejemplos de los Santos.
356 P. ¿Cómo venceremos los incentivos de la CARNE?
R. CON LA PENITENCIA + EL AYUNO + LA SAGRADA COMUNIÓN + LA DEVOCIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA.
357 P. ¿Cómo nos tienta la Carne?
R. Con las Pasiones y las Malas Inclinaciones.
358 P. ¿Qué son las PASIONES?
R. Ímpetus o Turbaciones interiores que nos ciegan.
359 P. ¿Cuáles son?
R. Cuatro Principales: GOZO + TEMOR + ESPERANZA + DOLOR
360 P. ¿Qué remedios tenemos contra ellas?
R. La Gracia de DIOS y las Virtudes.
SOBRE EL PECADO Y PECADOS CAPITALES
361 P. ¿Qué es el PECADO?
R. Contravenir la Ley de DIOS.
362 P. ¿Cuántas maneras hay de PECADO?
R. Tres: ORIGINAL + VENIAL + MORTAL.
363 P. ¿Qué es Pecado ORIGINAL?
R. Aquel con el que nacemos, heredado de Adán y Eva.
364 P. ¿Qué es el Pecado Mortal?
R. Pensar, decir, hacer o faltar en algo contra la Ley de DIOS, en materia GRAVE.
365 P. ¿Por qué se llama MORTAL?
R. Porque MATA el alma del que lo comete.
366 P. ¿Cuál es la mayor felicidad del hombre, en esta vida?
R. ESTAR EN GRACIA DE DIOS.
367 P. ¿Cuál es la Mayor desdicha?
R. ESTAR EN PECADO MORTAL.
368 P. ¿Qué daños hace al Alma el Pecado Mortal?
R. Le quita la CARIDAD y le quita a DIOS, poniéndola en camino de Eterna CONDENACIÓN.
369 P. ¿Cuál es el remedio contra el Pecado?
R. La verdadera PENITENCIA.
370 P. ¿Qué es el Pecado VENIAL?
R. EL que NO MATA el alma, pero la ENFERMA.
371 P. ¿Cómo la Enferma?
R. Porque la ENTIBIA y dispone para el Pecado Mortal.
372 P. ¿Por qué se llama Pecado VENIAL?
R. Porque fácilmente se comete y se perdona.
373 P. ¿Cómo se perdona?
R. Por las nueve cosas anteriormente dichas.
374 P. ¿Qué CASTIGO merece el Pecado Venial en el Purgatorio?
R. Castigo TEMPORAL, pero TERRIBLE.
375 P. ¿Por qué se les llama PECADOS CAPITALES?
R. Porque son CABEZA de otros muchos.
376 P. ¿Son Pecados Mortales la SOBERBIA y la AVARICIA?
R. Sólo cuando van contra la CARIDAD de DIOS o del Prójimo.
377 P. ¿Cuándo van contra la CARIDAD?
R. Cuando con ellos se quebranta algún Mandamiento de DIOS o de la Iglesia.
378 P. ¿Qué es la SOBERBIA?
R. Apetito desordenado de ser preferido a otro.
379 P. ¿Qué es la HUMILDAD?
R. Debida inclinación al propio DESPRECIO.
380 P. ¿Qué es la AVARICIA?
R. Apetito DESORDENADO de Riquezas.
381 P. ¿Y la LIBERALIDAD?
R. Inclinación a DAR cuándo y como conviene.
382 P. ¿Qué es la LUJURIA?
R. Apetito TORPE a cosas CARNALES.
383 P. ¿Qué es la CASTIDAD?
R. Inclinación a la PUREZA.
384 P. ¿Qué es la IRA?
R. Apetito a la VENGANZA desordenada.
385 P. ¿Y la MANSEDUMBRE?
R. Moderación de la IRA.
386 P. ¿Qué es la PACIENCIA?
R. Tranquilidad y Sosiego ante los acontecimientos adversos.
387. P. ¿Qué es la GULA?
R. Apetito desordenado de comida y bebida.
388 P. ¿Y la TEMPLANZA?
R. El freno de este apetito.
389 P. ¿Qué es la ENVIDIA?
R. Tristeza del BIEN ajeno.
390 R. ¿Y la CARIDAD?
R. Sentir el BIEN y el MAL ajeno como el propio.
391 P. ¿Qué es la PEREZA?
R. Andar con TRISTEZA y TEDIO en las cosas Divinas.
392 P. ¿Y la DILIGENCIA?
R. Presteza y GOZO en el Divino Servicio.
SOBRE LAS VIRTUDES TEOLOGALES Y CARDINALES
393 P. ¿Qué es la VIRTUD?
R. Un HABITO que nos inclina a BIEN OBRAR.
394. P. ¿Qué son las Virtudes TEOLOGALES?
R. Las que tienen como fin directo a DIOS.
395 P. ¿Por qué tienen tan alto nombre?
R. Porque nos juntan con DIOS, y EL sólo las :infunde
396 P. ¿Qué es la FE?
R. Una LUZ y reconocimiento sobrenatural con que, sin ver, CREEMOS lo que DIOS dice y la Iglesia nos propone.
397 P. ¿Entiendes el Misterio de la TRINIDAD, o el de la Encarnación?
R. N0: pero lo creo más firmemente que si lo viese.
398 P. ¿Por qué lo CREES con esa certeza?
R. Porque lo dice DIOS, y la Iglesia nos lo ENSEÑA.
399 P. ¿Qué es la ESPERANZA?
R. Esperar la GLORIA y los medios para conseguirla.
400 P. ¿En qué consistirá nuestra Bienaventuranza?
R. En VER A DIOS + AMARLE + GOZARLE ETERNAMENTE.
401 P. ¿Por qué medios lo conseguiremos?
R. Por la GRACIA DIVINA + LOS MERITOS DE CRISTO + LAS BUENAS OBRAS.
402 P. ¿Qué es la CARIDAD?
R. AMAR a DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS, y al Prójimo como a nosotros mismos.
403 P. ¿Quién es NUESTRO Prójimo?
R. TODOS los Hombres, aunque sean ENEMIGOS.
404 P. ¿Qué son las Virtudes MORALES?
R. Las que se ordenan a la consecución de las Buenas Costumbres.
405 P. ¿Por qué se llaman CARDINALES estas Virtudes?
R. Porque son muy principales y raíces de otras.
406 P. ¿En qué consiste la PRUDENCIA?
R. En guardar el TERMINO MEDIO entre los extremos.
407 P. ¿Qué fin tiene la JUSTICIA?
R. Dar a cada uno SU DERECHO.
408 P. ¿Qué finalidad la FORTALEZA?
R. Moderar los MIEDOS y OSADÍAS en la ejecución de las Buenas Obras.
409 P. ¿Qué oficio tiene la TEMPLANZA?
R. Poner un FRENO a la Gula y a los Apetitos Sensuales.
410 P. ¿Cuál es la mayor de las Virtudes?
R. La CARIDAD,‑que les da Vida a todas y las encauza.
411 P. ¿A qué fin las endereza?
R. A DIOS, con quien la Caridad nos junta.
412 P. ¿Cuál de los hombres es el MAS Santo?
R. El que tenga MAYOR CARIDAD, sea el que sea.
413 P. ¿Y quién tendrá MAYOR Caridad?
R. EL QUE MEJOR GUARDE LOS MANDAMIENTOS.
414 P. ¿Cuántos son los Consejos del EVANGELIO?
R. TRES: POBREZA VOLUNTARIA + ESTADO DE CASTIDAD + VIDA DE OBEDIENCIA.
415 P. ¿Para qué sirven estos Consejos?
R. Para guardar mejor los preceptos y llegar más fácilmente a la SANTIDAD y Perfección.
416 P. ¿En qué consiste la PERFECCIÓN de la Vida Cristiana?
R. En la FIEL OBSERVANCIA de TODOS los Mandamientos.
SOBRE LAS POTENCIAS DEL ALMA Y LOS SENTIDOS CORPORALES
417 P. ¿Para qué nos dio DIOS el ENTENDIMIENTO?
R. Para que le CONOZCAMOS y pensemos en las cosas suyas.
418 P. ¿Para qué la MEMORIA?
R. Para que nos ACORDEMOS de su Ley y Beneficios.
419 P. ¿Para qué la VOLUNTAD y Libre ALBEDRÍO?
R. Para que le AMEMOS y hagamos con merecimiento su Voluntad.
420 P. ¿Qué es el ALMA RACIONAL?
R. Un ESPÍRITU INMORTAL, creado por DIOS a su Imagen y Semejanza.
421 P. ¿Para qué nos dio DIOS los SENTIDOS y los Miembros?
R. Para que le SIRVAMOS con todos ellos y en todas las cosas.
SOBRE LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO
422 P. ¿Qué son los DONES del Espíritu Santo?
R. Dádivas preciosas con las que enriquece nuestra alma.
423 P. ¿Para qué nos son necesarios los DONES?
R. Para ser OBEDIENTES a sus Divinas Inspiraciones, y para Ilustrarnos y Ayudarnos en el ejercicio de las Virtudes.
424 P. ¿De qué nos aprovecha el DON de ENTENDIMIENTO?
R. Para que podamos ENTENDER las Verdades.
425 P. ¿Y el de SABIDURÍA?
R. Para que podamos JUZGAR BIEN de ellas y CONTEMPLAR con sabor y gusto las cosas Divinas.
426 P. ¿Y el de CONSEJO?
R. Para acertar más convenientemente en todo cuanto se refiere al servicio de Dios.
427 P. ¿Y el de CIENCIA?
R. Para ELEGIR lo MEJOR y apartarnos del ERROR.
428 P. ¿Y el de PIEDAD?
R. Para mantenernos en una actitud de UNIÓN con DIOS.
429 P. ¿Cómo?
R. Moviéndonos a darle CULTO reverente, como a Padre.
430 P. ¿Y el TEMOR y la FORTALEZA?
R. Para EMPRENDER con Valor las cosas difíciles, y para RESPETARLE amorosamente, temiendo DESAGRADARLE.
431 P. ¿No es todo esto oficio de las Virtudes?
R. Las Virtudes nos rinden a la RAZÓN y Ley Divina, y los DONES a la MOCIÓN del Espíritu Santo.
432 P. ¿para qué?
R. Para actos más ELEVADOS + HEROICOS + PERFECTOS.
433 P. ¿Dónde residen estos DONES?
R. En las almas que están en GRACIA.
SOBRE LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO
434 P. ¿Qué son los FRUTOS del Espíritu Santo?
R. Como la fruta en el árbol: lo más suave, último y perfecto de las Virtudes.
435 P.¿Qué producen estos FRUTOS Admirables?
R. El ÁRBOL místico del JUSTO, plantado en el Jardín de la Iglesia.
436 p. ¿por qué se les llama FRUTOS del Espíritu Santo?
R. Porque se producen mediante el RIEGO de la Divina Gracia.
437 P. ¿Qué es CARIDAD, en cuanto FRUTO?
R. El ACTO de AMOR a DIOS y al Prójimo.
438 P. ¿Qué es GOZO Espiritual?
R. El que nace del AMOR Divino y del Bien que hacemos.
439 P. ¿Qué es PAZ?
R. Una TRANQUILIDAD de ánimo que perfecciona este GOZO.
440 P. ¿qué es PACIENCIA?
R. Sufrir SIN INQUIETUD en las cosas adversas.
441 P. ¿Qué es LONGAMINIDAD?
R. FIRMEZA de ánimo en sufrir, esperando los bienes eternos.
442 P. ¿Qué es BONDAD?
R. DULZURA y RECTITUD del ánimo.
443 P. ¿Qué BENIGNIDAD?
R. Ser SUAVE y BENÉVOLO, sin afectación ni desabrimiento.
444 P. ¿Qué es MANSEDUMBRE?
R. Refrenar la IRA y tener DULZURA en la manera de tratar a los demás.
445 P. ¿Qué es FE, en cuanto FRUTO?
R. Exacta FIDELIDAD en cumplir lo prometido.
446 P. ¿Qué es MODESTIA?
R. La que MODERA en el hombre/mujer sus acciones y palabras.
447 P. ¿Qué es CONTINENCIA?
R. La que MODERA los deleites de los sentidos.
448 P. ¿Que es CASTIDAD?
R. La que REFRENA los deleites IMPUROS.
SOBRE LAS BIENAVENTURANZAS
449 P. ¿Qué son las BIENAVENTURANZAS?
R. Las mejores obras de las Virtudes y Dones del Espíritu Santo, que nos unen con DIOS, último fin y sumo bien.
450 P. ¿Quienes son los POBRES de ESPÍRITU?
R. Los que no apetecen HONRAS ni RIQUEZAS.
451 P. ¿Quienes son los MANSOS?
R. Los que ya no tienen IRA, ni aún movimiento de ella.
452 P. ¿Quienes son los que LLORAN?
R. Los que dejan los PLACERES, aún moderados y HACEN PENITENCIA.
453 P. ¿Y los que HAN HAMBRE y SED de JUSTICIA?
R. Los que HACEN y DESEAN, con ansia, el DEBER en todas las cosas.
454 P. ¿Quienes los MISERICORDIOSOS?
R. Los muy PIADOSOS, aún con los extraños.
455 P. ¿Quienes los LIMPIOS de corazón?
R. Los que son en todo MORTIFICADOS en sus Pasiones.
456 P. ¿Quienes los PACÍFICOS?
R. Los obradores de la PAZ en SI y en OTROS.
457 P. ¿Y los que padecen PERSECUCIÓN por la JUSTICIA?
R. Los que están firmes en ella, aunque los PERSIGAN.
458 P. ¿Qué PREMIO nos ofrecen las BIENAVENTURANZAS?
R. El REINO de los CIELOS.
459 P. ¿Por qué se llaman BIENAVENTURANZAS?
R. PORQUE EN ELLAS CONSISTE LA FELICIDAD DE ESTA VIDA Y LA ESPERANZA DE LA OTRA.
460 P. EL SEÑOR JESUCRISTO, NOS LLEVE A TODOS A ELLA.
R. AMEN + ASÍ  SEA + ASÍ  L0 ESPERAM0S.
+++ +++ +++
(Este Texto es la copia -casi al pie de la letra- de las preguntas y respuestas del Catecismo del Padre Jerónimo Ripalda del año 1616, aunque dándole a las frases el giro de nuestro actual modo de hablar, a fin de que sea mas comprensible y quede mas claro.)

El Adviento

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El Adviento es estar atentos al Señor que viene. 
No es simplemente un momento del Año Litúrgico. ¡Es un tiempo de esperanza! “¡Estar despiertos y vigilantes!” No es una amenaza. Es una Exhortación. Es una actitud que abarca e ilumina toda la vida del cristiano.
Es un mirar a Jesús que vino en la historia para enseñarnos a vivir humana y divinamente. Que viene en cada pobre y necesitado y vendrá al final de los tiempos como Él nos prometió.
Cada uno sabe cuáles son sus “excesos”. Ya es hora de “despertarnos” de nuestra apatía, nuestra indolencia, y es preciso luchar con más decisión y arranquemos de raíz todo aquello que puede desagradar al Señor que viene.
Año tras año, al llegar el Adviento, oímos que es un tiempo de cambio y preparación. Pero, ¿cambia “algo” en nuestra vida?
Este el desafío de quienes “pretendemos” preparar el camino del Señor: Cambiar el corazón, cambiar nuestra mentalidad. Esta actitud se llama, en el lenguaje religioso: conversión. 
El camino del cristiano será imitar a Jesús viendo todo lo que podemos hacer para que los desalentados y oprimidos reciban una nueva esperanza… comenzando por nosotros mismos.
La esperanza y la alegría de un Dios que no se cansa de decirnos: ¡Sean fuertes, no teman! “Yo mismo vengo a salvarlos”.
Lejos de ceder a la tristeza y al pesimismo, alégrate siempre en el Señor, porque Jesús viene a buscar y a salvar lo que estaba perdido.
Algunas veces pareciera que, tanto escuchar y repetir que Jesús es Dios hecho hombre, nos hemos acostumbrado a las palabras y no le tomamos el peso de lo que ellas significan.
Preparemos todo nuestro ser para celebrar este GRAN MISTERIO: Dios que se hace hombre semejante a nosotros, menos en el pecado.
En este camino al encuentro del Señor, es una excelente ocasión para mostrarle a Jesús que estamos vigilantes, atentos, activos… y con el corazón ocupado en amar a todos, especialmente a los más necesitados.
Dile, SÍ, al Señor que ya llega para que nos purifique y nos haga vivir la auténtica alegría de la Navidad.

!Viva cristo Rey y Maria reina! Dios los bendiga queridos hermanos en Crsito y maria fieles a la tradicion que hemos heredado.

Feliz Navidad

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 PREGÓN DE NAVIDAD
Os anunciamos, hermanos y hermanas, una buena noticia, / una gran alegría para todo el pueblo. / Escuchadla con corazón gozoso: / Habían pasado miles y miles de años / desde que, al principio, Dios creó el cielo y la tierra / e hizo al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza. / Miles y miles de años habían transcurrido / desde que cesó el diluvio / y el Altísimo hizo resplandecer el arco iris, / signo de alianza y de paz. / En el año 752 de la fundación de Roma; / en el año 42 del imperio de Octavio Augusto, / mientras sobre toda la tierra reinaba la paz, / en la sexta edad del mundo, / hace años, / en Belén de Judá, pueblo humilde de Israel, / ocupado entonces por los romanos, / en un pesebre, porque no tenían sitio en la posada, / de Santa María la Virgen, esposa de José, / de la casa y familia de David, / nació Jesús, llamado Mesías y Cristo, / que es el Salvador que el pueblo esperaba. / Alegraos, hermanos. / Esta es la buena noticia del ángel: / "Os ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor".

ORACIÓN DE NOCHE VIEJA

Señor, ha pasado un año, con su cortejo de actividades, de trabajos, de idas y venidas. Te lo ofrecemos tal como lo hemos vivido y como Tú lo has visto. Míralo con amor y archívalo en los pliegues de tu misericordia.
Te damos gracias, Señor, por los beneficios que hemos recibido a lo largo de este año. Gracias por las noches tranquilas y por las horas inquietas. Gracias por la salud y la enfermedad. Gracias por la sonrisa amable y por la mano amiga...
Queremos confiarte ahora nuestros deseos de gozo y de paz para el año nuevo que va a comenzar. Señor, bendícenos y concédenos caminar por sendas de paz y de justicia.
También queremos pedirte, Señor, por todos los que han muerto y han ido a tu encuentro en este año que termina, por los que se sienten solos y vacíos en medio del ruido y de las luces de esta Noche vieja, por los enfermos y moribundos, y por todos los que sufren en su cuerpo o en su espíritu...
Haz que todos seamos iluminados con tu Verdad y fortalecidos con tu Vida, y que sepamos descubrir, en lo efímero del tiempo, la esperanza gozosa de tu Eternidad. Amén.

ORACIÓN PARA PEDIR
LA FELICIDAD EN EL NUEVO AÑO

Te pedimos, Señor, paz y felicidad en el nuevo año. Que seamos felices, Señor, en esta tierra nuestra: Ella nos sustenta y rige.
Que seamos felices, Señor, con el perdón: Nada más poderoso para desterrar los odios y establecer la paz.
Que seamos felices, Señor, con la justicia: Sin ella no hay humanidad.
Que seamos felices, Señor, con la ternura: Es el único sol necesario para alumbrar días y noches.
Que Dios escuche el ruego de sus humildes ovejas y de sus buenos pastores, que la Iglesia sea restaurada y que el Reinado de Cristo venga a nosotros. 
Te pedimos especialmente por la restauración en su gloria y esplendor de nuestra Santa Iglesia para que brille como el gran faro que debe ser en las aguas tenebrosas y oscuras de este mundo que nos toca en suerte vivir, iluminamos a todos Señor para que seamos cada día mas fieles a la verdad que es única e inmutable, que no cambia con los tiempos, ni con los tiempos ni con las modas, que sepamos defender la tradicion que heredamos y no decaigamos en la lucha a pesar que todo el mundo se nos venga encima. Felices los que escuchan la palabra del Señor y la practican. 
Señor bendice a nuestra Iglesia para que sea restaurada, bendice al mundo cristiano, convierte a los herejes, infieles, paganos, ateos. Iluminalos para que descubran a la única y verdadera Iglesia y al único y verdadero camino de Salvación que es Cristo.
Así pues señor que todo sea Restaurado en Cristo para la Mayor Gloria de Dios.
Ten en la Gloria de Tu Reino a los familiares, amigos, vecinos y benefactores que han partido de este mundo, ten misericordia de sus almas y de las animas benditas del Purgatorio para que esta Noche de Gloria en que la Luz a vencido a las tinieblas, estén cantando esta noche Gloria a Dios en el Cielo y en la tierra paz para los hombres de buena voluntad que aman al Señor.
Ten misericordia de todos nosotros, que habitamos este valle de lagrimas, que si es Tu voluntad sea este nuevo año, un año prospero en trabajo, salud y amistad fraterna entre todos nosotros y si Tu voluntad señor es que tengamos que partir de este mundo, que no nos sorprenda la muerte con las lamparas apagadas y sin el vestido de fiesta, aleja al demonio, sus pompas y tentaciones de todos nosotros y que sea siempre Tu Santa y Divina Voluntad y la sepamos acatar con amor filial.
Que seamos felices, Señor, en este nuevo año de 2016
Lo necesitamos. Es deseo y don tuyo. Amén.

Tengan ustedes mis queridos hermanos en Cristo Rey y Maria Reina una hermosa Noche Buena y una Feliz Navidad, que Cristo el Rey  de la Gloria y su Santísima Madre Maria Reina, los colme a Ustedes de Bendiciones. Amen.

Saludos Cordiales a todos Ustedes de parte de la feligresía de la FSSPX en Mar del Plata.
Gott mit uns!

El Drama del Fin de los Tiempos El Reverendo P. André Emmanuel, cura párroco de Mesnil-Saint-Loup Francia 1883 -1885

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Título: El Drama del Fin de los Tiempos

Autor: El P. André Emmanuel, cura párroco de Mesnil-Saint-Loup (Francia), escribió estos artículos que fueron apareciendo en el boletín parroquial, entre 1883 y 1885 hace ahora más de cien años. Poseemos una fotocopia del volumen publicado en francés, prologado por Monseñor Lefebvre. Ignoramos la editorial y el año de su edición.



Contenido:
Prefacio de Monseñor Marcel Lefebvre
I. UNAS PALABRAS AL LECTOR
II. LOS SIGNOS PRECURSORES
III. EL HOMBRE DE PECADO
IV. IMPERIO DEL ANTICRISTO: Visión del profeta Daniel
V. LOS PREDICADORES DEL ANTICRISTO: Visión de San Juan
VI. LA IGLESIA DURANTE LA TORMENTA
VII. HENOC Y ELÍAS
VIII. LA CRISIS FINAL
IX. LA CONVERSIÓN DE LOS JUDÍOS
X. EL ADVENIMIENTO DEL JUEZ SUPREMO
XI. CONCLUSIÓN
Notas
Prefacio de Monseñor Marcel Lefebvre
Las páginas que siguen, escritas por el Reverendo Padre Emmanuel, Prior del Monasterio de Mesnil-Saint-Loup, tienen cien años. Las escribió en un boletín entre 1883 y 1885. Se publican en un volumen en 1985.
El Reverendo Padre Emmanuel es teólogo, pero su doctrina se orienta hacia la vida espiritual. Su alma arde en el deseo de comunicar la verdad a las almas, de llevarlas hacia Dios, de santificarlas a la manera de San Benito, que quería hacer de sus monjes buenos cristianos, es decir, discípulos de Nuestro Señor Jesucristo.
La lectura de estas páginas sobre la Iglesia, entusiasma, se siente en ellas el soplo del Espíritu Santo. Algunas, hasta son proféticas, cuando describe la Pasión de la Iglesia. Ese año, 1884, es también el año en el que León XIII redacta su exorcismo por la intercesión de San Miguel Arcángel, que anuncia la iniquidad en la sede de Pedro.

Algunos años antes el Papa Pío IX hacía publicar las Actas de la secta masónica de la Alta Venta, que son verdaderas profecías diabólicas para nuestro tiempo.
El Reverendo Padre, de precisiones sorprendentes sobre el indiferentismo religioso, que corresponde exactamente a la herejía ecuménica de nuestros días. ¡Qué habría dicho de haber vivido en nuestra época! Por sus escritos nos anima a permanecer firmes en le fe de la Iglesia y a rehusar los compromisos que menoscaban su liturgia, su doctrina y su moral. El ejemplo de su apostolado litúrgico en la Parroquia de Nuestra Señora de la Santa Esperanza de Mesnil-Saint-Loup queda como testimonio de su celo y santidad.
Ojalá que estas páginas tengan gran difusión por la intercesión de Nuestra Señora de la Santa Esperanza. Que Ella se digne bendecir a los lectores y a los editores.
Mons. Marcel Lefebvre
I. UNAS PALABRAS AL LECTOR

Hemos considerado a la Iglesia en el pasado y en el presente; nos falta contemplarla en el futuro.

Dios ha querido que los destinos de la Iglesia de su Hijo único fuesen trazados de antemano en las Escrituras, como lo habían sido los de su Hijo mismo; por eso, en ellas buscaremos los documentos de nuestro trabajo.

La Iglesia, como debe ser semejante en todo a Nuestro Señor, sufrirá, antes del fin del mundo, una prueba suprema que será una verdadera Pasión. Los detalles de esta Pasión, en la cual la Iglesia manifestará toda la inmensidad de su amor por su divino Esposo, son los que se encuentran consignados en los escritos inspirados del Antiguo Testamento y del Nuevo. Los haremos pasar ante los ojos de nuestros lectores.

No tenemos intención de espantar a nadie, al abordar semejante tema. Diríamos más: nos parece desgranar, juntamente con las grandes enseñanzas, grandes consuelos.

II

Ciertamente es un espectáculo triste ver cómo la humanidad, seducida y enloquecida por el espíritu del mal, trata de ahogar y de aniquilar a la Iglesia, su madre y su tutora divinas.

Pero de este espectáculo sale una luz que nos muestra toda la historia en su verdadera luz.

El hombre se agita sobre la tierra; pero es conducido por fuerzas que no son de la tierra.

En la superficie de la historia, el ojo capta trastornos de imperios, civilizaciones que se hacen y que se deshacen. Por debajo, la fe nos hace seguir el gran antagonismo entre Satán y Nuestro Señor; ella nos hace asistir a las astucias y a las violencias de que se vale el Espíritu inmundo, para entrar en la casa de la que Jesucristo lo expulsó. Al fin volverá a entrar en ella, y querrá eliminar de ella a Nuestro Señor. Entonces se rasgarán los velos, lo sobrenatural se manifestará por todas partes; no habrá ya política propiamente dicha, sino que se desarrollará un drama exclusivamente religioso, que abarcará a todo el universo.

Podemos preguntarnos por qué los escritores sagrados han descrito tan minucIosamente las peripecias de este drama, cuando sólo ocupará algunos pocos años. Es que será la conclusión de toda la historia de la Iglesia y del género humano; es que hará resaltar, con un brillo supremo, el carácter divino de la Iglesia.

Por otra parte, todas estas profecías tienen el fin incontestable de fortalecer el alma de los fieles creyentes en los días de la gran prueba. Todas las sacudidas, todos los miedos, todas las seducciones que entonces los asaltarán, puesto que han sido predichos con tanta exactitud, formarán entonces otros tantos argumentos en favor de la fe combatida y proscrita. La fe se afianzará en ellos, precisamente por medio de lo que debería destruirla.

Pero nosotros mismos tenemos que sacar abundantes frutos de la consideración de estos acontecimientos extraños y temibles. Después de haber hablado de ellos, Nuestro Señor dijo a sus discípulos: “Velad, pues, orando en todo tiempo, a fin de merecer el evitar todos estos males venideros, y manteneros en pie ante el Hijo del hombre” (Lc. 21 36).

Así, pues, el anuncio de estos acontecimientos es un solemne aviso al mundo: “Velad y orad para no caer en la tentación” (Mt. 26 41).

No sabéis cuándo sucederán estas cosas: velad y orad, para que no os tomen por sorpresa.

Sabéis que desde ahora la seducción opera en las almas, que el misterio de iniquidad realiza su obra, que la fe es reputada como un oprobio (San Gregorio); velad y orad, para conservar la fe.

Llegó la hora de la noche, la hora del poder de las tinieblas: velad para que vuestra lámpara no se apague, orad para que el torpor y el sueño no os venzan.

Más bien levantad vuestras cabezas al cielo; porque la hora de la redención se acerca, porque las primeras luces del alba clarean ya las tinieblas de la noche (Lc. 21 28).

III

Después de haber hablado de las enseñanzas, digamos algunas palabras de los consuelos.

Jamás se habrá visto al mal tan desencadenado; y al mismo tiempo más contenido en la mano de Dios.

La Iglesia, como Nuestro Señor, será entregada sin defensa a los verdugos que la crucificarán en todos sus miembros; pero no se les permitirá romperle los huesos, que son los elegidos, como tampoco se les permitió romper los del Cordero Pascual extendido sobre la cruz.

La prueba será limitada, abreviada, por causa de los elegidos; y los elegidos se salvarán; y los elegidos serán todos los verdaderos humildes.

Finalmente, la prueba concluirá por un triunfo inaudito de la Iglesia, comparable a una resurrección.

En esos tiempos, e incluso en los preludios de la crisis suprema, la Iglesia verá cómo se convierten los restos de las naciones. Pero su consuelo más vivo será el retorno de los Judíos.

Los Judíos se convertirán, ya antes, ya durante el triunfo de la Iglesia; y San Pablo, que anuncia este gran acontecimiento, no puede aguantarse de alegría al contemplar sus consecuencias.

Como se ve, podemos aplicar aquí a la Iglesia la palabra de los Salmos: “Según la multitud de las aflicciones que han llenado mi corazón, vuestras consolaciones, Señor, han alegrado mi alma” (Sal. 93 18).

II. LOS SIGNOS PRECURSORES

I

El tema del fin del mundo ha sido agitado desde el comienzo de la Iglesia. San Pablo había dado sobre este punto preciosas enseñanzas a los cristianos de Tesalónica; y como a pesar de sus instrucciones orales, los espíritus seguían inquietos por causa de predicciones y rumores sin fundamento, les dirige una carta muy grave para calmar esas inquietudes.

“Os rogamos, hermanos, por lo que atañe al advenimiento de Nuestro Señor Jesucristo y a nuestra reunión con El, que no os dejéis tan pronto impresionar, abandonando vuestro sentir, ni os alarméis, ni por visiones, ni por ciertos discursos, ni por cartas que se suponen enviadas por nosotros, como que sea inminente el día del Señor. Que nadie os engañe de ninguna manera; porque antes ha de venir la apostasía, y se ha de manifestar el hombre del pecado, el hijo de la perdición… ¿No recordáis que, estando todavía con vosotros, os decía yo esto? Y ahora ya lo que le detiene, con el objeto de que no se manifieste sino a su tiempo. Porque el misterio de iniquidad está ya en acción; sólo falta que el que lo detiene ahora desaparezca de en medio” (II Tes. 2 1-7).

Así, el fin del mundo no llegará sin que antes se revele un hombre espantosamente malvado e impío, que San Pabblo califica llamándolo el hombre del pecado, el hijo de la perdición. Y éste, a su vez, no se manifestará sino después de una apostasía general, y después de la desaparición de un obstáculo providencial sobre el que el Apóstol había instruido de viva voz a sus fieles.

II

¿De qué apostasía quiere hablar San Pablo? No se trata de una defección parcial; porque dice, de manera absoluta, la apostasía. No se lo puede entender, por desgracia, sino de la apostasía en masa de las sociedades cristianas, que social y civilmente renegarán de su bautismo; de la defección de estas naciones que Jesucristo, según la enérgica expresión de San Pablo, había hecho concorporales a su Iglesia (Ef. 3 6). Sólo esta apostasía hará posible la manifestación, y la dominación, del enemigo personal de Jesucristo, en una palabra, del Anticristo.

Nuestro Señor dijo: “Cuando viniere el Hijo del hombre, ¿os parece que hallará fe sobre la tierra?” (Lc. 18 8). El divino Maestro veía declinar la fe en el mundo llegado a su vejez. No es que los vientos del siglo puedan hacer vacilar esta llama inextinguible, sino que las sociedades, ebrias por el bienestar material, la rechazarán como importuna.

Volviendo las espaldas a la fe, el mundo va camino de las tinieblas, y se convierte en juguete de las ilusiones de la mentira. Considera como luces a meteoritos engañosos. Sería capaz de considerar como las primeras luces del día los brillos rojos del incendio.

Al renegar de Jesucristo, es preciso que caiga mal que le pese en las garras de Satán, a quien tan justamente se llama príncipe de las tinieblas. No puede permanecer neutro; no puede crearse una independencia. Su apostasía lo pone directamente bajo el poder del diablo y de sus satélites.

El docto Estio, al estudiar el texto del Apóstol, dice que esta apostasía comenzó con Lutero y con Calvino. Es el punto de partida. Desde entonces ha recorrido un camino espantoso.

Hoy esta apostasía tiende a consumarse. Toma el nombre de Revolución, que es la insurrección del hombre contra Dios y su Cristo. Tiene por fórmula el laicismo, que es la eliminación de Dios y de su Cristo.

Así vemos a las sociedades secretas, investidas del poder público, encarnizarse en descristianizar Francia, quitándole uno por uno todos los elementos sobrenaturales de que la habían impregnado quince siglos de fe. Estos sectarios sólo persiguen un fin: sellar la apostasía definitiva, y preparar el camino al hombre del pecado.

Los cristianos deben reaccionar, con todas las energías de que disponen, contra esta obra abominable; y para eso han de hacer entrar a Jesucristo en la vida privada y pública, en las costumbres y en las leyes, en la educación y en la instrucción. Por desgracia, hace ya tiempo que en todo eso Jesucristo no es lo que debería ser, a saber todo. Hace ya tiempo que reina una semiapostasía. ¿Cómo, por ejemplo, después de que la instrucción ha sido paganizada, habríamos podido formar otra cosa que semicristianos?

Al trabajar en el sentido directamente opuesto a la Francmasonería, los cristianos retrasarán el advenimiento del hombre del pecado; facilitarán a la Iglesia la paz y la independencia de que tiene necesidad, para captar y convertir al mundo que se abre ante Ella.

Ahí se concentra toda la lucha de la hora presente: ¿dejaremos, sí o no, nosotros los bautizados, que se consume la apostasía que en un breve lapso de tiempo ha de permitir la manifestación del Anticristo?

III

El Apóstol habla, en términos enigmáticos para nosotros, de un obstáculo que se opone a la aparición del hombre de pecado: “Sólo falta que el que lo detiene ahora, dice, desaparezca de en medio”.

Por este obstáculo que detiene, los más antiguos Padres griegos y latinos entendieron casi unánimemente el imperio romano. Por consiguiente, explican a San Pablo del siguiente modo: Mientras subsista el imperio romano, el Anticristo no aparecerá.

Los intérpretes más recientes no se conforman con esta glosa; no admiten que la suerte de la Iglesia parezca ligada a la de un imperio; pero en vano buscan otra explicación que sea realmente satisfactoria.

Confieso ingenuamente que el pensamiento de los antiguos intérpretes no me parece tan despreciable, mientras se la entienda con cierta amplitud.

Observemos que San Pablo, al anunciar a los fieles una apostasía, cuando la conversión del mundo a penas estaba esbozada, debió darles una panorámica de todo el futuro de la Iglesia. Les había hecho saber que las naciones se convertirían, que se formarían sociedades cristianas, y luego que estas sociedades perderían la fe. Les mostró sin duda que el imperio romano sería transformado, que un poder cristiano remplazaría al poder pagano, y que la autoridad de los Césares pasaría a manos bautizadas que se servirían de él para extender el reino de Jesucristo. Y por eso pudo añadir: Mientras dure este estado de cosas, estad tranquilos, el Anticristo no aparecerá.

Por lo tanto, el sentido del Apóstol, entendido ampliamente, sería el siguiente: Mientras la dominación del mundo permanezca entre las manos bautizadas de la raza latina, el enemigo de Jesucristo no se manifestará.

Observemos, como corolario de esta interpretación, que los francmasones se oponen ante todo y sobre todo a la restauración del poder cristiano. Que un príncipe se anuncie como cristiano, se ponen en obra todos los medios para deshacerse de él. Es lo que no debe suceder a ningún precio [1]. Así, pues, el poder cristiano es lo que impediría a la secta alcanzar su objetivo.

Por otra parte, las razas latinas están destinadas o a ejercer en el mundo una influencia católica, o a abdicar. Su misión es la de servir a la difusión del Evangelio; y su existencia política está ligada a esta misión. El día en que renunciasen a ella por la apostasía completa, serían aniquiladas; y el Anticristo, saliendo probablemente de Oriente, las aplastaría fácilmente con los pies [2].

También aquí les toca a los cristianos obrar sobre el espíritu público, obligar a los gobiernos a volver a adoptar las tradiciones cristianas, fuera de las cuales no hay más que decadencia para las naciones europeas y especialmente para nuestra pobre patria.

III. EL HOMBRE DE PECADO

I

Entra dentro de lo posible, aunque la apostasía se encuentre muy avanzada, que los cristianos, por un esfuerzo generoso, hagan retroceder a los conductores de la descristianización a ultranza, y obtengan así para la Iglesia días de consuelo y de paz antes de la gran prueba. Este resultado lo esperamos, no de los hombres, sino de Dios; no tanto de los esfuerzos cuanto de las oraciones.

En este orden de ideas, algunos autores piadosos esperan, después de la crisis presente, un triunfo de la Iglesia, algo así como un domingo de Ramos, en el cual esta Madre será saludada por los clamores de amor de los hijos de Jacob, reunidos a las naciones en la unidad de una misma fe. Nos asociamos de buena gana a estas esperanzas, que apuntan a un hecho formalmente anunciado por los profetas, y del cual volveremos a hablar en su lugar.

Sea lo que fuere, este triunfo, si Dios nos lo concede, no será de larga duración. Los enemigos de la Iglesia, aturdidos por un momento, proseguirán su obra satánica con redoblado odio. Podemos representarnos el estado de la Iglesia en ese momento, como semejante en todo al estado de Nuestro Señor durante los días que precedieron a su Pasión.

El mundo será profundamente agitado, como lo estaba el pueblo judío reunido para las fiestas pascuales. Habrá rumores inmensos, y cada cual hablará de la Iglesia, unos para decir que ella es divina, otros para decir que ella no lo es. La Iglesia se encontrará expuesta a los más insidiosos ataques del librepensamiento; pero jamás habrá logrado mejor que entonces reducir al silencio a sus adversarios, pulverizando sus sofismas…

En resumen, el mundo será puesto enfrente de la verdad; la irradiación divina de la Iglesia brillará ante sus ojos; pero él desviará la cabeza, y dirá: ¡No me interesa! Este desprecio de la verdad, este abuso de las gracias tendrá como consecuencia la revelación del hombre de pecado. La humanidad habrá querido a este amo inmundo: ella lo tendrá. Y por él se producirá una seducción de iniquidad, una eficacia de error (así tradujo Bossuet a San Pablo) que castigará a los hombres por haber rechazado y odiado la Verdad.

Al hablar así, no estamos entregándonos a imaginaciones, sino que seguimos al Apóstol.

En efecto, según él, toda seducción de iniquidad obrará “sobre los que se pierden, por no haber aceptado el amor de la verdad a fin de salvarse. Por eso Dios les enviará una eficacia de error, con que crean a la mentira; para que sean juzgados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia” (II Tes. 2 11-12).

II

Cuando aparezca el hombre de pecado, será, como dice San Pablo, a su tiempo; es decir, en un momento en que el cuerpo de los malvados, endurecido contra los dardos de la gracia, hecho compacto e impermeable por la obstinación de su malicia, reclamará esta cabeza.

Ella surgirá, y Satán hará brillar en ella toda la extensión de su odio contra Dios y los hombres.

El hombre de pecado, el Anticristo, será un hombre, un simple viador hacia la eternidad.

Algunos autores supusieron en él una encarnación del demonio; esta imaginación carece de fundamento. El diablo no tiene el poder de asumir y de unirse una naturaleza humana, de simular el adorable misterio de la Encarnación del Verbo.

Los Padres piensan unánimemente que será judío de origen. Incluso dicen que será de la tribu de Dan, fundándose en que esta tribu no es nombrada en el Apocalipsis como dando elegidos al Señor. San Agustín se hace el eco de esta tradición, en su libro de Cuestiones sobre Josué. Se hace muy verosímil por el hecho de que la francmasonería es de origen judío, de que los judíos tienen en manos sus hilos en el mundo entero; lo cual hace pensar que el jefe del imperio anticristiano será un judío. Los judíos, por otra parte, que no quieren reconocer a Jesucristo, siguen esperando a su Mesías. Nuestro Señor les decía:

“Yo vine en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere de su propia autoridad, a aquél le recibiréis” (Jn. 5 43). Por este otro, los Padres entienden comúnmente al Anticristo.

Aunque el Anticristo sea llamado el hombre de pecado, el hijo de perdición, no hay que creer que estará destinado al mal, como fatal e irremisiblemente. Recibirá gracias, conocerá la verdad, tendrá un ángel custodio. Tendrá la oportunidad y los medios para alcanzar la salvación, y sólo se perderá por su propia culpa.

Sin embargo, San Juan Damasceno no duda en decir que desde su nacimiento será impuro, totalmente impregnado de los soplos de Satán. Es de creer que, desde el uso de razón, entrará en contacto tan constante e íntimo con el espíritu de las tinieblas, se inclinará al mal con tal obstinación, que no dejará penetrar en su alma ninguna luz sobrenatural, ninguna gracia de lo alto. Permanecerá inmutablemente rebelde a todo bien.

Eso le valdrá el nombre de hombre de pecado. Llevará el pecado hasta su colmo, no haciendo de toda su vida sino un largo acto de rebeldía contra Dios. Por esta constante aplicación al mal, alcanzará un refinamiento de impiedad al que no llegó jamás hombre alguno.

El calificativo de hijo de perdición, que le es común con Judas, quiere decir que su condenación eterna esta prevista por Dios, como castigo de su espantosa malicia, hasta el punto de que está inscrita en las Escrituras y como consignada de antemano. Es probable -y tal es el pensamiento de San Gregorio- que el monstruo conocerá, por una luz salida de los abismos del infierno, la suerte que le espera, que renunciará a toda esperanza para odiar a Dios más a su gusto, que se fijará desde esta vida en la obstinación irremediable de los condenados. Y así realizará en sí mismo el nombre terrible de hijo de perdición. De este modo será verdaderamente el Anticristo, es decir, las antípodas de Nuestro Señor.

Jesucristo se encontraba fuera del alcance del pecado; él se pondrá fuera del alcance de la gracia, por un abandono de todo su ser al espíritu del mal. Jesucristo se orientaba a su Padre con todos los impulsos de una naturaleza divinizada y sustraída a las influencias del mal; él se orientará al mal con todos los impulsos de una naturaleza profundamente viciada y que renunciará incluso a la esperanza.

III

Siendo tan diametralmente opuesto a Nuestro Señor, realizará obras en oposición directa con las suyas. Será para Satán un órgano selecto, un instrumento de predilección.

Así como Dios, al enviar a su Hijo al mundo, lo revistió del poder de hacer milagros, e incluso de devolver la vida a los muertos, del mismo modo Satán, haciendo un pacto con el hombre de pecado, le comunicará el poder de hacer falsos milagros. Por eso dice San Pablo que “su advenimiento será según la operación de Satanás, con todo poder, señales y prodigios falsos”. Nuestro Señor sólo hizo milagros por bondad, y se negó a hacer milagros por pura ostentación; el Anticristo se complacerá en ellos, y los pueblos, por un justo juicio de Dios, se dejarán engañar por sus malabarismos.

Por lo que precede está claro que el Anticristo se presentará al mundo como el tipo más completo de estos falsos profetas que fanatizan a las masas, y que las conducen a todos los excesos bajo el pretexto de una reforma religiosa. Desde este punto de vista, Mahoma parece haber sido su verdadero precursor. Pero el Anticristo lo superará inmediatamente en perversidad, en habilidad, y también en la plenitud de su poder satánico.

En el próximo artículo estudiaremos los orígenes y desarrollo de su poder, y las fases de la guerra de exterminio que desencadenará contra la Iglesia de Jesucristo.


IV. IMPERIO DEL ANTICRISTO:

Visión del profeta Daniel

Una noche el profeta Daniel tuvo una visión formidable. Mientras que los cuatro vientos del cielo se combatían en un vasto mar, vio surgir del medio de las olas cuatro fieras monstruosas.

Eran una leona, un oso, un leopardo de cuatro cabezas, y no sé que monstruo de una fuerza prodigiosa, que tenía dientes y uñas de hierro, y diez coronas en la frente.

Le fue revelado al profeta que estas cuatro fieras significaban cuatro imperios que se levantarían sucesivamente sobre las olas cambiantes de la humanidad.

Ahora bien, mientras que Daniel consideraba con espanto la cuarta fiera, vio nacer un pequeño cuerno en medio de los otros diez, que abatía a tres de ellos, y crecía más que todos los demás; y este cuerno tenía como ojos de hombre, y una boca que profería grandes discursos; y hacía la guerra a los santos del Altísimo, y prevalecía contra ellos.

El profeta pidió el significado de esta visión extraña. Le fue dicho que los diez cuernos representaban a diez reyes; que el pequeño cuerno era un rey que acabaría por dominar sobre toda la tierra con un poder inaudito. “Vomitará, le fue dicho, blasfemias contra Dios, atropellará a los santos del Altísimo, y se creerá con facultad de mudar las festividades y las leyes, y los santos serán dejados en sus manos por un tiempo, dos tiempos, y la mitad de un tiempo” (Dan. 7 25).

II

Por este rey, todos los intérpretes entienden al Anticristo.

¿Cuál es la bestia en que sale, al tiempo señalado, este cuerno de impiedad? Es la Revolución, por la que se entiende todo el cuerpo de los impíos, que obedecen a un motor oculto, que se levanta contra Dios: la Revolución, poder a la vez satánico y bestial, satánico como animado de un espíritu infernal, bestial como entregado a todos los instintos de la naturaleza degradada. Tiene dientes y uñas de hierro: pues forja leyes despóticas, por medio de las cuales despedaza la libertad humana. Trata de apoderarse de los reyes y de los gobiernos, que deben pactar con ella. Cuando aparezca el Anticristo, tendrá diez reyes a su servicio, como si fueran diez cuernos en la frente.

El Anticristo, nos dice Daniel, aparecerá como un pequeño cuerno; es decir, sus comienzos serán oscuros. No saldrá de familia real; será un Mahoma, un Madhi, que se elevará poco a poco por la osadía de sus imposturas, secundadas por la complicidad total del diablo.

Efectivamente, el cuerno que lo representa es muy diferente de los demás. Tiene ojos como ojos de hombre; pues el nuevo rey es un vidente, un falso profeta. Tiene una boca que profiere palabras grandilocuentes; porque se impone no menos por el brillo de su palabra y la seducción de sus promesas, que por la fuerza de las armas y las astucias de la política.

Todo el mundo tendrá pronto las miradas vueltas hacia el impostor, cuyas hazañas celebrarán las trompetas de una prensa complaciente. Su popularidad hará sombra a varios de los soberanos apóstatas, que se repartirán entonces el imperio de la bestia revolucionaria. De ello se seguirá una lucha gigantesca, en la cual, según Daniel, el Anticristo abatirá a tres de sus rivales.

En ese momento todos los pueblos, fanatizados por sus prodigios y sus victorias, lo aclamarán como el salvador de la humanidad. Y los otros reyes no tendrán más remedio que sometérsele.

Comenzará entonces una crisis terrible para la Iglesia de Dios. Pues el cuerno de impiedad, después de llegar a la cumbre del poder, hará la guerra a los santos y prevalecerá contra ellos.

III

Es probable que, durante todo este primer período que podrá durar largos años, el hombre del pecado afectará tener aires de moderación hipócrita.

Judío, se presentará a los Judíos como el Mesías prometido, como el restaurador de la ley de Moisés; tratará de aplicar en su favor las misteriosas profecías de Isaías y de Ezequiel; reconstruirá, según el parecer de varios Padres, el templo de Jerusalén. Los Judíos, al menos en parte, deslumbrados por sus falsos milagros y su fasto insolente, lo recibirán a él, el falso Cristo; y pondrán a su disposición la alta finanza, toda la prensa, y las logias masónicas del mundo entero.

Es también muy verosímil que el Anticristo tratará con consideración, para encumbrarse, a los partidarios de las falsas religiones. Se presentará como plenamente respetuoso de la libertad de cultos, una de las máximas y una de las mentiras de la bestia revolucionaria. Dirá a los budistas que él mismo es un Buda; a los musulmanes, que Mahoma es un gran profeta. Incluso no es nada imposible que el mundo musulmán acepte al falso Mesías de los Judíos como un nuevo Mahoma.

¿Qué podemos saber? Tal vez llegará a decir, en su hipocresía, y semejante en esto a Herodes su precursor, que quiere adorar a Jesucristo. Pero no se tratará sino de una burla amarga. ¡Ay de los cristianos que soporten sin indignación que su adorable Salvador sea colocado en pie de igualdad con Buda y Mahoma, en no sé qué panteón de falsos dioses!

Todos estos artificios, semejantes a las caricias del caballero que quiere subirse a su montura, ganarán insensiblemente el mundo para el enemigo de Jesucristo; pero una vez bien asentado sobre los estribos, hará valer los frenos y las espuelas; y pesará entonces sobre la humanidad la más espantosa de las tiranías.

IV

San Pablo nos da a conocer de un solo trazo de pluma el carácter extremo de esta tiranía, la más odiosa que existió y que existirá jamás.

El hombre del pecado, dice, el hijo de la perdición, el impío, “hará frente y se levantará contra todo el que se llama Dios o tiene carácter religioso, hasta llegar a invadir el santuario de Dios, y poner en él su trono, ostentándose a sí mismo como quien es Dios” (II Tes. 2 4).

Daniel lo había predicho antes que San Pablo. “No atenderá a los dioses de sus padres, ni a la favorita de sus mujeres, ni hará caso de ningún dios, pues se creerá superior a todos” (Dan. 11 37).

Así, pues, cuando el Anticristo haya sometido al mundo, cuando haya colocado en todas partes sus lugartenientes y sus criaturas, cuando pueda hacer valer en su propio provecho todos los recursos de una centralización llevada a su colmo: entonces se quitará la máscara, proclamará que todos los cultos quedan abolidos, se presentará como el único Dios, y bajo las más espantosas e infamantes penas intentará forzar a todos los habitantes de la tierra a que adoren su propia divinidad, con exclusión de toda otra.

A eso llegará la famosa libertad de cultos, que tanto se predica ahora; la promiscuidad de los errores exige lógicamente esta conclusión.

Mientras estaba en la tierra, el adorable Jesús, dulce y humilde de corazón, que era Dios, no se propuso nunca a la adoración de sus apóstoles; al contrario, llegó hasta a ponerse de rodillas ante ellos, al lavarles los pies. Mas el Anticristo, monstruo de impiedad y de orgullo, se hará adorar por la humanidad enloquecida y seducida; ella habrá escogido este amo, prefiriéndolo al primero.

¡Y no se piense que la trampa será evidente! No olvidemos, dice San Gregorio, que el monstruo dispondrá del poder del diablo para hacer prodigios: y así, mientras que al comienzo los milagros estaban del lado de los mártires, en ese momento parecerán estar del lado de los verdugos. Habrá un deslumbramiento, un vértigo. Sólo los verdaderos humildes, afianzados en Dios, se darán cuenta de la impostura y escaparán a la tentación.

Pero ¿dónde establecerá su culto el Anticristo? San Pablo dice: “en el templo de Dios”. San Ireneo, casi contemporáneo de los Apóstoles, precisa más, y dice que en el templo de Jerusalén, que hará reconstruir. Ese será el centro de la horrible religión. San Juan, por otra parte, nos hace saber que la imagen del monstruo será propuesta en todas partes a la adoración de los hombres (Apoc. 13 24).

Entonces el budismo, mahometismo, protestantismo, etc., serán suprimidos y abolidos. Pero no hace falta decir que el furor del mundo se dirigirá contra Nuestro Señor y su Iglesia. El Anticristo hará cesar el culto público; suprimirá, dice Daniel, el sacrificio perpetuo. No se podrá ya celebrar la Santa Misa más que en las cavernas y lugares ocultos.

Las iglesias profanadas presentarán a las miradas de todos la abominación de la desolación, a saber, la imagen del monstruo colocada sobre los altares del verdadero Dios. En la Revolución francesa hubo un ensayo de todo esto.

Aquí se dejará sentir la mano de Dios. Abreviará esos días de suma angustia. Esta persecución, que conmovería a las mismas columnas del cielo, durará sólo un tiempo, dos tiempos y la mitad de un tiempo, a saber, tres años y medio.


V. LOS PREDICADORES DEL ANTICRISTO:

Visión de San Juan

Los Libros Santos, que entran en tantos detalles sobre el hombre del pecado, nos dan a conocer a un agente misterioso de seducción que le someterá la tierra. Este agente, a la vez uno y múltiple, es, según San Gregorio, una especie de cuerpo docente que propagará por todas partes las doctrinas perversas de la Revolución.
El Anticristo tendrá sus lugartenientes y sus generales; poseerá un ejército numerosísimo. Apenas se atreve uno a entender, al pie de la letra, la cifra que San Juan nos da de él al hablar de la sola caballería (Apoc. 9 16) [3]. Pero tendrá sobre todo a su servicio falsos profetas como él, iluminados del diablo, doctores de mentiras; enemigo personal de Jesucristo, copiará al divino Maestro, rodeándose de apóstoles a la inversa.

Hablemos, pues, según San Juan, de estos doctores impíos, a quienes daremos el nombre, con San Gregorio, de predicadores del Anticristo.

II

San Juan, en el capítulo 13 de su Apocalipsis, describe una visión completamente semejante a la de Daniel. Ve surgir del mar un monstruo único, que reúne en sí mismo por una horrible síntesis todas las características de las cuatro bestias contempladas por el profeta. Este monstruo se asemeja al leopardo; tiene patas de oso y cabeza de león; y tiene siete cabezas y diez cuernos.

Representa el imperio del Anticristo, formado por todas las corrupciones de la humanidad. Representa también al Anticristo mismo, que es el nudo de todo este conglomerado violento de miembros incoherentes y dispares. Creeríamos ver al impostor, con el cortejo de cristianos apóstatas, de musulmanes fanatizados, de judíos iluminados, que lo seguirá por todas partes.

Ahora bien, mientras San Juan consideraba esta Bestia, vio que una de sus cabezas estaba como herida de muerte; y que luego su herida mortal fue curada. Y toda la tierra se maravilló ante la Bestia.

Los intérpretes ven aquí uno de los falsos prodigios del Anticristo; uno de sus principales lugartenientes, o tal vez él mismo, parecerá gravemente herido; ya se lo creerá muerto, cuando de repente, por un artificio diabólico, se levantará lleno de vida. Esta impostura será celebrada por todos los periódicos, ese día casualmente muy crédulos; y el entusiasmo se convertirá en delirio.

“Entonces, continúa San Juan, los hombres adoraron al dragón, porque había dado la potestad a la Bestia, y adoraron a la Bestia, diciendo: «¿Quién es semejante a la Bestia, y quién es capaz de pelear con ella?».

Así el diablo será públicamente adorado, y también el Anticristo; y no será un doble culto, pues el primero será adorado en el segundo. San Juan nos hace asistir luego a la persecución contra la Iglesia.

“Y le fue dada boca que hablase grandes cosas y blasfemias, y le fue dada potestad de actuar durante cuarenta y dos meses”.

Es el mismo vaticinio que Daniel, y designa el tiempo de la persecución cuando llegue a su paroxismo. Cuarenta y dos meses son justo tres años y medio.

“Y abrió su boca para lanzar blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre y de su tabernáculo, de los que tienen su morada en el cielo. Y le fue dado hacer la guerra contra los santos, y vencerlos; y le fue dada potestad sobre toda tribu, y pueblo, y lengua, y nación. Y la adorarán todos los que habitan sobre la tierra, cuyo nombre no está escrito en el libro de la vida del Cordero, que ha sido degollado desde la creación del mundo.

Quien tenga oído, oiga. Quien lleva al cautiverio, al cautiverio irá; quien a espada matare, a espada también se le matará irremisiblemente. Aquí esta la paciencia y la fe de los santos” (Apoc. 13 3-11).

Así describe el apóstol amado la terrible persecución. A todas las amenazas se les añadirán todas las seducciones; de ello resultará un fanatismo delirante que echará al mundo entero a los pies de la Bestia. Pero todos los asaltos del infierno fracasarán ante “la paciencia y la fe de los santos”.

III

San Juan nos pinta a continuación el gran agente de seducción que doblegará los espíritus de los hombres al culto de la Bestia.

“Y vi, prosigue, otra Bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los del Cordero, y hablaba como dragón. Y la potestad de la primera Bestia la ejecuta toda en su presencia. Y hace que la tierra y los que habitan en ella adoren a la Bestia primera, cuya herida de muerte había sido curada. Y hace grandes prodigios, de modo que aun fuego hace bajar del cielo a la tierra a vista de los hombres. Y seduce a los que habitan sobre la tierra a causa de los prodigios que le ha sido dado obrar en presencia de la Bestia, diciendo a los que habitan sobre la tierra que hicieran una imagen de la Bestia que lleva la herida de la espada y revivió. Y le fue dado dar espíritu a la imagen de la Bestia, de suerte que aun hablase la imagen de la Bestia, y que hiciese que cuantos no adorasen la imagen de la Bestia fueran muertos. Y hace que a todos, los pequeños y los grandes, los ricos y los pobres, los libres y los siervos, se les ponga una marca sobre su mano derecha o sobre su frente, y que nadie pueda comprar o vender, sino quien lleve la marca, que es el nombre de la Bestia o el número de su nombre. Aquí está la sabiduría. Quien tenga inteligencia, calcule el número de la Bestia, pues es número humano. Y su número es 666” (Apoc. 13 11-18).

Esta es la segunda parte de la profecía de San Juan. San Gregorio interpreta este misterioso pasaje en el sentido de que, como hemos dicho, el Anticristo tendrá su colegio de predicadores y de apóstoles a la inversa. Y estos doctores de mentira serán algo así como nuestros sabios modernos, pero aumentados con poderes de magos o de espiritistas.

Tendrán la apariencia del Cordero. Simularán las máximas evangélicas de paz, de concordia, de libertad, de fraternidad humana; pero bajo estas apariencias propagarán el ateísmo más desvergonzado.

Tendrán la apariencia del Cordero. Se presentarán como agentes de persuasión, respetuosos hacia todas las conciencias; pero luego harán morir en los tormentos a quienes se nieguen a escucharlos.

“Sus auditores, dice con energía San Gregorio, serán todos los réprobos; su táctica, sigue diciendo, consistirá en proclamar que el género humano, durante las edades de fe, estaba sumergido en las tinieblas; y saludarán el advenimiento del Anticristo como la aparición del día y el despertar del mundo” (Moralia in Job, lib. XXXIII).

Estos predicadores serán apoyados por falsos prodigios. Instruidos por el diablo y su satélite de secretos naturales todavía desconocidos, los misioneros del Anticristo espantarán y seducirán a las muchedumbres por toda clase de sortilegios; harán descender fuego del cielo, y hablar las imágenes del Anticristo que habrán levantado.

Pero eso no es todo. Obligarán a todos los hombres, bajo pena de muerte, a adorar estas imágenes parlantes. Los obligarán a llevar, en la mano derecha o en la frente, el número del monstruo. Y todo el que no tenga este número, no podrá ni comprar ni vender.

Aquí se muestra el espantoso refinamiento de la persecución suprema. El que no lleve la marca del monstruo se encontrará, por este solo hecho, fuera de la ley, fuera de la sociedad, merecedor de muerte.

Pero ¿acaso no vemos desde ahora cómo se esboza un intento de esta tiranía?
¿Qué son todos esos maestros de la enseñanza sin Dios, sino los precursores del Anticristo? La Revolución quiere tener su cuerpo docente, encargado oficialmente de descristianizar la juventud, y de imprimir en la frente de todos, pequeños y grandes, pobres y ricos, la marca del Dios-Estado. La enseñanza obligatoria y laica no tiene otro fin.

Ya se preparan leyes para prohibir la entrada en las carreras públicas a todo el que no haya recibido la firma de las escuelas del Estado. El día en que pasen estas leyes abominables, se habrá puesto fin a la libertad humana. Entraremos entonces en una tiranía sombría, sofocante, infernal. El Anticristo podrá venir.

Como la conciencia pública, queremos esperarlo, es aún demasiado cristiana para soportar semejante tortura, se buscan todos los medios posibles para adormecerla.
Por otra parte, que los creyentes se consuelen. Todos estos extremos servirán, en los planes de Dios, para hacer brillar la paciencia y la fe de los santos. Es lo que veremos en el capítulo siguiente.

VI. LA IGLESIA DURANTE LA TORMENTA

I

San Gregorio Magno, en sus luminosos comentarios sobre Job, abre las más profundas perspectivas sobre toda la historia de la Iglesia. Es que él mismo estaba visiblemente animado de este espíritu profético derramado en todas las Escrituras.

Contempla a la Iglesia, al fin de los tiempos, bajo la figura de Job humillado y sufriente, expuesto a las insinuaciones pérfidas de su mujer y a las críticas amargas de sus amigos; él, delante de quien en otros tiempos se levantaban los ancianos, y los príncipes guardaban silencio.

La Iglesia, dice muchas veces el gran Papa, hacia el término de su peregrinación, será privada de todo poder temporal; incluso se tratará de quitarle todo punto de apoyo sobre la tierra.

Pero va más lejos, y declara que será despojada del brillo mismo que proviene de los dones sobrenaturales.

“Se retirará, dice, el poder de los milagros, será quitada la gracia de las curaciones, desaparecerá la profecía, disminuirá el don de una larga abstinencia, se callarán las enseñanzas de la doctrina, cesarán los prodigios milagrosos. Eso no quiere decir que no habrá nada de todo eso; pero todas estas señales ya no brillarán abiertamente y de mil maneras, como en las primeras edades. Será incluso la ocasión propicia para realizar un maravilloso discernimiento. En ese estado humillado de la Iglesia crecerá la recompensa de los buenos, que se aferrarán a ella únicamente con miras a los bienes celestiales; por lo que a los malvados se refiere, no viendo en ella ningún atractivo temporal, no tendrán ya nada que disimular, y se mostrarán tal como son” (Moralia in Job, lib. XXXV).

¡Qué palabra terrible: se callarán las enseñanzas de la doctrina! San Gregorio proclama en otras partes que la Iglesia prefiere morir a callarse. Por lo tanto, ella hablará: pero su enseñanza será obstaculizada, su voz será ahogada; ella hablará: pero muchos de los que deberían gritar sobre los techos no se atreverán a hacerlo por temor a los hombres.

Y eso será la ocasión de un discernimiento temible.

San Gregorio vuelve frecuentemente sobre esta verdad, de que hay en la Iglesia tres categorías de personas: los hipócritas o falsos cristianos, los débiles y los fuertes. Ahora bien, en esos momentos de angustia, los hipócritas se quitarán la máscara, y manifestarán abiertamente su apostasía secreta; los débiles, desgraciadamente, perecerán en gran número, y el corazón de la Iglesia sangrará de ello; finalmente, muchos de los mismos fuertes, demasiado confiados en su fuerza, caerán como las estrellas del cielo.

A pesar de todas estas tristezas punzantes, la Iglesia no perderá ni la valentía ni la confianza. Será sostenida por la promesa del Salvador, consignada en las Escrituras, de que esos días serán abreviados a causa de los elegidos. Sabiendo que los elegidos serán salvados a pesar de todo, se entregará, en lo más recio de la tormenta, a la salvación de las almas con una energía infatigable.

II

En efecto, a pesar del espantoso escándalo de esos tiempos de perdición, no hay que pensar que los pequeños y los débiles se perderán necesariamente. El camino de salvación seguirá estando abierto, y la salvación será posible para todos. La Iglesia tendrá medios de preservación proporcionados a la magnitud del peligro. Y sólo perecerán aquellos de entre los pequeños que, por haber abandonado las alas de su madre, serán presa del ave rapaz.

¿Cuáles serán esos medios de preservación? Las Escrituras no nos dan ninguna indicación sobre este punto; mas nosotros podemos formular sin temeridad algunas conjeturas.

La Iglesia se acordará del aviso dado por Nuestro Señor para los tiempos de la toma y destrucción de Jerusalén, y aplicable, según el parecer de los intérpretes, a la última persecución.

“Cuando viereis, pues, la abominación de la desolación, anunciada por el profeta Daniel, estar en el lugar santo (¡el que lee, entienda!), entonces los que estén en la Judea huyan a los montes… Rogad que vuestra fuga no sea en invierno ni en sábado, porque habrá entonces tribulación grande, cual no la hubo desde el comienzo del mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si no se acortaran aquellos días, no se salvaría hombre viviente; mas en atención a los elegidos serán acortados aquellos días” (Mt. 24 15, 20-22).

En conformidad con estas instrucciones del Salvador, la Iglesia salvará a los pequeños de su rebaño por medio de la fuga; Ella les preparará refugios inaccesibles, donde los colmillos de la Bestia no los alcanzarán.

Uno puede preguntarse cómo habrá entonces refugios inaccesibles, cuando la tierra se encontrará repleta y surcada de vías de comunicación. Hay que contestar que Dios proveerá por sí mismo a la seguridad de los fugitivos. San Juan nos hace entrever la acción de la Providencia.

En el capítulo 12 del Apocalipsis, nos presenta a una Mujer revestida del sol y coronada de estrellas; es la Iglesia. Esta Mujer sufre los dolores del parto; porque la Iglesia da a luz a Dios en las almas, en medio de grandes sufrimientos. Ante ella se aposta un gran dragón rojo, imagen del diablo y de sus continuas emboscadas. Pero la Mujer huye al desierto, “a un lugar preparado por Dios mismo, para que allí la sustenten durante mil doscientos sesenta días” (Apoc. 12 6). Estos 1260 días, que son tres años y medio, indican el tiempo de la persecución del Anticristo, como queda manifiesto por los demás pasajes del Apocalipsis. Por lo tanto, durante este tiempo la Iglesia, en la persona de los débiles, huirá al desierto, a la soledad; y Dios mismo se cuidará en mantenerla escondida y alimentarla.

El fin del mismo capítulo contiene detalles sobre esta huida. Se le dieron a la Mujer dos grandes alas de águila, para transportarla al desierto. El dragón trata de perseguirla, y su boca vomita en pos de ella agua como río; pero la tierra socorre a la Mujer, y absorbe el río. Estas palabras enigmáticas designan alguna gran maravilla que Dios realizará en favor de su Iglesia; la rabia del dragón vendrá a morir a sus pies.

Sin embargo, mientras los débiles orarán con seguridad en una soledad misteriosa, los fuertes y los valientes entablarán una lucha formidable, en presencia del mundo entero, con el dragón desencadenado.

III

En efecto, está fuera de toda duda que habrá, en los últimos tiempos, santos de una virtud heroica. Al comienzo, Dios dio a su Iglesia los Apóstoles, que abatieron el imperio idólatra, y la fundaron y cimentaron en su propia sangre. Al final le dará también hijos y defensores, probablemente ni menos santos ni menores.

San Agustín exclama, al pensar en ellos: “En comparación con los santos y fieles que habrá entonces, ¿qué somos nosotros? Pues, para ponerlos a prueba el diablo, a quien nosotros debemos combatir al precio de mil peligros, estará desencadenado, cuando ahora está atado. Y sin embargo, añade, es de creer que ya en el día de hoy Cristo tiene soldados lo bastante prudentes y fuertes, para poder despistar con sabiduría, si es preciso, todas sus emboscadas, y soportar con paciencia los asaltos de su enemigo, incluso cuando está desencadenado” (De Civitate Dei, lib. XX, 8).

San Agustín se pregunta luego: ¿Habrá aún conversiones, en esos tiempos de perdición? ¿Se bautizará aún a los niños, a pesar de las prohibiciones del monstruo? ¿Los santos tendrán entonces el poder de arrancar almas de las fauces del dragón furioso? El gran Doctor contesta afirmativamente a todas estas preguntas. Sin lugar a dudas, las conversiones serán más raras, pero por eso mismo resultarán más sorprendentes. Sin lugar a dudas, y por regla general, es preciso que Satán esté atado para que se lo pueda despojar (Mt. 11 29); pero, en esos días, Dios se complacerá en mostrar que su gracia es más fuerte que el fuerte mismo, en su desencadenamiento más furioso.

Cada cual puede observar cuán consoladoras son estas verdades.

Mas ¿quiénes serán los santos de los últimos tiempos? Nos gusta pensar que entre ellos habrá soldados. El Anticristo será un conquistador, y mandará a ejércitos; pero encontrará ante él Legiones Tebanas, héroes de esta raza gloriosa e indomable que tiene a los Macabeos por antecesores, y que cuenta entre sus líneas a los Cruzados, los campesinos de la Vandea y del Tirol, y finalmente los Zuavos pontificios. A esos soldados los podrá aplastar bajo el peso de sus huestes numerosísimas, pero no los hará huir.

Pero el Anticristo será sobre todo un impostor; por consiguiente, encontrará como principales adversarios a los apóstoles armados del crucifijo. Como la última persecución revestirá el aspecto de una seducción, éstos unirán a la paciencia de los mártires la ciencia de los doctores. Nuestro Señor se los hizo ver un día a Santa Teresa, con espadas luminosas en las manos.

A la cabeza de estas falanges intrépidas, aparecerán dos enviados extraordinarios de Dios, dos gigantes en santidad, dos sobrevivientes de las edades antiguas: acabamos de nombrar a Henoc y Elías, de los que hablaremos en el artículo siguiente.

VII. HENOC Y ELÍAS

Los hechos maravillosos que vamos a referir no son suposiciones aventuradas; son verdades sacadas de la Escritura Sagrada, y que sería por lo menos temerario negar.

Antes del fin de los tiempos, y durante la persecución del Anticristo, se verá reaparecer en medio de los hombres a dos personajes extraordinarios, llamados Henoc y Elías.

¿Quiénes son estos personajes? ¿En qué condiciones se realizará su aparición providencial en la escena del mundo? Es lo que vamos a examinar, a la luz de las Escrituras y de la Tradición.



I

Henoc es uno de los descendientes de Set, hijo de Adán, y tronco de la raza de los hijos de Dios. Es la cabeza de la sexta generación a partir del padre del género humano. El Génesis nos enseña sobre él lo que sigue :

“Jared llevaba de vida ciento sesenta y dos años cuando engendró a Henoc… Henoc llevaba de vida sesenta y cinco años cuando engendró a Matusalén; y caminó Henoc en compañía de Dios, después de haber engendrado a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas. Resultaron, pues, todos los días de Henoc trescientos sesenta y cinco años. Ahora bien, Henoc caminó en compañía de Dios, y desapareció, porque Dios le tomó consigo” (Gen. 5 18-25).

Dios arrebató a la edad de 365 años, es decir, dada la extrema longevidad de esa época, en la madurez de su edad. No murió, sino que desapareció. Fue transportado, vivo, a un lugar conocido sólo por Dios. Esto es lo que sabemos de Henoc, patriarca de la raza de Set, bisabuelo de Noé, antecesor del Salvador.

Por lo que se refiere a Elías, su historia es mejor conocida. Henoc, anterior al Diluvio, nació varios miles de años antes de Jesucristo. Elías apareció en el reino de Israel menos de mil años antes del Salvador; es el gran profeta de la nación judía.

Su vida es de lo más dramática (III y IV Reyes). Se podría decir que es una profecía en acción del estado de la Iglesia en tiempos de la persecución del Anticristo. Siempre anda errante, siempre se ve amenazado de muerte, siempre es protegido por la mano de Dios.

Unas veces Dios lo oculta en el desierto, donde lo alimentan unos cuervos; otras veces lo presenta al orgulloso Acab, que tiembla ante él. Dios le entrega las llaves del cielo, para enviar la lluvia o el rayo; lo favorece en el monte Horeb con una visión llena de misterios.

En resumen, lo engrandece hasta darle la talla de Moisés taumaturgo, de manera que juntamente con Moisés escolta a Nuestro Señor en el Tabor.

La desaparición de Elías responde a una vida tan sublimemente extraña. Se lo ve caminar con su discípulo Eliseo; se abre un paso a través del Jordán, golpeando las aguas con su manto. Anuncia que va a ser arrebatado al cielo. De repente, “mientras ellos iban hablando, un carro de fuego y unos caballos de fuego los separaron a entrambos, y subió Elías en un torbellino al cielo. Eliseo lo veía y gritaba : «¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su auriga!» Y no le vio más” (IV Rey. 2 11-12).

De este modo Elías, el amigo de Dios, el celador de su gloria, fue también arrebatado y transportado a una región misteriosa, en la que se encontró con su antecesor, el gran Henoc.

¿Cuál es esta región? Henoc y Elías están vivos, eso es seguro. ¿Dónde los ha escondido Dios? ¿En alguna región inaccesible de esta pobre tierra? ¿En algún lugar del firmamento? Nadie lo sabe.

Se puede afirmar solamente que, por el momento, se encuentran fuera de las condiciones humanas; los siglos pasan debajo de sus pies, sin afectarlos; permanecen en la madurez de su edad, seguramente tal como eran cuando Dios los arrebató de en medio de los hombres.

II

Su reaparición en la escena del mundo no es menos segura que su desaparición.

En efecto, el autor del Eclesiástico, expresando toda la tradición judía, habla de estos dos grandes personajes en los siguientes términos:

“Henoc agradó a Dios, y fue transportado al paraíso, para predicar la penitencia a las naciones” (Ecles. 44 16).

“¿Quién puede gloriarse de ser tu igual, oh Elías?… Tú, que fuiste arrebatado en un torbellino a lo alto, y por un carro con caballos de fuego; tú, de quien está escrito que fuiste preparado para un tiempo dado, para apaciguar la cólera de Dios, para convertir el corazón de los padres hacia los hijos, y restablecer las tribus de Israel” (Ecles. 48 1-11).

Estas palabras de un libro canónico nos revelan claramente que Henoc y Elías tienen que realizar una misión ulterior. Henoc debe predicar la penitencia a las naciones, o si se prefiere esta traducción, conducir las naciones a la penitencia. Elías debe restablecer un día las tribus de Israel, es decir, devolverles su rango de honor al que tienen derecho en la Iglesia de Dios.

La unanimidad de los doctores ha comprendido que esta doble misión se realizará simultáneamente al fin del mundo. Elías en particular es considerado como el precursor de Jesucristo cuando venga del cielo como Juez; este pensamiento se deduce manifiestamente de los Evangelios (Mt. 17; Mc. 9).

Por lo tanto, los hombres verán un día, y no sin terror, cómo Henoc y Elías vuelven a descender en medio de ellos, y les predican la penitencia con un brillo extraordinario. San Juan los llama los dos testigos de Dios, y los pinta como sigue en su Apocalipsis (11 3-7) :

“Daré orden a mis dos testigos, y profetizarán vestidos de saco mil doscientos sesenta días.

Estos son los dos olivos y los dos candelabros que están en la presencia del Señor de la tierra. Y si alguno les quiere hacer mal, saldrá fuego de su boca y devorará a sus enemigos. Y si alguno pone su mano sobre ellos, perecerá sin remedio del mismo modo.

Estos tienen la potestad de cerrar el cielo para que no llueva durante los días de su profecía, y tienen potestad sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con todo linaje de plagas, siempre y cuando quisieren”.

¿Quién no reconoce en este retrato al Elías del Antiguo Testamento, que cerró el cielo durante tres años y medio, e hizo caer fuego del cielo sobre los soldados que venían a capturarlo?

Los mil doscientos sesenta días señalan el tiempo de la persecución final, como ya lo hemos hecho observar. La aparición de los testigos de Dios coincidirá, pues, con la persecución del Anticristo.

Hay que reconocer que el socorro dado a la Iglesia será proporcionado a la magnitud del peligro.

Los dos testigos de Dios, revestidos de las insignias de la penitencia más austera, irán por todas partes, y en todas partes serán invulnerables; una nube, por decirlo así, los cubrirá, y fulminará a quienquiera ose tocarlos. Tendrán en sus manos todas las plagas, para herir con ellas a la tierra según su arbitrio. Predicarán con una libertad suma, en la misma presencia del Anticristo.

Este se estremecerá de rabia; y habrá un duelo formidable entre el monstruo y los dos misioneros de Dios.

VIII. LA CRISIS FINAL

I

Detengamos un instante nuestras miradas en los intrépidos misioneros de Dios, y observemos la divina oportunidad de su aparición.

Según San Pedro, “vendrán en los últimos días burladores con burlerías, dados a vivir conforme a sus propias concupiscencias, y diciendo: «¿Dónde está la promesa y el advenimiento [de Jesucristo]? Porque desde que los padres murieron, todo continúa de la misma manera, lo mismo que desde el principio de la creación»” (II Pedr. 3 3-4).

Esos seductores, esos engañadores, los vemos con nuestros propios ojos, los escuchamos con nuestras propias orejas. Se llaman racionalistas, materialistas, positivistas; niegan a priori toda causa superior, todo hecho sobrenatural; no quieren preocuparse de saber de dónde vienen, ni adónde van; semejantes a los insensatos del libro de la Sabiduría, miran la vida como una de esas nubes matinales que no deja ninguna huella de su paso cuando se levanta el sol. Llaman a lo que se encuentra más allá de la tumba, la gran incógnita, y se niegan por completo a esclarecerla. Como consecuencia de eso, el todo del hombre consiste, a sus ojos, en gozar lo más que se pueda del momento presente, porque todo lo demás es incierto.

Estos falsos sabios relegan las narraciones de Moisés entre las cosmogonías fabulosas. Se niegan a reconocer a los Libros Santos ningún valor histórico. Según sus opiniones, todos estos documentos, en contradicción con la ciencia, serían la obra de un judío exaltado, Esdras, que quiso con ellos realzar a su nación.

Por lo que se refiere a la venida de Jesucristo, a la resurrección general, al juicio final, a las recompensas y a las penas eternas, lo consideran todo como sueños absurdos. Aseguran que la humanidad, en vías de progreso indefinido, encontrará un día su paraíso en la tierra.

Ahora bien, para confundir a estos impostores, Dios suscitará a Henoc, representante del período antediluviano; a Henoc, casi contemporáneo de los orígenes del mundo. Suscitará a Elías, representante del judaísmo mosaico; a Elías, que por un extremo confina con Salomón y David, y por otro con Isaías y Daniel.

Estos grandes hombres, con una autoridad indiscutible, establecerán la autenticidad de la Biblia, y mostrarán cómo el cristianismo se vincula a la era de los profetas hasta Moisés, y a la de los patriarcas hasta Adán. En ellos, todos los siglos se levantarán para dar testimonio a la verdad de la revelación. Jamás la divinidad del Cordero, que ha sido inmolado desde la creación del mundo (Apoc. 13 8), habrá resplandecido de manera tan fulgurante.

Al mismo tiempo anunciarán con energía la proximidad del Juicio. Retomando las palabras de San Juan, clamarán por todos los rincones del mundo : “Haced frutos dignos de penitencia… Ya el hacha está puesta a la raíz de los árboles… El que viene tras de mí… tiene su bieldo en su mano, y limpiará su era, y allegará su trigo en su granero; mas la paja la quemará con fuego inextinguible” (Mt. 3 8-12).

Según la predicción del Eclesiástico, Henoc predicará la penitencia a las naciones, por las que se entiende a todos los pueblos fuera del judaísmo; les hablará con la majestad de un antepasado, les hará conocer y reconocer a Jesucristo, el Deseado de las naciones.

Elías se dirigirá especialmente a los judíos, que esperan su venida; se dará a conocer a ellos por señales evidentísimas; hará brillar ante sus ojos a Jesús, que es hueso de sus huesos y carne de su carne.

Queda fuera de duda que estas predicaciones, a pesar de las amenazas y de los tormentos, serán seguidas de conversiones abundantes y sorprendentes, particularmente por parte de los judíos; esto ha sido anunciado formalmente.

Los dos testigos de Dios predicarán unas veces juntos, otras veces por separado; y, durante sus tres años y medio, es muy verosímil que recorran toda la tierra. Por más que los periódicos hagan alrededor de ellos la conspiración del silencio (como se ha hecho alrededor de los milagros de Lourdes), se impondrán a la atención del mundo. El Anticristo intentará capturarlos en vano; porque el fuego devorará a quienes se atrevan a tocarlos.

Con la espada de la justicia de Dios pasarán entre los hombres de placer y de libertinaje, y los herirán con plagas repulsivas.

Sin embargo, a semejanza de Nuestro Señor, su misión sólo durará un tiempo. En un momento dado perderán la asistencia sobrenatural que los protegía hasta entonces. Pero escuchemos a San Juan.

II

“Una vez que hubieren terminado su testimonio, la Bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, y los vencerá y los matará. Y su cadáver quedará en la plaza de la gran ciudad, llamada espiritualmente Sodoma y Egipto, donde también el Señor de ellos fue crucificado. Y muchos de los pueblos, y tribus, y lenguas, y naciones verán su cadáver durante tres días y medio, y no dejarán que sus cadáveres sean puestos en sepulcro. Y los que habitan sobre la tierra se gozarán sobre ellos y andarán alegres y se enviarán presentes unos a otros, puesto que estos dos profetas habían atormentado a los que habitan sobre la tierra. Y al cabo de los tres días y medio, un espíritu de vida enviado por Dios entró en ellos, y se levantaron sobre sus pies, y cayó gran temor sobre los que los estaban mirando. Y oí una gran voz venida del cielo, que les decía : «Subid acá». Y subieron al cielo en la nube, y sus enemigos los contemplaron. Y en aquella hora sobrevino un gran terremoto, y la décima parte de la ciudad se cayó, y perecieron en el terremoto siete mil hombres, y los restantes quedaron despavoridos y dieron gloria al Dios del cielo” (Apoc. 11 7-13).

¡Qué conclusión de un drama inaudito! ¡Qué afirmación de lo sobrenatural! Los dos profetas se darán cita en Jerusalén, donde su Señor fue crucificado. Allí compartirán las divinas flaquezas de Jesús; como El serán capturados, como El serán juzgados, como El serán atormentados, como El serán muertos, tal vez en la cruz.

Se creerá que todo acabó. El Anticristo parecerá triunfar completamente. Se ridiculizará a los dos profetas; se reirá y se bailará alrededor de sus cadáveres; se los dejará sin sepultura, para que a esta vista los ojos puedan saciarse mejor a su gusto.

Pero repentinamente resucitarán; una gran voz resonará desde lo alto del cielo, y subirán allá a la vista de un gentío numerosísimo, herido de un subitáneo terror. Habrá entonces un gran terremoto en la ciudad deicida; siete mil hombres perderán la vida, y los demás se golpearán el pecho y darán gloria a Dios.

Lo repetimos : ¡qué drama, que desenlace!

¿Qué hará el Anticristo frente a estos prodigios? Estará que muerde; sentirá que todo se le escapa, que se acerca la hora de la justicia. Se podría creer que en ese mismo instante lo sorprenderá el castigo descrito por San Pablo, a saber, “que Jesucristo lo destruirá con el soplo de su boca y lo aniquilará con el esplendor de su advenimiento” (II Tes. 2 8).

Sin embargo, según el cómputo de Daniel, parece que el castigo del monstruo será retrasado treinta días a partir de la asunción triunfal de Henoc y Elías. Daniel dice, en efecto, que desde el momento en que sea quitado el sacrificio perpetuo y aparezca la abominación de la desolación, pasarán mil doscientos noventa días (Dan. 12 11), esto es, treinta días más del tiempo de la predicación de Henoc y Elías.

Durante este intervalo, el Anticristo intentará por todos los medios recuperar su influencia perdida. No queremos admitir ninguna visión en el marco de este comentario; pero hacemos una excepción con la que tuvo Santa Hildegarda sobre el fin del enemigo de Dios, porque no es más que un comentario de la palabra de San Pablo: Jesús lo destruirá con el soplo de su boca.

La Santa vio en espíritu al monstruo, rodeado de sus oficiales y de un gentío inmenso, subiendo una montaña. Cuando llegó a su cumbre, anunció que se elevaría en los aires. En efecto, fue elevado como Simón el Mago, por el poder del demonio; pero en ese momento sonó un espantoso trueno, y el Anticristo cayó fulminado. Su cuerpo, que se descompuso al punto, difundió un hedor intolerable, y cada cual huyó espantado.

Así, o de modo parecido, acabará el enemigo de Dios.

Y su inmenso imperio se desvanecerá como el humo. El mundo se sentirá aliviado de un peso aplastante. Y habrá una conversión general que, según el decir de San Pablo, parecerá una resurrección. De ello hablaremos en el artículo siguiente.





IX. LA CONVERSIÓN DE LOS JUDÍOS

La Sagrada Escritura nos señala un gran acontecimiento, que nos muestra como entrelazado en la guerra que el Anticristo desencadenará contra la Iglesia: es la conversión de los Judíos. Hemos diferido de hablar de ella hasta ahora, para tratar este tema con más detalle. Además de que, en el punto en que vamos, se encuentra perfectamente en su lugar. Porque la conversión del pueblo judío nos es presentada como fruto de la predicación de Elías.

I

El pueblo judío es el punto alrededor del cual se desarrolla la historia de la humanidad. Fue acariciado por Dios, en la persona de Abraham, de quien sale; es, antes de Nuestro Señor, el pueblo sacerdotal por excelencia, cuyo estado, según la sentencia de San Agustín, es totalmente profético; ha dado nacimiento a la Santísima Virgen y al Salvador del mundo; ha formado el núcleo de la Iglesia naciente. Todos estos privilegios hacen de la raza judía una raza excepcional, cuyos destinos son extremadamente misteriosos.

Por una inversión extraña y lamentable, desde el momento en que produce al Salvador del mundo, la raza elegida, la raza bendita entre todas, merece ser reprobada. Ella se niega a reconocer, en su humildad, a Aquél cuyas invisibles grandezas no sabe adorar. Parece que Dios haya querido mostrar por ahí que la vocación al cristianismo no le debe nada ni a la carne ni a la sangre, puesto que los mismos de quienes Cristo venía según la carne (Rom. 9 5) fueron rechazados de ella por su orgullo tenaz y carnal.

Su reprobación, sin embargo, ¿es definitiva? ¿Seguirán siendo siempre la presa de Satán, y estando excluidos del resto del mundo por la cruz del Salvador? ¡Dios no lo quiera! Dios reserva misericordias supremas al pueblo que fue el suyo. A este pueblo, al que fue dicho :

“Vosotros no sois mi pueblo”, se le dirá un día : “Vosotros sois los hijos del Dios vivo” (Os. 1 10). Después de haber quedado durante largo tiempo sin rey, sin príncipe, sin sacrificio, sin altar, los hijos de Israel buscarán al Señor su Dios; y eso se hará sobre el fin de los tiempos (Os. 3 4-5).

Elías será el instrumento de esta maravillosa vuelta. “He aquí que Yo os enviaré, dice el Señor por Malaquías, al profeta Elías, antes de que llegue el día grande y terrible de Dios, para que vuelva el corazón de los padres a los hijos, y el corazón de los hijos a sus padres” (Mal. 4 5-6). Es decir, restablecerá la armonía de los mismos amores, de las mismas adoraciones entre los santos antepasados del pueblo judío y sus últimos descendientes.

San Pablo afirma a su vez este acontecimiento tan consolador. El ve en la reprobación de los Judíos la causa ocasional de la vocación de los Gentiles. Luego añade : “No quiero que ignoréis, hermanos, este misterio: que el encallecimiento ha sobrevenido parcialmente a Israel, hasta que la totalidad de las naciones haya entrado; y entonces todo Israel será salvo” (Rom. 11 25).

Tal es, pues, el designio de Dios. Es necesario que toda la gentilidad entre en la Iglesia; y cuando haya concluido el desfile de las naciones, Israel entrará a su vez. Será el gran jubileo del mundo; la gracia se derramará por torrentes. Si se toman al pie de la letra las profecías, todos los Judíos que entonces vivan, hasta el último de ellos, aunque fuesen numerosos como las arenas del mar, se salvarán (Rom. 11 27).

Para comprender los estremecimientos profundos que este gran acontecimiento producirá en el mundo, hay que recurrir a las figuras proféticas, por las que Dios se complació a anunciarlo de mil maneras.

El pueblo judío, entrando en la Iglesia, es Esaú reconciliándose con Jacob. ¡Y con qué ternura! “Corriendo al encuentro de su hermano, Esaú lo abrazó, se echó sobre su cuello y lo besó, rompiendo ambos a llorar” (Gen. 33 4).

Pero el verdadero símbolo de Jesús reconocido por sus hermanos Judíos, es sobre todo José reconocido por sus hermanos. En otro tiempo lo vendieron y lo crucificaron; mas una imperiosa necesidad de verdad y de amor los lleva a sus pies al fin de los tiempos.

¡Qué encuentro! ¡Qué espectáculo! ¡Jesús, en todo el brillo de su poder, desvelando a los Judíos los tesoros de su Corazón, y diciéndoles : Yo soy José, yo soy ese Jesús a quien vosotros vendisteis! (Gen. 45 3).

Abrid por fin el Evangelio, en la página del hijo pródigo (Lc. 25). Este pródigo, que viene de tan lejos, son los pobres Gentiles que entran en la Iglesia. Los Judíos son representados por el hijo mayor, celoso y egoísta, que se obstina en permanecer afuera porque su hermano ha sido recibido en la casa. El padre sale y le hace invitaciones apremiantes, cœpit illum rogare. Este desnaturalizado se niega a escuchar a su padre; pero al fin lo escuchará, entrará, y habrá en la casa paterna doble regocijo.

¡No!, no podemos imaginarnos las alegrías de la Iglesia, cuando por fin abra su seno de madre a los hijos de Jacob. No podemos imaginarnos las lágrimas, los arrebatos de amor de éstos, cuando, después de desaparecer por fin el velo de sus ojos, reconozcan a su Jesús. ¿En qué momento preciso sucederá este gran acontecimiento? Ahí está el nudo de la dificultad. Sin pretender resolverla, esperamos esclarecerla un poco.

II

Parece seguro, según la tradición, que el Anticristo será de nacionalidad judía. Aparecerá como el producto de esta fermentación de odio que, desde hace siglos, agría el corazón de los Judíos contra Jesús, su tierno hermano, su incomparable amigo.

Parece igualmente seguro que los Judíos en su mayor parte acogerán a este falso mesías, haciéndole cortejo, y le someterán el mundo por la mala prensa y la alta finanza.

Pero, ya desde el tiempo que precederá a la venida del hijo del pecado, se formará, entre los Judíos, una corriente de adhesión a la Iglesia. Los grandes acontecimientos tienen siempre preludios que los anuncian.

San Gregorio declara que el furor de la persecución del Anticristo recaerá principalmente sobre esos Judíos convertidos, cuya constancia en soportar todos los ultrajes y todos los tormentos por el nombre mil veces bendito de Jesús nadie igualará.

Este pasaje de San Gregorio es demasiado importante para que lo omitamos.

El gran Papa explica una de las misteriosas profecías en acción de Ezequiel (Ez. 3). Es un drama en tres actos. 1º Dios ordena al profeta que salga al campo; esta salida representa la difusión del Evangelio entre los Gentiles. 2º Luego lo hace entrar de nuevo en la casa, donde es cargado de cadenas, apresado y reducido al silencio; lo cual indica cómo el Evangelio será predicado por los Judíos a los mismos Judíos, de los cuales unos se convertirán, y otros agarrarán a los predicadores y los abrumarán de malos tratos, a saber durante la persecución del Anticristo. 3º Dios aparece, abre la boca al profeta, que habla con más fuerza que nunca; es lo que sucederá con la venida de Elías, el cual, por sus predicaciones inflamadas e irresistibles, convertirá a los restos de su nación (In Ezech. lib. I, hom. XIII).

No podríamos admirar bastante aquí la lucidez profética de San Gregorio. Distingue de antemano las fases del gran acontecimiento que nos ocupa: escisión del pueblo judío en dos partes, opresión de los convertidos por parte de los refractarios, conversión total realizada por Elías.

El santo Papa asegura, en sus comentarios sobre Job, que esta vuelta definitiva de los restos de Israel tendrá lugar bajo los ojos mismos y a pesar de la rabia impotente del Anticristo (Moralia in Job, lib. XXXV, cap. 14). Si la Iglesia goza de semejantes consuelos en el mismo ardor de la persecución, ¡qué será a la hora del triunfo! Es lo que vamos a considerar rápidamente.

III

Hay destrucciones necesarias, para las cuales Dios se sirve de los malos ángeles. El Anticristo, a su modo y a pesar suyo, será la vara de Dios.

Esta vara de hierro pulverizará los cismas, las herejías, las falsas religiones resto del paganismo, el mahometismo y el mismo judaísmo; triturará el mundo para conseguir una prodigiosa unidad.

Cuando este coloso de impiedad haya sido abatido por la pequeña piedra, ésta se convertirá en una montaña inmensa y cubrirá la tierra; el Evangelio, no encontrando ya obstáculos de ninguna clase, reinará sin contradicción en todo el universo.

Los Judíos serán los principales obreros en este establecimiento del reino de Dios. San Pablo se extasía ante las grandes cosas que resultarán de su conversión. “Si la caída de los Judíos, exclama, ha sido la riqueza del mundo, y si su mengua ha sido la riqueza de los Gentiles, ¿cuánto más lo será su plenitud [esto es, su adhesión total]?… Si su repudio ha sido reconciliación del mundo, ¿qué será su acogida [en la Iglesia] sino un retornar de muerte a vida?” (Rom. 11 12, 15). Temeríamos debilitar, comentándolas, estas antítesis enérgicas. Es legítimo concluir de ello que los Judíos convertidos pondrán al servicio de la Iglesia un ardor inexpresable de proselitismo. Rejuvenecida por esta infusión de vida, la Iglesia saldrá de los aprietos de la persecución como de la piedra de un sepulcro; y tomará posesión del mundo, con la majestad de una reina y la ternura de una madre.

Estos acontecimientos, ¿serán el preludio inmediato del juicio final, o la aurora de una nueva era? Enunciaremos las conjeturas que se pueden formular sobre este particular.




X. EL ADVENIMIENTO DEL JUEZ SUPREMO

I

Es superfluo intentar precisar la hora en que tendrá lugar el segundo advenimiento de Nuestro Señor. Se trata de un secreto impenetrable para toda criatura. “Lo que toca a aquel día y hora, nadie lo sabe, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino el Padre solo” (Mt. 24 36).

Sin embargo este momento supremo, que pondrá término a este mundo de pecado, será precedido de señales portentosas, que fijarán la atención no sólo de los creyentes, sino también de los mismos impíos.

Ante todo tendrá lugar, como lo hemos demostrado, la persecución del Anticristo, la aparición de Henoc y de Elías. Cuando San Pablo nos dice que Jesucristo destruirá al impío con el soplo de su boca, y lo aniquilará por el esplendor de su advenimiento, parece incluso que el castigo del Anticristo coincidirá con el advenimiento del Juez supremo. Sin embargo, no es éste el sentimiento general de los intérpretes. Se puede explicar el texto de San Pablo diciendo que la destrucción del impío no se consumará sino en el día del juicio final, aunque su muerte haya ocurrido algún tiempo antes. Por otra parte, los Evangelios insinúan con bastante claridad que habrá un cierto lapso de tiempo, aunque bastante corto, entre el castigo del monstruo y la consumación de todas las cosas.

En efecto, ¿qué dice Nuestro Señor? Comienza por describir una tribulación tal, cual no la hubo jamás desde el comienzo del mundo; es la persecución del Anticristo. Luego añade :

“Luego, después de la tribulación de aquellos días, el sol se entenebrecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las fuerzas de los cielos se tambalearán. Entonces aparecerá la señal del Hijo del hombre en el cielo, y se herirán entonces los pechos todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo con grande poderío y majestad” (Mt. 24 29-30).

Estos son los signos que precederán inmediatamente el advenimiento de Jesucristo como Juez. Pero ¿cómo conciliar, con todos estos preludios formidables, el carácter repentino e imprevisto que, según otros textos del Evangelio, revestirá este advenimiento? Un poco más lejos, en efecto, Nuestro Señor nos representa a los hombres de los últimos días del mundo enteramente semejantes a los contemporáneos de Noé, que el Diluvio sorprende comiendo y bebiendo, casándose ellos y casándolas a ellas (Mt. 24 36-40). Santo Tomás responde a esta objeción diciendo que todos los trastornos precursores del fin del mundo pueden ser considerados como haciendo cuerpo con el juicio mismo, semejantes a esos crujidos siniestros que no se distinguen del hundimiento que les sigue. Antes de todos estos presagios terribles, los hombres podrán burlarse de las advertencias de la Iglesia.

Pero cuando oigan crujir la máquina del mundo, palidecerán; y como dice San Lucas, perderán el sentido por el terror y la ansiedad de lo que va a sobrevenir al mundo (Lc. 21 26).

El mismo Santo Tomás da una viva luz sobre los tiempos que transcurrirán entre la muerte del Anticristo y la venida de Jesucristo, cuando dice : “Antes de que empiecen a aparecer las señales del juicio, los impíos se creerán en paz y en seguridad, a saber, después de la muerte del Anticristo, porque no verán acabarse el mundo, como lo habían estimado antes” (Suppl. q. 73, art. 1, ad 1). Ayudándonos de este pequeño texto, podemos formar las hipótesis más plausibles sobre los últimos tiempos del mundo; y nuestros lectores no dejarán de interesarse, aunque no las reciban sino a título de simples conjeturas.

II

Hemos dicho, y mantenemos como incontestable, que la muerte del Anticristo será seguida de un triunfo sin igual de la santa Iglesia de Jesucristo. Las alegrías proféticas de Tobías que recupera la vista al mismo tiempo que a su hijo, el gozo embriagador de los Judíos a la caída de Amán y de sus satélites, los arrebatos de los habitantes de Betulia, liberados por Judit del cerco de hierro que los estrechaba; la purificación del templo por los Macabeos, vencedores del impío Antíoco; finalmente y sobre todo, la calma y el triunfo apacible de Job restablecido por Dios en todos sus bienes, viendo acudir a sus pies a sus amigos y a sus familiares arrepentidos, reuniéndolos a todos en un banquete religioso: todas estas imágenes expresan de manera insuficiente el estado de la santa Iglesia que abre su corazón y sus brazos maternos tanto a sus enemigos como a sus hijos, tanto a los Judíos convertidos como a los herejes reconciliados, tanto a los descendientes de Cam como a los hijos de Sem y de Jafet; en una palabra, realizando la gran unidad comprada al precio de la sangre de un Dios : ¡un solo rebaño y un solo Pastor!

Seguramente, e incluso en este período de triunfo, habrá todavía impíos; pero permítasenos pensar que se esconderán, y que desaparecerán en la inmensidad del gozo publico.

Estos hermosos días no durarán, desgraciadamente, sino el tiempo necesario para olvidar los solemnes acontecimientos que los habrán hecho nacer. Poco a poco se verá cómo a la tibieza sucede el fervor; y este paso insensible se hará tanto más rápido, cuanto que la Iglesia no tendrá, por decirlo así, enemigos que combatir.

He aquí cómo un autor estimado, el padre Arminjon, describe el estado en que caerá entonces el mundo:

“La caída del mundo, dice, tendrá lugar instantáneamente y de improviso : «veniet dies Domini sicut fur» (II Petr. 3 10). Será en una época en que el género humano, sumergido en el sueño de la más profunda incuria, estará a mil leguas de pensar en el castigo y en la justicia. La divina misericordia habrá agotado todos sus medios de acción. El Anticristo habrá aparecido. Los hombres dispersados en todas partes habrán sido llamados al conocimiento de la verdad. La Iglesia católica, una última vez, se habrá difundido en la plenitud de su vida y de su fecundidad. Pero todos estos favores señalados y sobreabundantes, todos estos prodigios, se borrarán de nuevo del corazón y de la memoria de los hombres. La humanidad, por un abuso criminal de las gracias, habrá vuelto a su vómito. Volcando todas sus aspiraciones hacia la tierra, se habrá apartado de Dios, hasta el punto de no ver ya el cielo, y de no acordarse más de sus justos juicios (Dan. 13 9). La fe se habrá apagado en todos los corazones. Toda carne habrá corrompido su camino. La divina Providencia juzgará que ya no habrá remedio alguno.

“Será, dice Jesucristo, como en los tiempos de Noé. Los hombres vivían entonces despreocupados, hacían plantaciones, construían casas suntuosas, se burlaban alegremente del bueno de Noé, que se entregaba al oficio de carpintero y trabajaba noche y día por construir su arca. Se decían: ¡Qué loco, qué visionario! Eso duró hasta el día en que sobrevino el diluvio, y se tragó toda la tierra: «venit diluvium et perdidit omnes» (Lc. 17 27).

“Así, la catástrofe final se producirá cuando el mundo se creerá en la seguridad más completa; la civilización se encontrará en su apogeo, el dinero abundará en los comercios, jamás los fondos públicos habrán conocido un alza tan grande. Habrá fiestas nacionales, grandes exposiciones; la humanidad, rebosando de una prosperidad material inaudita, dirá como el avaro del Evangelio: «Alma mía, tienes bienes para largos años, bebe, come, diviértete…» Pero de repente , en medio de la noche, «in media nocte» -porque en las tinieblas, y en esa hora fatídica de la medianoche en que el Salvador apareció una primera vez en sus anonadamientos, volverá a aparecer en su gloria-, los hombres, despertándose sobresaltados, escucharán un gran estrépito y un gran clamor, y se dejará oír una voz que dirá: Dios está aquí, salid a su encuentro, «exite obviam ei» (Mt. 25 6)”.

Y el autor añade que los hombres no tendrán tiempo de arrepentirse. En este punto disentimos de él. La gran catástrofe, en efecto, será precedida de signos aterradores cuyo conjunto formará un supremo llamado de la divina misericordia. ¡Muy ciego y endurecido será quien resista a él!

El sol se oscurecerá, como agotado por una pérdida de luz. La luna no recibirá ya una irradiación lo suficientemente viva como para brillar ella misma. El cielo se enrollará como un libro, invadido por una oscuridad espesa. Las fuerzas del cielo se tambalearán; pues las leyes de los movimientos de los cuerpos celestiales parecerán suspendidas. Habrá una profunda turbación en el mar, un gran estrépito de olas levantadas, y la tierra se verá sacudida de movimientos insólitos; y los hombres no sabrán dónde refugiarse para huir de los elementos desencadenados. Finalmente la tierra se abrirá, y lanzará globos de llamas que producirán un incendio general, mientras que en los aires aparecerá una cruz esplendorosa que anunciará la venida del sumo Juez.

¿Cuánto tiempo durarán estas señales? Nadie lo sabe. Lo que la Escritura nos dice, es que los hombres se secarán de espanto. Sucederá con ellos lo que sucedió con los contemporáneos de Noé. Mientras éste proseguía la construcción del arca, todo el mundo se burlaba de él; pero cuando el Diluvio comenzó a invadirlo todo, todo el mundo tembló, y muchos hombres, según el testimonio de San Pedro, se convirtieron. Del mismo modo, nos está permitido esperar que al acercarse el juicio, una buena parte de los hombres, viendo cómo los cielos se velan y sintiendo fallar la tierra bajo sus pies, harán un acto de contrición suprema y volverán a entrar en gracia con Dios.

Por lo que mira a los justos, levantarán la cabeza con confianza; y la cruz que resplandecerá los llenará de alegría.

La carrera mortal de la Iglesia habrá concluido. El mundo esperará, para acabar, a que Ella haya recogido al último de sus elegidos.

XI. CONCLUSIÓN

Hemos llegado al término de nuestro estudio.

Al echar una mirada sobre sus destinos futuros, nos hemos apoyado únicamente en las profecías que forman parte integrante de la Escritura divinamente inspirada.

La sustancia de nuestro trabajo ha sido sacada, pues, de las fuentes mismas en que se alimenta la fe católica; y no pensamos que pueda negarse sin temeridad lo que hemos adelantado sobre el Anticristo, la aparición de Henoc y Elías, la conversión de los Judíos, las señales precursoras del juicio.

Donde podríamos habernos equivocado es en los comentarios que hemos hecho de varios pasajes del Apocalipsis, como también en el encadenamiento que hemos tratado de establecer entre los acontecimientos citados más arriba. Pero si hemos errado, ha sido siguiendo a intérpretes autorizados, y lo más frecuentemente a Padres de la Iglesia.

¿Nos equivocamos en ver en el estado presente del mundo los preludios de la crisis final que se describe en los Santos Libros? No nos lo parece. La apostasía comenzada de las naciones cristianas, la desaparición de la fe en tantas almas bautizadas, el plan satánico de la guerra llevada contra la Iglesia, la llegada al poder de las sectas masónicas, son fenómenos de tal envergadura que no podríamos imaginar otros más terribles.

Sin embargo, no querríamos que se falsease nuestro pensamiento.

La época en que vivimos es indecisa y atormentada. La humanidad está inquieta y vacilante. Al lado del mal está el bien; al lado de la propaganda revolucionaria y satánica hay un movimiento de renacimiento católico, manifestado por tantas obras generosas y empresas santas. Las dos corrientes se delinean cada día más claramente: ¿cuál de ellas arrastrará a la humanidad? Sólo Dios lo sabe, El que separa la luz y las tinieblas, y les señala su lugar respectivo (Job 37 19-20).

Por otra parte, es seguro que la carrera terrestre de la Iglesia se encuentra lejos de estar cerrada: es más, tal vez nunca se ha visto abierta más ampliamente. Nuestro Señor nos ha hecho saber que el fin de los tiempos no llegará antes de que el Evangelio haya sido predicado en todo el universo, en testimonio para todas las naciones (Mt. 24 14). Ahora bien, ¿se puede decir que el Evangelio ha sido ya predicado en el corazón de África, en China, en el Tíbet? Algunas luces raras no constituyen el pleno día; algunos faros encendidos a lo largo de las costas no expulsan la noche de las tierras profundas que se extienden detrás de ellas.

¿Cómo la Iglesia realizará esta carrera? ¿Bajo qué auspicios llevará a las naciones que lo ignoran, o que lo han recibido insuficientemente, el testimonio prometido por Nuestro Señor? ¿Será en una época de paz relativa? ¿Será en medio de las angustias de una persecución religiosa? Se pueden formular hipótesis en ambos sentidos. La Iglesia se desarrolla de un modo que desconcierta todas las previsiones humanas; basta recordar las maravillosas conquistas hechas contra la infidelidad, en el momento más agudo de la crisis del protestantismo.

En realidad, la confianza más absoluta en los magníficos destinos futuros de la Iglesia no es incompatible de ningún modo con nuestras reflexiones y conjeturas sobre la gravedad de la situación presente.

Por otra parte, al estimar que asistimos a los preludios de la crisis que traerá consigo la aparición del Anticristo en la escena del mundo, nos cuidamos muy bien de querer precisar los tiempos y los momentos; lo que consideraríamos como una temeridad ridícula. Permítasenos una comparación que explicará todo nuestro pensamiento.

Sucede que un viajero descubre, a un cierto punto de su camino, toda una vasta extensión de un país, limitado en el horizonte por montañas. Ve cómo se dibujan claramente las líneas de esas montañas lejanas; pero no podría evaluar la distancia que las separa a unas de otras. Cuando empieza a atravesar esta distancia intermediaria, encuentra barrancos, colinas, ríos; y la meta parece alejarse a medida que se acerca de ella.

Así sucede con nosotros, a nuestro humilde entender, en los tiempos presentes. Podemos presentir la crisis final, viendo cómo se urde y desarrolla ante nuestros ojos el plan satánico del que será la suprema coronación. Pero, desde el punto en que nos encontramos en el momento actual de esta crisis, ¡cuántas sorpresas nos reserva el futuro! ¡cuántas restauraciones del bien son siempre posibles! ¡cuántos progresos del mal, por desgracia, son posibles también! ¡cuántas alternativas en la lucha! ¡cuántas compensaciones al lado de las pérdidas! Aquí hay que reconocer, con Nuestro Señor, que sólo al Padre pertenece disponer los tiempos y los momentos. “Non est vestrum nosse tempora vel momenta, quæ Pater posuit in sua potestate” (Act. 1 7).

En esta incertidumbre, dominada por el pensamiento de la Providencia, ¿qué podemos hacer? Velar y orar.

Velar y orar, porque los tiempos son incontestablemente peligrosos, “instabunt tempora periculosa” (II Tim. 3 8); pues hay un peligro grande, en esta época de escándalo, de perder la fe.

Velar y orar, para que la Iglesia realice su obra de luz, a pesar de los hombres de tinieblas.

Velar y orar, para no entrar en la tentación.

Velar y orar en todo tiempo, para ser hallados dignos de huir de estas cosas que sobrevendrán en el futuro, y de mantenerse de pie en presencia del Hijo del hombre:

“Vigilate, omni tempore orantes, ut digni habeamini fugere ista omnia quæ futura sunt, et stare ante Filium hominis” (Lc. 21 24).

Notas:

[1] El Padre Deschamps da curiosos detalles sobre el odio vivo que la francmasonería tiene a los representantes del poder cristiano. Existe cierta prueba en que el iniciado recibe esta consigna enigmática: L.D.P. Ahora bien, esta consigna tiene doble sentido. En el primero quiere decir: Libertad de pensar. Es la rebeldía contra Dios. En el segundo quiere decir : Lilia destrue pedibus: aplasta los lirios con los pies. Es la destrucción de las monarquías cristianas, que siempre tuvieron al lirio como su símbolo.

[2] Es tradición de los primeros siglos de la Iglesia, consignada en Lactancio, que un día el imperio del mundo volverá a Asia: Imperium in Asiam revertetur.


[3] Este pasaje, por otra parte, se refiere tal vez a tiempos anteriores a los del Anticristo (Cornelio a Lapide).

El Roscón Interreligioso

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Fuente: http://denzingerbergoglio.com (NO NECESITA COMENTARIOS) La Rosca de Reyes que nos regala el Obispo de Roma... Una desgracia para nuestra Santa Madre Iglesia.

A propósito de cierto roscón (ver aquí) servido el día de Reyes, aquí van algunos subsidios para evitar indigestiones comiéndose la habichuela sin cocinar. Que los Santos Magos otorguen a nuestros queridos lectores la prenda buena que tan sólo la doctrina inmortal de la Santa Iglesia les puede proporcionar:
  • Rechaza la verdadera religión el que opina que otras son buenas y laudables

Convencidos de que son rarísimos los hombres privados de todo sentimiento religioso, parecen haber visto en ello esperanza de que no será difícil que los pueblos, aunque disientan unos de otros en materia de religión, convengan fraternalmente en la profesión de algunas doctrinas que sean como fundamento común de la vida espiritual. Con tal fin suelen estos mismos organizar congresos, reuniones y conferencias, con no escaso número de oyentes e invitar a discutir allí promiscuamente a todos, a infieles de todo género, de cristianos y hasta a aquellos que apostataron miserablemente de Cristo o con obstinada pertinacia niegan la divinidad de su Persona o misión.
Tales tentativas no pueden, de ninguna manera obtener la aprobación de los católicos, puesto que están fundadas en la falsa opinión de los que piensan que todas las religiones son, con poca diferencia, buenas y laudables, pues, aunque de distinto modo, todas nos demuestran y significan igualmente el ingénito y nativo sentimiento con que somos llevados hacia Dios y reconocemos obedientemente su imperio. Cuantos sustentan esta opinión, no solo yerran y se engañan, sino también rechazan la verdadera religión, adulterando su concepto esencial, y poco a poco vienen a parar al naturalismo y ateísmo; de donde claramente se sigue que, cuantos se adhieren a tales opiniones y tentativas, se apartan totalmente de la religión revelada por Dios. (Pío XI. Encíclica Mortalium animos, n. 8-9, 6 de enero de 1928)
  • No se puede identificar la fe teologal cristiana y la creencia en las otras religiones

Debe ser, por lo tanto, firmemente retenida la distinción entre la fe teologal y la creencia en las otras religiones. […] No siempre tal distinción es tenida en consideración en la reflexión actual, por lo cual a menudo se identifica la fe teologal, que es la acogida de la verdad revelada por Dios Uno y Trino, y la creencia en las otras religiones, que es una experiencia religiosa todavía en búsqueda de la verdad absoluta y carente todavía del asentimiento a Dios que se revela. Este es uno de los motivos por los cuales se tiende a reducir, y a veces incluso a anular, las diferencias entre el cristianismo y las otras religiones. (Congregación para la Doctrina de la Fe, Declaración Dominus Iesus, n. 7, 6 de agosto de 2000)
  • La filiación divina no se puede lograr sin el bautismo

Aunque Jesucristo murió por todos, no todos participan del beneficio de su muerte, sino sólo aquellos a quienes se comunican los méritos de su pasión. […] En las palabras mencionadas se insinúa la descripción de la justificación del pecador: de suerte que es tránsito del estado en que nace el hombre hijo del primer Adán, al estado de gracia y de adopción de los hijos de Dios por el segundo Adán Jesucristo nuestro Salvador. Esta traslación, o tránsito no se puede lograr, después de promulgado el Evangelio, sin el bautismo, o sin el deseo de él; según está escrito: “No puede entrar en el reino de los cielos sino el que haya renacido del agua, y del Espíritu Santo” (Concilio de Trento, cap. II, sesión VI. De los predicadores de la palabra divina, y de los demandantes. Celebrada en 13 de enero de 1547)
  • El bautismo nos distingue de todos los grupos religiosos

El Pueblo de Dios tiene características que le distinguen claramente de todos los grupos religiosos, étnicos, políticos o culturales de la Historia:
– Es el Pueblo de Dios: Dios no pertenece en propiedad a ningún pueblo. Pero El ha adquirido para sí un pueblo de aquellos que antes no eran un pueblo: “una raza elegida, un sacerdocio real, una nación santa” (1 P 2, 9).
– Se llega a ser miembro de este cuerpo no por el nacimiento físico, sino por el “nacimiento de arriba”, “del agua y del Espíritu” (Jn 3, 3-5), es decir, por la fe en Cristo y el Bautismo. (Catecismo de la Iglesia Católica, 782)
  • Grande injuria es poner la Iglesia Católica al mismo nivel de las demás

Tampoco faltan los que, si bien no impugnan de propósito la verdad, adoptan, sin embargo, ante ella una actitud de negligencia y sumo descuido, como si Dios no les hubiera dado la razón para buscarla y encontrarla. Tan reprobable modo de actuar conduce, como por espontáneo proceso, a esta absurda afirmación: todas las religiones tienen igual valor, sin diferencia alguna entre lo verdadero y lo falso.Este principio —para usar las palabras de nuestro mismo predecesor— lleva necesariamente a la ruina todas las religiones, particularmente la católica, la cual, siendo entre todas la única verdadera, no puede ser puesta al mismo nivel de las demás sin grande injuria”. Por lo demás, negar la diferencia que existe entre cosas tan contradictorias entre sí, derechamente conduce a la nefasta conclusión de no admitir ni practicar religión alguna. (Juan XXIII. Carta Encíclica Ad Petri Cathedram, n. 10-11)
  • Contra los imprudentes “pancristianos”, recuérdese que San Juan prohibía el trato con quien no tuviera la doctrina íntegra

Podría parecer que dichos ‘pancristianos’, tan atentos a unir las iglesias, persiguen el fin nobilísimo de fomentar la caridad entre todos los cristianos, pero, ¿cómo es posible que la caridad redunde en daño de la fe? Nadie, ciertamente, ignora que San Juan, el Apóstol mismo de la caridad, el cual en su Evangelio parece descubrirnos los secretos del Corazón Santísimo de Jesús, y que solía inculcar continuamente a sus discípulos el nuevo precepto Amaos unos a los otros, prohibió absolutamente todo trato y comunicación con aquellos que no profesasen, integra y pura, la doctrina de Jesucristo: ‘Si alguno viene a vosotros y no trae esta doctrina, no le recibáis en casa, y ni siquiera le saludéis’ (2 Jo 1,10). Siendo, pues, la fe integra y sincera, como fundamento y raíz de la caridad, necesario es que los discípulos de Cristo estén unidos principalmente con el vínculo de la unidad de fe. (Pío XI, Encíclica Mortalium animos, 6 de enero de 1928) 
  • No es lícito esconder la verdad so pretexto de facilitar la paz

No es lícito, ni siquiera con el pretexto de hacer más fácil la concordia, disimular siquiera un solo dogma; pues, como advierte el patriarca de Alejandría: ‘Desear la paz es ciertamente primero y mayor bien, pero no si debe por tal motivo permitir que venga a menos la virtud de la piedad en Cristo (Epis. 61). (Pío XII, Encíclica Orientalis Ecclesiae, 9 de abril de 1944)
  • La paz sólo vendrá mediante la luz de la razón regida por la ciencia de las cosas divinas 

La actual depresión y debilidad de las almas, de que resultan los mayores males, provienen, principalmente, de la ignorancia de las cosas divinas. Esta opinión concuerda enteramente con lo que Dios mismo declaro por su profeta Oseas: ‘No hay conocimiento de Dios en la tierra. La maldición, y la mentira, y el homicidio, y el robo, y el adulterio lo han inundado todo; la sangre se añade a la sangre por cuya causa se cubrirá de luto la tierra y desfallecerán todos sus moradores.’ (Os 4,1ss) […] Con razón decía el apóstol San Pablo escribiendo a los de Éfeso: ‘La fornicación y toda especie de impureza o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como corresponde a santos, ni tampoco palabras torpes, ni truhanerías’ (Ef 5,3ss). Como fundamento de este pudor y santidad, con que se moderan las pasiones, puso la ciencia de las cosas divinas: ‘Y así, mirad, hermanos, que andéis con gran circunspección; no como necios sino como prudentes… Por lo tanto, no seáis indiscretos, sino atentos sobre cuál es la voluntad de Dios (5, 15ss) […] Sentencia justa; porque la voluntad humana apenas conserva algún resto de aquel amor a la honestidad y la rectitud, puesto en el hombre por Dios creador suyo, amor que le impulsaba hacia un bien, no entre sombras, sino claramente visto. Masdepravada por la corrupción del pecado original y olvidada casi de Dios, su Hacedor, la voluntad humana convierte toda su inclinación a amar la vanidad y a buscar la mentira. Extraviada y ciega por las malas pasiones, necesita un guía que le muestre el camino para que se restituya a la vía de la justicia que desgraciadamente abandono. Este guía, que no ha de buscarse fuera del hombre, y del que la misma naturaleza le ha provisto, es la propia razón; mas si a la razón le falta su verdadera luz, que es la ciencia de las cosas divinas, sucederá que, al guiar un ciego a otro ciego, ambos caerán en el hoyo […] Solo la doctrina cristiana pone al hombre en posesión de su eminente dignidad natural en cuanto hijo del Padre celestial […] Pero de esta misma dignidad y del conocimiento que de ella se ha de tener infiere Cristo que los hombres deben amarse como hermanos y vivir en la tierra como conviene a los hijos de la luz, no en comilonas y borracheras, no en deshonestidades y disoluciones, no en contiendas y envidias(cf. Rm 13,13); mándanos asimismo que nos entreguemos en manos de Dios, que es quien cuida de nosotros; que socorramos al pobre, hagamos bien a nuestros enemigos y prefiramos los bienes eternos del alma a los perecederos del tiempo. […] Cuando al espíritu lo envuelven las espesas tinieblas de la ignorancia, no pueden darse ni la rectitud de la voluntad ni las buenas costumbres, pues si caminando con los ojos abiertos puede apartarse el hombre del buen camino, el que padece de ceguera está en peligro cierto de desviarse. (Pío X. Encíclica Acerbo Nimis, sobre la enseñanza de la Doctrina cristiana, 15 de abril de 1905)
  • Los fieles sencillos no deben tratar con los infieles por temer su propia perversión

A los fieles se les prohíbe el trato con alguna persona por dos razones: la primera, en castigo de aquel a quien se le sustrae la comunicación con los fieles; la segunda, por precaución hacia quienes se les prohíbe el trato con ella. Ambas razones pueden deducirse de las palabras del Apóstol. […] En cuanto al segundo título, hay que distinguir, de acuerdo con las condiciones diversas de personas, ocupaciones y tiempos. Si se trata, efectivamente, de cristianos firmes en la fe, hasta el punto de que de su comunicación con los infieles se pueda esperar más bien la conversión de éstos que el alejamiento de aquéllos de la fe, no debe impedírseles el comunicar con los infieles que nunca recibieron la fe, es decir, con los paganos y judíos, sobre todo cuando la necesidad apremia. Si, por el contrario, se trata de fieles sencillos y débiles en la fe, cuya perversión se pueda temer como probable, se les debe prohibir el trato con los infieles; sobre todo se les debe prohibir que tengan con ellos una familiaridad excesiva y una comunicación innecesaria. (Santo Tomás de Aquino. Suma Teológica, II-II, q.10, a.9, co.) 
  • Los no creyentes deben convertirse y hacer penitencia

Por eso, a los no creyentes la Iglesia proclama el mensaje de salvación para que todos los hombres conozcan al único Dios verdadero y a su enviado Jesucristoy se conviertan de sus caminos haciendo penitencia. (Concilio Vaticano II, Constitución Sacrosanctum Concilium, n. 9, 4 de diciembre 1963)
  • Una súplica a los que no pertenecen a la Iglesia Católica: se esfuercen por salir de ese estado

También a aquellos que no pertenecen al organismo visible de la Iglesia Católica, […] nada Nos preocupa más sino que tengan vida y la tengan con mayor abundancia. Esta Nuestra solemne afirmación deseamos repetirla por medio de esta Carta Encíclica, en la cual hemos cantado las alabanzas del grande y glorioso Cuerpo de Cristo, implorando oraciones de toda la Iglesia para invitar, de lo más íntimo del corazón, a todos y a cada uno de ellos a que, rindiéndose libre y espontáneamente a los internos impulsos de la gracia divina, se esfuercen por salir de ese estado, en el que no pueden estar seguros de su propia salvación eterna. (Pío XII. Encíclica Mystici Corporis Christi sobre el Cuerpo Místico de Cristo, 29 junio 1943)
  • Callar es propio del cobarde o de quien duda de la verdad, y es injurioso a Dios

Pero cuando la necesidad apremia no sólo deben guardar incólume la fe los mandan, sino que cada uno esté obligado a propagar la fe delante de los otros, ya para instruir y confirmar a los demás fieles, ya para reprimir la audacia de los infieles. Ceder el puesto al enemigo, o callar cuando de todas partes se levanta incesante clamoreo para oprimir a la verdad, propio es, o de hombre cobarde o de quien duda estar en posesión de las verdades que profesa.Lo uno y lo otro es vergonzoso e injurioso a Dios; lo uno ylo otro, contrario a la salvación del individuo y de la sociedad: ello aprovecha únicamente a los enemigos del nombre cristiano, porque la cobardía de los buenos fomenta la audacia de los malos. (León XIII, Encíclica Sapientiae Christianae, n.14, 10 de enero de 1890)
  • Quien tiene autoridad para enseñar y no lo hace es transgresor de la Ley 

Nota bien cómo [Cristo] empieza y por dónde hace resaltar las culpas de ellos. Porque dice: Enseñan, pero no obran. Como si les dijera: cada uno tiene culpa como transgresor de la Ley, pero sobre todo el que tiene autoridad para enseñar, pues queda reo de doble y aun triple condenación. En primer lugar como transgresor: en segundo lugar porque debiendo enseñar a los otros y enmendarlos falla en esto, y por razón de su dignidad de maestro es digno de pena mayor. En tercer lugar porque es motivo de mayor corrupción, pues procede así estando constituido en el grado de doctor de la Ley. (San Juan Crisóstomo, Homilía LXXII sobre el Evangelio de San Mateo, n.72)

SHALOM MASONES MÍOS LA ROSCA DE BERGOGLIO.





Bergoglio y sus nuevas herejías y blasfemias

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El "Papa" Francisco ahora resulta que irá a “participar en una ceremonia conjunta entre la Iglesia Católica y la Federación Luterana Mundial para conmemorar el 500° aniversario de la Reforma protestante, en programa en Lund, Suecia, el 31 de octubre de 2016”.

Frases del Hereje Martin Lutero contra la Iglesia Catolica, unica arca de salvación, única Iglesia con sucesión Apostólica, la verdadera Iglesia... Lo que hizo Lutero fue destruir la unidad de la Cristiandad occidental, alejarnos mas de la cristiandad Oriental, sembra a Europa de mártires, a su propia Patria de guerras devastación y destrucción. La Guerra de los Treinta Años destruyo totalmente el poder del Imperio Alemán que se remonta a San Carlomagno, su fundador oficial fue el Emperador Oton I y fue disuelto ya definitivamente por el Corso Emperador impío de Francia Napoleón Bonaparte.
En fin que obras hizo Lutero a  demás de dividir a la cristiandad, enfrentar a unos y otros como perros y gatos, debilito el poder temporal de la Iglesia, cedió este poder a los príncipes, se secularizaron y destruyeron, antiguos conventos y abadías, que durante mas de mil años, los fieles habían colaborado a edificar y enriquecer para gloria de Dios y con fines caritativos, ultrajo a la Santisima Virgen, a los Santos, mancillo todas las enseñanzas de la Iglesia, abrió las puertas al liberalismo, a la relativizacion de la Sagrada escritura, así con su tan famosa libre interpretación, cada infeliz iluminado fundo una nueva Iglesia Herética, que perseguía a los catolicos y hacia prosélitos entre estos.... A no engañarnos, los herejes protestantes en sus varias denominaciones, siguen haciendo proselitismo y "misión diabólica" entre los catolicos, que cansados de esta "Iglesia decadente" que nació después del Concilio y no teniendo verdades seguras, se aferran a la fe sentimenta que les proponen los herejes protestantes, en sus diversas pseudo "iglesias".
Sus enseñanzas heréticas, causaron guerras, devastación, muerte, violación, recuerden el caso del iluminado Thomas Muenster.... Primer anarco comunista, degenerado y violador serial. con el debilitamiento de la Iglesia y el poder que los reyes ejercieron sobre el cristianismo herético, no tardo en infiltrarse la masonería fundada por esos pérfidos, a quienes mejor ni nombrar y que trabajaron desde que nuestro Señor comenzó a predicar para destruirlo y luego para destruir a la Iglesia y a la cristiandad.... Lutero es uno de los jalones mas importantes en la historia de la debilitación y destrucción de la Iglesia y al Cristiandad.  Luego el hombre comenzó a ser influenciado por esas ideas liberales, nacidas de la libre interpretación Luterana y se transformo en un hombre Deista y luego ateo... O realativista como es nuestro masonico Antipapa Bergoglio.
Yo no tengo pluritos en decirlo, no soy sedevacantista, pero Bertgoglio, no representa a la Iglesia Catolica, es el demoledor de las profecías de muchos Santos, o es el que le esta abriendo la Puerta, no es católico, de eso estoy seguro, es un usurpador, que con su camarilla de cardenales masones, gays, príncipes del renacimiento, pues a los que viven como reyes y lo apoyan en todo los deja hacer... Eso hombre Bergoglio y sus amigos confabularon constantemente para hacer renunciar y recluir al Papa Benedicto XVI, para algunos un modernista mas, para mi con sus errores y aciertos, el verdadero y único Papa. Pues a este masón herético, no se me ocurre ni por las tapas considerarlo Papa, ni el mismo se hace llamar Papa. Con su falsa humildad, se hace llamar Obispo de Roma, con su falsa misericordia, lleva a muchas almas a la perdición...
A llegar a este punto, mucho diran y este que clase de santo es, es un fariseo, que se golpea el pecho y se sienta en primera fila cantando en latin... No soy un pecador, quizas un grave pecador. Dios solo nos juzga, pero no quiero ser justificado en mis pecados, ni apoyar a un hombre vulgar, mentiroso, cínico, maquiavelico... Que se hace amar por las masas amorfas, que se dicen catolicos, pues ya nada saben de la fe en la que están bautizados, que muy pocos practican y hay otros catolicos peores, los que conociendo la doctrina callan por una falsa obediencia, por matener privilegios, o situaciones laborales. Yo renuncia a todos los cargos que me ataban a ser trabajador en instituciones catolicas, pues asi tengo la libertad de decir lo que pienso y si es tambien luterano, asi pues que no se rasgue las vestiduras, quien celebra a Lutero, si los fieles catolicos, se enojan y dicen cosas de alto tenor contra el... Bergoglio, el mas nefasto hombre que haya usurpado el papado...
Pues el es un usurpador, quien trabajo con otros para lograr al renuncia de Benedicto XVI, que trabajo con otros para implantar toda esta confusión que dará ganancia a los enemigos de la Iglesia, aliados de satanás. Pues esos cardenales, Obispos, Curas, Frailes, Monjes y monjas que se rasga las vestiduras, por la obediencia ciega y conocen los errores que esta haciendo este hombre... Y se callan... También con su silencio son participes de la obra demoledora de la Iglesia.
Pues yo no pienso callar, el Antipapa y sus colaboradores no me asustan, no creo ni en su falsa humildad, ni en su falsa modestia, ni en su falsa misericordia.... Todas tienen un objetivo, sembrar la confusión, sembrar la duda, y abrir el camino, si no es que el mismo lo hace, para destruir lo poco que el nefasto Concilio Vaticano II abrió... 
Entonces ningun católico de bien sea clarigo o seglar puede aprobar, aplaudir o simpatizar con esta grave traición y herejía que el nefasto Bergoglio, va a celebrar el 31 de Octubre de este año, en Suecia, dicho sea de paso, ese día los satanistas festejan Halowen... Pura coincidencia...

KLa Sangre de los mártires que murieron por ser fieles a la verdadera fe, en manos de los herejes, estos clamaran al Cielo para que la afrenta que les hace Bergoglio, no quede sin mancha y no solo pienso en los Martires, los Santo de la Iglesia blasfemados por ese monje heretico y peor aun el nombre de la Santa madre de Dios, Nuestra Señora y Reina Maria, Corredentora de todas las Gracias, es pisoteado, profanado y mancillado diariamente por los herederos de esa nefasta reforma que como dije consiguió dividir y debilitar tanto a la fe católica que hoy nos hayamos así, por el.
Sumando que los luteranos apoyan en su gran mayoría, el divorcio, el aborto, los matrimonios antinatura, niegan la primacía del Papa como Vicario de Cristo (No hablo claro esta de Bergoglio pues con sus constantes manifestaciones anti católicas, ningun católico que sea fiel a la Iglesia y que tenga idea de la fe que profesa, puede seguirlo como autentico Vicario de Cristo). El es un usurpador, un demoledor, un servidor de la masonería para crear una falsa iglesia apostata universal que termine definitivamente con el catolicismo y con el cristianismo, una iglesia falsa deista...  Como reza en sus nefandas intenciones para este mes que ya esta terminado y por las cuales jamas pienso rezar... Por un mismo falso dios en que estén todas las religiones juntas.... Una blasfemia, una abominación de satanás.
Termino mi diatriba contra este hombre nefasto, contra este antipapa, este usurpador, este servidor de satanas.... pidiendo que la sangre de los Martires, caiga sobre el y sobre todos los que colaboran con el desde la oscuridad de sus escritorios, desde el aplauso, desde el silencio cómplice, desde la ignorancia de su fe (estos son los mas pobres y quizas los menos culpables, pues ya no conocen la fe que dicen practicar)... En fin los demás que si saben y callan... Dios se apiade de sus almas y las de todos nosotros pecadores, en este Valle de lagrimas... Que Dios nos mande un verdadero Santo Pontifice que termine con los cincuenta y largos años de devastación a que ha sido sometida la Iglesia, al suprimirse, o perseguirse en grado salvaje, a la verdadera Misa Católica, a la Misa de Siempre, a la Misa del Concilio de Trento, que tanto hizo por erradicar y estirpar el cáncer luterano y sus diversas ramificaciones.

Desde Martín Lutero los protestantes han atacado al papa y a la Iglesia católica, como si fueran el representante del poder del Anticristo y la Prostituta de Babilonia profetizados en el Apocalipsis. La identificación del papa como el Anticristo era un artículo de fe para varias denominaciones protestantes:
No hay otra cabeza de la Iglesia más que Nuestro Señor Jesucristo: por lo que el papa de Roma no puede serlo de ninguna manera; sino que es el Anticristo, ese hombre del pecado e hijo de la perdición, que se exalta en la Iglesia contra Cristo y todo lo que llamamos Dios.

Westminster confession of faith (‘confesión de fe de Westminster’), 25.63
Nuestro Señor Jesucristo es la cabeza de la iglesia, en quien, por nombramiento del Padre, es llamado a todo el poder, todo el poder para el llamado, la institución, el orden y el gobierno de la iglesia. Él está investido de una manera suprema y soberana, por lo que el papa de Roma no puede ser la cabeza, sino el Anticristo, ese hombre de pecado es hijo de la perdición, que se exalta a sí mismo contra la iglesia de Cristo.

The London baptist confession of 1689 (‘confesión bautista de Londres de 1689’), 26.44
Los protestantes condenaron el celibato obligatorio de los sacerdotes católicos y también el ayuno y la abstinencia, que eran observados durante el tiempo de cuaresma, alegando que eran contradictorios con lo dicho en 1 Timoteo 4:1-5, advirtiendo contra cualquier doctrina que "proscribe el matrimonio y prohíbe el consumo de determinados alimentos que Dios creó para que los creyentes y los conocedores de la verdad los comieran dando gracias. Todo lo que Dios ha creado es bueno, y nada es despreciable, si se lo recibe con acción de gracias, porque la palabra de Dios y la oración lo santifican." Como resultado de la condenación, los protestantes permiten que sus pastores contraigan matrimonio y/o ven el ayuno como una opción más que una obligación.

 “El dueño de un prostíbulo no peca menos que un predicador que no entrega el verdadero evangelio. El prostíbulo es tan ruin como la iglesia del falso predicador”. Martin Lutero.


Finalmente , concuerdo con esta frase del herético y maldito monje agustino, traidor a la Iglesia verdadera y servidor de satanás, pero aplicandola a los enemigos de la Santa Madre Iglesia, como lo fue el y como lo es hoy el granuja antipapa de Bergoglio, todos sus colaboradores que lo apoyan y todos sus complices en el silencio.... Si callas y no te opones al error, niegas la verdad y eres complice directo del que mancilla a la Iglesia... No hay autoridad basada en el capricho persoal, la autoridad del Papa debe basarse en la sagrada escritura y en los poco mas de  Dos Mil Años de tradicion de la Iglesia... Que abarca Concilios, Enciclicas, Bulas, Cartas, Escritos de Padres, Doctores y Doctoras, Santos y Santas de la Iglesia... Hasta llegar al Concilio Vaticano II y sus falsas interpretaciones....Si es que hay falsas o es todo falso... Por sus frutos lo conoceréis y ya estamos viendo las frutas mas podridas de ese Concilio pastoral, no Ecuménico que hizo y sigue haciendo apra destruir la Iglesia. Gott mit uns!!!

11 de febrero 2016: Benedicto XVI sigue siendo el Vicario de Cristo

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A los tres años de su obligada renuncia, es cada vez más evidente que Joseph Ratzinger renunció al ministerio de obispo de Roma y a los cargos administrativos del Papado, mientras que manifestó que él mantendría el primado petrino y seguiría llevando sobre sus hombros la carga y la vocación de ser el Vicario de Cristo
Una de las más agudas y encendidas discusiones entre destacados canonistas italianos y vaticanos es la que se refiere a la invalidez de la renuncia del Papa Benedicto XVI al haber sido amenazado de cisma y de muerte
Quienes sostienen que la renuncia fue inválida argumentan que, si bien Ratzinger anunció que dejaba el papado libremente por no tener ya las fuerzas para enfrentar graves problemas de la Iglesia, su decisión no fue del todo libre, pues estuvo constreñida por dos amenazas: de muerte y de cisma. Esas coacciones, que vinieron a conocerse posteriormente, habrían hecho el acto de la renuncia jurídicamente nulo por inexistencia, dado que la presión moral a que fue sometido invalida ese acto.
 El grupo de canonistas que sostiene la invalidez de la renuncia tienen hoy al menos cuatro elementos a su favor.

 
Primero, la publicación de L´Avennire, el periódico de los obispos italianos que, en su gaceta del 7 de enero de 2015 reveló que Benedicto XVI fue objeto de una traición y de una conjura, mediante las cuales lo coaccionaron a dimitir. En la página 2 del periódico, sección editorial a cargo del director Marco Tarquinio, se lee: "hubieron ambientes que por motivos de poder y hostigamiento, traicionaron y complotaron para eliminar al Papa Ratzinger, y lo obligaron a renunciar".

Segundo, la revelación del sacerdote jesuita Arnaldo Zenteno en el número 3 de su "Informe" sobre la sucesión, en donde afirma que, cuando el recién electo Francisco fue a Castel Gandolfo para visitar a Benedicto XVI, éste último le confió, en el almuerzo, cómo una de las causas que más influyeron en su renuncia fue constatar las amenazas que recibió, "pues ya se había tomado la decisión de matarlo".



Tercero, la amenaza de cisma por la que un grupo de cardenales, sobre todo alemanes, le hicieron saber que tenían una lista con firmas de sacerdotes, religiosos, obispos y cardenales modernistas prontos a constituir una nueva Iglesia separa de Roma si él no aceptaba sus exigencias.

Esas dos amenazas, de muerte y de cisma, hacen que la resolución de Benedicto XVI está viciada in radice ("desde su raíz", no subsanable), ya que la violencia moral a la que fue sometido anula canónicamente la validez del acto de la renuncia.

Cuarto, la declaración del cardenal Godfried Danneels en la que admitió haber formado parte de un "club mafia", un grupo de cardenales diez cardenales que complotaron para que Joseph Ratzinger no fuera electo Papa en 2005, y para que renunciara una vez que sí fue electo en aquel cónclave.

Pero hay todavía una prueba más contundente que las cuatro anteriores, y es el discurso de despedida que el mismo Papa Ratzinger pronunció ante la curia romana el 27 de febrero, un día antes de tomar el helicóptero para retirarse temporalmente a Castel Gandolfo.

En esa alocución se refirió a la invitación que recibió de Dios cuando fue electo sucesor de San Pedro el 19 de abril de 2005. En esa ocasión dijo (párrafo 23) que la vocación que recibió de Cristo es ad vitam (para toda la vida) y que, por ello, nunca podrá renunciar a ella (como siempre lo entendieron todos los Papas en la historia de la Iglesia): "El siempre es también un para siempre, no hay más un retorno a lo privado". "Mi decisión de renunciar al ejercicio activo de ministerio (no al espiritual) no revoca esto (el primado petrino)".



Además, Benedicto estableció, ante los órganos jurídicos de la Iglesia, que él conservaría la sotana blanca, mantendría el apelativo "Su Santidad", conservaría las llaves de Pedro en su escudo, y seguiría siendo Papa, añadiendo simplemente el epíteto "emérito". Esto último es muy significativo pues, cuando el Papa Gregorio XII renunció, volvió a ser cardenal, y cuando el Papa Celestino V renunció, volvió a ser monje. No lo estableció así el Papa Benedicto XVI.


Ese discurso expresa claramente su convicción de que él seguiría siendo el Vicario de Cristo, y de que solamente estaba renunciando a los cargos administrativos del papado. En su mente, una cosa es el ministerio del obispo de Roma, y otra cosa es el primado petrino. Sic et simpliciter.

Gott mit uns comentario a la nota:

Verdaderamente, las cosas, son así el Papa Benedicto XVI, nop solamente fue obligado a renunciar por todos los puntos anteriormente sitiados, la prensa impia lo ataco constantemente, se le obligo casi a pedir disculpas a los infieles musulmanes, toda la prensa y muchos sacerdotes, incluido el que ahora aparece en el videito ecuménico con las intenciones del usurpador Bergoglio, quien tambien trabajo activamente en contra del Papa Benedicto XVI y ahora se hace el sorprendido de ser criticado por muchos catolicos y verdaderamente su autoridad, el mismo se hace llamar Obispo de Roma, por esa falsa humildad, que no tiene...
Se le presiono para que hiciera un segundo Asís, para alejarlo de los catolicos tracidionales, todo fue hecho a drede, es verdad que el participo activamente del Concilio Vaticano II, pertenencia al llamado grupo del Rhein, que tanto mal le hizo y le sigue haciendo ala Iglesia.... Y muchos altos clérigos, aceptaron y aceptan a los modernistas alemanaes por al contribución económica que con el diezmo obligatorio hace la Iglesia alemana a la Universal, que se metan sus marcos y sus euros en el lugar mas oscuro... 
También recuerdo que medios catolicos de prensa locales (Argentinos) ejemplo Radio Maria, Crsito Hoy y otros y tambien internacionales, no dejaban un segundo de comparar al difunto Juan Pablo II, con el Papa Benedicto XVI, no había una sola cosa que hiciera el Papa Benedicto XVI que no fuera como parada con las cosas del difunto Papa Juan Pablo II, santificado demasiado rápidamente, en  un proceso irregular por el mismo Benedicto XVI, que tambien cometió sus errores, deajndo que se comparara constantemente a su persona con Juan Pablo II, aceptando el clamor de Santo Súbito, sin esperar el debido tiempo y proceso (No juzgo si es Santo o no, eso es cosa de Dios, no mía), tambien el acercamiento a los sectores catolicos tradicionales, un acercamiento tímido, que exigía cosas que sabia de ante mano que los catolicos tradicionales no iban y espero no acepte jamas, el Motu Propio que librero la Misa de Siempre , que dichos ea de paso jamas fue prohibida, si silenciada y sobre sus silenciadores pesa una excomunión del Papa San Pio V... Por la Eternidad, así pues muchos Cardenales, Obispos, curas etc, que se oponen a la Misa de Trento, digamos a la Misa de Siempre, a la Misa Romana por excelencia, están excomulgados y su autoridad es nula.  
También estuvo el caso de Monseñor Williamson que hizo todo lo posible e imposible para que no se firmara un acuerdo con Roma, quizas haya tenido razon, viendo las cosas desde la perspectiva actual, mas se revelo contra su Superior Monseñor Fellay, filtro informacion, hablo de temas politicos considerados tabu,  adrede, para causar malestar y lo peor de todo, sembro la semilla de la discordia y la división dentro de la FSSPX. Dios lo juzgara por haber hecho esto que es gravisimo y tambien a todos los sacerdotes y feligreses, que dejaron al Fraternidad para seguir a un Obispo desobediente y díscolo, que mezcla religión con política nazi... Cosa que no tiene ni ton ni son... Pues el nazismo es una corriente política neopagana y anticristiana. 
En fin, yo siempre defendi la tesis, de que si bien el Papa Benedicto XVI, no deja de ser un Papa moderno por su formación, y algunos de sus hechos, es inegable que atajo nuevamente a muchos catolicos a lo que el llamo los tesoros escondidos de la Iglesia, no comparto llamar ritop Extraordianrio al que es el Ordinario Romano, o sea la Misa codificada por San Pio V, tras el Concilio de Trento y Rito ordinario, a la Misa Nueva, cercenada en gran medida y protestantizante... en pos de un falso eucumenismo que pone de rodillas a la verdadera Iglesia frente a las sectas y grupos heréticos protestantes.
Asi pues finalmente creo que el falso Papa Francisco, el usurpador de Bergoglio, desde un primer momento trabajo para la renuncia de su Santidad Benedicto XVI, conspiro constantemente contra el, que su falsa humilda, su falsa caridad, su maquiavelismo, su cinismo, son la cara mas oscura y desfigurada que nos traen los frutos podridos del Concilio Vaticano II.
Bergoglio no es Papa, trabaja para destruir la Iglesia y el catolicismo, no cree en el Verbo encarnado, promueve una falsa religión universal a la manera masonica y deista, no promueve la evangelización y mucho menos las misiones... Id y propagad el Evangelio, haced conocer a Cristo entre todas las Naciones, con VBergoglio este mandato de Nuestro Señor, esta casi llegando a su fin...
No ,e importa que me tilden de cismatico, desobediente, y todos los adjetivos, que los modernistas furibundos y hereticos quieran ponerme, no me interesan, ni tampoco sus falsas amonestaciones, no tienen ninguna validez, pues ellos ya no creen, las usan apra asustar a los catolicos conservadores, a lso temerosos de la autoridad, que si fuera justas y digna yo tambien temería, pues Pedro es el Vicario de Cristo.... Mas Bergoglio, el usurpador, no es Vicario de cristo, los que lo apoyan la mayoria, no representan ya a la Iglesia en verdad, y la multitud cómplice que calla, es tan culpable como los perpetradores de las ofensas hechas contra la santa madre Iglesia, su Vicario el Papa Benedicto XVI.
Para perla ahora estan denunciando en Alemania que el Coro de Niños que dirijio el hermano del Papa Benedicto XVI hubo 251 casos de abusos.... En fin hasta no destruir totalmente al Papa Benedicto XVI no pararan, quizas algun día lo liquiden y así, el usurpador Bergoglio estara a pleno con sus amigos heréticos masones y modernistas. 
Por suerte para nos y por desgracia apra los que se equivocan de camino, la justicia es de Dios y para esos perros no existirá misericordia, la falsa misericordia de Bergoglio es eso falsedad, no existe, pues su forma de pensar va en consonancia con la del heresiarca mayor Lutero, peca y peca fuerte la fe te salva. No hay axioma, mas dañino y falso que ese, a aquel que lo sigue tiene asegurada la amplia autopista del infierno. Gott mit uns!

Fariseísmo ¿de los cristianos tradicionales?

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04/02/2016
Fariseísmo ¿de los cristianos tradicionales?

fariseos
Andrea Greco
Escrito por Andrea Greco
El Papa ha dicho: “Los cristianos obstinados en el ‘siempre se ha hecho así’, ‘éste es el camino’, ‘ésta es la senda’— pecan: pecan de adivinación. Es como si fueran a ver a una adivina: ‘Es más importante lo que se ha dicho y que no cambia; lo que siento yo – por mi parte y de mi corazón cerrado – que la Palabra del Señor’. También es un pecado de idolatría la obstinación: el cristiano que se obstina, ¡peca! ¡Peca de idolatría!”, sobre lo cual ya se han hecho muchos y sesudos análisis. Sólo queremos aquí, si cabe, aportar algo más acerca del fariseísmo. Porque esa es, sin dudas, la acusación que se nos dirige. Si no, no es posible entender que el suave y blando “¿Quién soy yo para juzgar?” aplicado a los gays, se transforme en el “pecan, pecan de adivinación… pecan de idolatría” dirigido a los católicos tradicionales.
¿Para qué hablar, para qué gastar estas líneas en escribir? No sería, tal vez, más sencillo y tranquilizador meter la cabeza bajo la tierra como el avestruz y dejar pasar?
Con profundo dolor, en cuanto ellas puedan aplicarse a las situaciones que nos llevan a escribir estas líneas, hacemos nuestras las palabras de Alberto Caturelli en la conclusión de su libro La Iglesia Católica y las catacumbas hoy, cuando expresa:
“¿Por qué escribí este libro?… he vuelto a repasar la doctrina de la tradición de siempre sobre el sacerdocio común de los laicos (…) han de dar testimonio de Él en todo lugar y circunstancia (Lumen gentium, II,10) (…) En la situación actual del mundo su misión [la del laico] se vuelve dolorosísima: el mundo odia al laico católico quien sufre un asedio casi insoportable desde fuera y desde dentro de la Iglesia militante. Por eso he ido escribiendo este libro como testimonio de esa experiencia. Desde el mundo acontece lo que siempre es de esperar: las puertas se cierran, el acoso constante en la Universidad, en el trabajo y en la vida social; las dificultades que provienen de mis propias debilidades y pecados; desde dentro, el progresismo ‘teológico’ infiltrado en la Iglesia, el mutismo hostil, los celos, la persecución silenciosa, el abatimiento y la confusión de ovejas en soledad… el sufrimiento callado”[1].
Ahora parece que esa persecución ya no es silenciosa sino abierta y declarada.
Está claro que, también para nosotros, sería más sencillo, tranquilo y “falsamente prudente” dedicarnos a nuestros problemas cotidianos y despreocuparnos de los problemas de la Iglesia. Seguramente eso disminuiría el asedio que vivimos desde el mundo desde dentro. Pero creemos que como laicos estamos comprometidos con la vida eclesial.
*****
También ha dicho el Papa Francisco “El afán de poder y de tener no conoce límites”(Evangelii Gaudium). Percibimos un abuso de autoridad o intento de manipulación de los creyentes. Se intenta paralizar a los cristianos fustigándolos, se procura sembrar el miedo entre los creyentes al mismo tiempo que se es laxo y condescendiente con el pecado y las conductas reñidas con el Evangelio de Cristo.
Probablemente lo más grave sea justamente este abuso de autoridad en acto o por omisión[2], a propósito de lo cual traemos a colación el texto de Alberto Caturelli sobre el iscariotismo, un duro texto que sirve para mostrar los peligros que se ciernen sobre una Iglesia que no quiere confrontar con el mundo, prefiere castigar con severidad puertas adentro para mostrar toda su blandura puertas afuera.
“Como un gas impalpable que penetra en la Iglesia por alguna grieta (como denunciaba Pablo VI) el iscariotismono quiere “confrontaciones” ni recios testimonios (sí, sí; no, no) sino compromisos equívocos, “ponderados” y “prudentes”… que le permitan seguir viviendo “en paz”con el mundo.
No le preocupa “traer las ovejas perdidas a la Casa del Padre” (que podría costarle hasta el no deseado martirio) sino trasquilar sus ovejas, hacer de ellas obsecuentes cortesanos y desempeñar hasta el fin su papel de mercenario entregado al mundo. El pastor se alía con el Lobo. El iscariotismo acentúa la “enfermedad” radical del hombre, bajo el pretexto de ofrecerle una “mejor calidad de vida” terrena, le lleva a la muerte segunda y a padecer la lepra mortal de la opulencia.
El Iscariote ha sustituido el compromiso con Cristo por la “ética del discurso” (como dicen ciertos “filósofos” actuales) que se funda en el “consenso”… Los iscariotes de la Iglesia y el mundo no se atreven a oponerse a “las mayorías”[3].
Pero volvamos al fariseísmo del que se nos acusa. En el Evangelio se nos presenta la parábola de la oración del publicano y el fariseo. Explica el Padre Leonardo Castellani que:
“El Evangelista al principio de la parábola los define: “unos hombres que se tenían a sí mismos por santos y despreciaban a los demás”; es decir, soberbia religiosa. Queda enten­dido que no siempre fueron así los fariseos: fue un ceto social que se corrompió. En tiempo de Jesucristo eran así. Antes de Jesucristo habían sido la fracción política que mantuvo la tradición nacionalista y antihelenística de los Macabeos. Después de Cristo, fueron el espíritu que inspiró el Talmud y organizó la religión judaica actual: puesto que la destrucción y la Diáspora, que acabó con los Saduceos, no acabó con los fariseos. Es­tos son indestructibles”[4].
Esta es pues la acusación que pesa sobre los católicos tradicionalistas: fariseísmo, soberbia religiosa, tenerse por santos despreciando a los demás.
Y ciertamente que es una acusación importante si, como dice Castellani:
“Toda la biografía de Jesús de Nazareth como hombre se puede resumir en esta fórmula: Fue el Mesías y luchó contra el fariseísmo; o quizás más brevemente todavía:Luchó con los Fariseos.
La vida de Cristo no fue un idilio ni un cuento de hadas ni una elegía, sino un drama. No hay drama sin antagonista. El antagonista de Cristo fue el fariseísmo, vencedor en apariencia, derrotado en realidad.
Sin el fariseísmo, toda la historia de Cristo fuera cambiada; y también la del mundo entero. Su Iglesia no hubiera sido como es ahora, y el mundo todo hubiese seguido otro derrotero, con Israel a la cabeza: triunfante y no deicida y errante; derrotero enteramente inimaginable para nosotros.
Sin el fariseísmo, Cristo no hubiera muerto en la cruz; y la Humanidad no sería esta Humanidad; ni la Religión, esta Religión. El fariseísmo es el gusano de la religión; y parece ser un gusano ineludible, pues no hay en este mundo fruta que no tenga gusano, ni institución sin su corrupción específica”.
Así nos explica Castellani que el fariseísmo es la soberbia religiosa; y como tal  es la corrupción más grande de la verdad más grande: “la verdad de que los valores religiosos son los más grandes”. El hilo es sumamente delgado porque los valores religiosos son los más grandes pero el problema es que “en el momento en que nos los adjudicamos, los perdemos; en el momento en que hacemos nuestro lo que es de Dios, deja de ser de nadie, si es que no deviene propiedad del diablo”. Por esto es que el gesto religioso, cuando toma conciencia de sí mismo, se vuelve mueca. Sin embargo, nos advierte Castellani: “No quiere decir que uno debe ignorar que es un gesto religioso; quiere decir que su objeto debe ser Dios y no yo mismo”. Por lo tanto, la clave está en el móvil, la intención, el objeto de nuestras oraciones y gestos. Para demostrarlo Castellani nos explica las actitudes del publicano y el fariseo. El publicano decía: “Oh Dios, apiádate de mí, pecador”. El fariseo pensaba: “Estoy rezando: conviene que rece bien porque yo soy yo; y hay que dar buen ejemplo a toda esta canalla”. “No oréis a gritos, como los fariseos, ni digáis a Dios muchas cosas, como los paganos; vosotros cerrad la puerta y orad en lo escondido; y vuestro Padre, que está en lo escondido, os escuchará”. Todos los cristianos hemos de estar en guarda permanentemente para no caer en este tipo de fariseísmo.
Sin embargo hay más.
Castellani a renglón seguido nos dice:
“Decía don Benjamín Benavídez que el fariseísmo, tal como está descrito en los Evangelios, tiene como siete grados: 1- la religión se vuelve exterior y ostentatoria; 2- la religión se vuelve rutina y oficio; 3- la religión se vuelve negocio o “granjería”; 4- la religión se vuelve poder o influencia, medio de dominar al pró­jimo; 5- aversión a los que son auténticamente reli­giosos; 6- persecución a los que son religiosos de ve­ras; 7- sacrilegio y homicidio. Esto me fue dicho, aho­ra recuerdo, en San Juan, la noche de Navidad de 1940, tres o cuatro años antes del Terremoto, cuando yo sa­bía teóricamente que existía el fariseísmo, pero toda­vía no me había topado con él en cuerpo y alma… De modo que en suma, el fariseísmo abarca desde la sim­ple “exterioridad” (añadir a los 613 preceptos de la Ley de Moisés como 6.000 preceptos más y olvidarse de lo interior, de la misericordia y la justicia) hasta la “cruel­dad”(es necesario que Este muera, porque está ha­ciendo mucho prodigios y la gente lo sigue; y que mue­ra del modo más ignominioso y atroz, condenado por la justicia romana) pasando por todos los escalones del fanatismo y la hipocresía. Este es el pecado contra el Espíritu Santo, el cual de suyo no tiene remedio. Aquel que no vea la extrema maldad del fariseísmo (que realmente es fácil de ver) que considere solamen­te esto: “la religión suprimiendo la misericordia y la justicia”. ¿Puede darse algo más monstruo?”
En el año de la misericordia: ¿la misericordia es para algunos? ¿Y la justicia?
O sea que esa noción de fariseísmo de la que hablábamos se refiere al primero y segundo grado de este terrible mal, sin embargo hay mucho más…
El abuso y afán de poder está en el fondo del resto de los grados del fariseísmo. Castellani lo sufrió en carne propia: la persecución religiosa dentro de la propia orden jesuítica al punto de ser suspendido y expulsado de la Orden. Castellani sabe de lo que habla pues cuando nos dice que “El fariseísmo, siendo la corrupción específica de la religión, ha existido y existirá siempre; y de vez en cuando demanda víctimas humanas … en el fin de la Iglesia, el fariseísmo se volverá de nuevo tan espeso, que demandará para su remedio la segunda Venida de Cristo“…
Cuáles son las señales del fariseísmo… la hipertrofia de la “disciplina”, los medios convertidos en fines, la tortuosidad y disimulo en el obrar, las pasiones como la codicia y la vanidad vestidas de religión, la rigidez implacable, el chantaje por medio de las cosas sacras, la ignorancia completa de la persona humana, el atropello a la naturaleza y a la ley natural, la falta de misericordia y de justicia substituida por “mandatos de hombres” muertos y metálicos. Y las pruebas supremas: el desprecio a la vida, el odio a la inteligencia, y los sacrificios humanos.
Por lo tanto, tengamos cuidado no sea que la acusación se convierta en un bumerang.
Andrea Greco de Álvarez
[1] Caturelli, Alberto. La Iglesia Católica y las catacumbas de hoy, Buenos Aires: Gladius, 2006, p. 331.
[2] Canon 1389, C.D.C., 1389  § 1.    Quien abusa de la potestad eclesiástica o del cargo debe ser castigado de acuerdo con la gravedad del acto u omisión, sin excluir la privación del oficio, a no ser que ya exista una pena establecida por ley o precepto contra ese abuso. 2.    Quien por negligencia culpable, realiza u omite ilegítimamente, y con daño ajeno, un acto de potestad eclesiástica, del ministerio u otra función, debe ser castigado con una pena justa.
[3] Caturelli, Alberto. La Iglesia Católica y las catacumbas de hoy, Buenos Aires: Gladius, 2006, p. 327
[4] Castellani, Leonardo. El Evangelio de Jesucristo. Buenos Aires, Theoria, 1963, p. 279-285. El resto de las citas de Castellani pertenecen a este texto
Fuente: http://adelantelafe.com/
El Antipapa nos ama... sirviendo a herejes, cismáticos, ateos, infieles... siendo el mason en la cumbre de la Iglesia... Lobo con olor a oveja... ¿A quien engaña? Recen por el para que renuncie súbito!!!.

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04/02/2016

Un amor no correspondido: En la sinagoga de Roma, una invitación rechazada…

Pasada la polvareda mediática que provocó la visita de Francisco a la sinagoga de Roma hace algo más de dos semanas, ya comienzan a vislumbrarse los puntos débiles del empeñado esfuerzo del Obispo de Roma por construir el diálogo interreligioso con los hebreos.
El punto más frágil fue destacado por el vaticanista Sandro Magister que simplemente citó las palabras de Riccardo Di Segni, el Rabino Jefe de Roma. He aquí sus palabras pronunciadas al momento de dar la bienvenida a Francisco en el templo judío:

“No recibimos al Papa para discutir de teología. Cada sistema es autónomo, la fe no es objeto de intercambio y de tratamiento político”. (Chiesa, 23.1.2016)

El mismo Magister observó que este “NO” fue preventivo. Efectivamente, al hacer Francisco uso de la palabra convidó en vano a Di Segni y a los demás judíos presentes a “profundizar” el “diálogo judeo-católico” de “dimensión teológica”. Fue su leitmotiv pues a renglón seguido volvió a insistir por segunda vez sobre este “espinoso” tema para el mundo judaico:

“Precisamente desde un punto de vista teológico, es evidente el vínculo inseparable entre los cristianos y los judíos”. (Discurso en la visita a la Sinagoga de Roma, 17 de enero de 2016)

¿Qué pensar de esta rotunda afirmación de Francisco? ¿Es tan evidente este vínculo? A juzgar por las palabras que el Rabino Jefe de Roma ya había proferido, parece claro que es justamente este “punto de vista teológico” la “bomba” que los judíos de todos los cuadrantes no quieren y ni siquiera piensan entrar a “desactivar”. ¿Para qué arriesgarse a sufrir una “explosión teológica”?
Como se puede comprobar fueron temas que entre los judíos no levantan susceptibilidades. A decir verdad, el convite hecho por el actual Obispo de Roma se asemeja a una comida de amigotes donde un invitado había quedado en llevar la entrada y el plato principal y se olvidó de que sus anfitriones sólo comen… kosher. ¿Qué hacer ahora con el jamón de Jabugo y las tablas de ibéricos, con el cocidito madrileño? ¡¡Qué gafe!!, decimos nosotros recurriendo a un galicismo. ¡Qué macana! Diría un argentino de modo más criollo… Pero no hay problemas, pese a esta “macana” los comensales muy educados le han explicado que el plato principal no lo comen, pero sí algunos dulces y pasteles. Di Segni fue muy claro; sólo algunos dulces:
“Recibimos al Papa para confirmar que las diferencias religiosaspara mantener y respetar, no deben, empero, ser justificación para el odio y la violencia, sino que por el contrario tiene que haber amistad y cooperación y que las experiencias, los valores, las tradiciones, las grandes ideas que nos identifican debe ser puestas al servicio de la comunidad”. (Discurso íntegro en italiano de Riccardo Di Segni)
 
O sea, señor invitado… no nos venga con esas cosas indigestas como lo es la teología católica… ¡hablemos sólo de repostería! Esperemos que los pastelillos no estén hechos con manteca de cerdo…
Se constata así que a pesar de los besos y abrazos dados por el máximo representante de la Iglesia Católica a los miembros de la comunidad judaica que lo recibió, la cosa es bastante más profunda de lo que parece a primera vista. Puesta así la cuestión, contra todas las expectativas de Francisco y su convite al diálogo teológico judeo-católico, el Rabino jefe de Roma con ese sencillo pero rotundo “NO” dejó claro que él y la comunidad que dirige NO desean “discutir de teología” con los católicos. “Las diferencias religiosas” se deben “mantener y respetar”, dijo. Para encastillarse en esta postura, recordemos que De Segni argumentó: “cada sistema es autónomo”. A buen entendedor estas tres palabras y el verbo bastan. De Segni, al hablar de “sistemas autónomos” puso de relieve algo evidente. El catolicismo da Fe en Jesús de Nazaret como el Cristo, el Mesías Redentor, Hijo de Dios encarnado. Por el contrario, el judaísmo rechaza tal testimonio pues el Mesías aún no ha venido al mundo. Luego se trata de una “autonomía” religiosa que De Segni y la parte judía que él representa no están dispuestos a negociar. Y para que nadie tenga duda de esta cerrazón, el Gran Rabino de Roma finalmente sentenció: “la fe no es objeto de intercambio y de tratamiento político”. En otras palabras para De Segni, la fe judaica que aún espera la llegada del Mesías es tan noble y elevada que no es pasible de un “intercambio” y un “tratamiento político”… ¿Cómo no ver en el uso de las expresiones “intercambio” y “tratamiento político” un algo de peyorativo? ¿En qué grado fue este uso peyorativo? ¿Mucho? ¿Poco? ¿Lo habrá entendido Francisco?
Una clave de lectura teológica y exegética
Este cerrarse al diálogo teológico judeo-católico propuesto por Francisco, pone de relieve dos aspectos teológicos esenciales que se leen en el Nuevo Testamento. En primer lugar, la “piedra angular rechazada” que corresponde a la figura simbólica que el propio Jesús, citando el Salmo 118,22-23, aplicó para sí mismo en la Parábola de los “Viñadores Infieles”. Los jefes de los Sacerdotes y fariseos que oyeron esta parábola entendieron perfectamente que era para ellos el recado (Mt 21,33-46; Mc 12,1-12; Lc 20,9-19). Se trata de la misma “piedra angular rechazada” que luego San Pedro, como parte de su proclamación kerigmática, les reprochará a todos los miembros del Sanedrín (Hech 4,11).
En segundo lugar, Jorge Mario Bergoglio, el Obispo de Roma, contra todos sus objetivos dialogantes, con su invitación a los judíos para conversar desde “el punto de vista teológico”, llevó a todos ellos a “tropezar” una vez más con la “piedra” y la “roca de escándalo” de la cual también nos habla San Pedro en su Primera Carta 2,8 y el mismo San Pablo en su Epístola a los Romanos 9,30-33. Ambos Apóstoles citando estas figuras simbólicas desde el pasaje mesiánico del profeta Isaías 8,14, las aplicaron a Cristo Jesús. De este modo mostraron la culpa y el extravío de Israel que no admitió la Fe que viene por el Hombre y el Dios verdadero que muere en el Calvario y resucita al tercer día. San Pablo a este propósito es muy elocuente:
“¿Qué diremos, pues? Que los gentiles, que no buscaban la justicia, han hallado la justicia – la justicia de la fe – mientras Israel, buscando una ley de justicia, no llegó a cumplir la ley. ¿Por qué? Porque la buscaba no en la fe sino en las obras. Tropezaron contra la piedra de tropiezo, como dice la Escritura: He aquí que pongo en Sión piedra de tropiezo y roca de escándalo; mas el que crea en él, no será confundido” (Rm 9, 30.33).
Recemos y pidamos por los Judíos para que finalmente dejen de rechazar la “Piedra Angular”; tropezar con la “Roca de Escándalo” y de buen corazón acojan a Cristo Jesús como el Mesías, tal como Alphonse Marie Ratisbonne, el ex rabino de Roma, Eugenio Zolli, Santa Edith Stein y tantos otros judíos desconocidos para los hombres pero no para el Señor. Solamente así el pueblo elegido encontrará una vía segura de salvación.
¿Seguirá Francisco insistiendo en el diálogo teológico judeo-católico? ¿Asistiremos a una mutilación por parte de Francisco de las verdades de Fe enseñadas por el Magisterio de la Iglesia para congraciarse con los judíos? ¿Qué le responderán los judíos? Estemos atentos y muy atentos…
"Los católicos no deben tratar de convertir a los judíos"
del Antipapa Francisco.

A propósito de la doctrina tradicional de la Iglesia sobre los judíos


Las siguientes palabras de Santo Tomás de Aquino demuestran una vez más a qué se refiere el Catolicismo hablando de los pérfidos:
"Pues los judíos veían en Él todas las señales que los profetas dijeron que iba a haber [...] pues veían con evidencia las señales de la Divinidad de Él, mas por odio y envidia hacia Cristo, las tergiversaban; y no quisieron confiar en las palabras de Éste, con las cuales se confesaba Hijo de Dios" (cfr. Summa Theologica, 3 p., qu. 47, art. 5).
Pero, más claro de lo que resulta en la siguiente parábola, como Cristo lo expresa, no puede estar:
"Y comenzó a contar al pueblo esta parábola: Un hombre plantó una viña y se la arrendó a unos labradores y salió de viaje por bastante tiempo. Y en el momento adecuado envió a los labradores un siervo para que le diesen del fruto de la viña. Pero los labradores, tras apalearlo, lo despidieron vacío. Y volvió a enviar a otro siervo; pero ellos, apaleándolo y ultrajándolo, lo despidieron vacío. Y volvió a enviarles un tercero, pero ellos también a ese, tras herirlo, lo echaron.

Pero dijo el Señor de la viña: '¿qué voy a hacer? Enviaré a mí hijo el amado; quizás a él lo respetarán'. Sin embargo, al verle los labradores, razonaban entre sí diciendo: 'Éste es el heredero; vamos a matarlo para que la herencia sea nuestra.' Y arrojándolo fuera de la viña, lo mataron.
¿Qué hará, pues, con ellos, el Señor de la viña? Vendrá y hará perecer a esos labradores y entregará la viña a otros. " (Lc. 20, 9-16)
Fuente: Acotaciones filológicas y hermenéuticas al Oremus et pro Iudaeis, Por Guillermo-C-H Pérez Galicia

Vete y no peques mas, atención y cuidado con la falsa misericordia, nos puede llevar a la perdición.

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"CUIDADO CON LA FALSA MISERICORDIA 
RECUERDA SUS PALABRAS "VETE Y NO PEQUES MAS"

Padre:
 "Por no haber amado la verdad, Dios le enviará poderes de engaño..." Hay una gran masa de fieles con los cuales ya ni se puede dialogar porque está corrompidos en su entendimiento...
Un fiel que se reconoce pecador:
Es verdad, muchos fielesy algunos con buenas intenciones, pues creen que defendiendo cualquier cosa, están defendiendo la justicia y la verdad de Dios, son engañados o se dejan engañar , a veces para justificar sus propios pecados. Que lindo seria para un diabetico comer todos los dulces que pueda sin que le trajera consecuencia, para una persona con colesterol o alta presión ponerle sal y sal a todas las comidas, sin que eso le traiga consecuencias, para el lujurioso y adultero, andar de aquí para aya, rompiendo los votos del santo matrimonio, para el que ver pornografía, no tener que verla con sentimientos e culpa,. sino pensar que ve un espectáculo y que con esas cosas nos e ofende a Dios, el que no va a Misa jamas, no santifica las fiestas, y se va de juega, vacaciones etc, Dios no se ofende, su misericordia nos perdona aunque le abandonemos y ni siquiera le dediquemos una ora por semana, que aceptemos las blasfemias proferidas contra Dios y contra la Iglesia, por pastores y fieles... Lobos y cabras, disfrazados de pastores y de ovejas, padre verdaderamente la Iglesia, nuestra Iglesia, de la que todos formamos parte, seglares y religiosos, clérigos y frailes, monjes y monjas... Esta en gran medida podrida, gangrenada por la lepra, es como una leprosa, gangrenada, mal oliente por sus pústulas infectas, pero que se mira en el espejo del mundo y se ve radiante como una joven virgen. Cuanto mal que todos en menor o mayor medida con nuestros propios vicios y pecados privados, con los vicios y pecados generales que dejamos pasar o somos igualmente participes, negando el Reinado Social de nuestro Señor Jesucristo dejamos, hacer, dejamos pasar... Ya estamos muy enfermos de la herejia modernista, estamos muy enfermos del consumismo materialista, de falsas ideologías mundanas. No que remos volar alto como las águilas, sino que buscamos el vuelo rastrero de la perdiz. Buscamos nuestra propia comodidad, nuestra auto indulgencia, nuestra propia misericordia.... Nos dejamos misericordiar, por cualquier papanatas y seguimos al pastor mas indolente, pues como el canto de la sirena, es el que nos deja pasar nuestros pecaditos, que después cada vez por su uso y abuso, se hacen mas y mas grandes, hasta que no podamos pasar por la puerta de camino al cielo y vayamos alegres, esperando no la justicia de dios sino una falsa misericordia con la que nos auto convencemos de que podemos pecar y que pequemos mas fuerte como decía el gran hereje, que festejara Bergoglio en Suecia en este Octubre.... Podres de notros ovejas sin pastor u ovejas que muerden a su pastor, ovejas transformadas en perros rabiosos y pastores transformados en lobos rapaces. Nunca como ahora necesitamos buenos y santos varones, buenos y santos pastores que nos guíen a las aguas mansas, por el recto camino... Pobres de nosotros si seguimos a los vendedores de ilusiones, a los nuevos mercaderes del templo, que ya no venden palomas para el sacrificio, sino que venden nuestras almas para inmolar a satanás. Y muchos pastores y fuieles convencidos de que esta bien lo que hacen, servir al mundo, congraciarse con el mundo, vivir y gozar el mundo...Pues Dios es amor, y como el mundo al amor de Dios lo ha transformado en una mercancía barata, tambien esperamos que Dios nos perdone, los latigazos, la corona de espinas, los tormentos y la cruz que sufrió por nuestros pecados, por nada, no debemos nada a cambio de nuestra salvación, todos somos salvos y solo vivimos para engordar como cerdos, enviciarnos y regodearnos en nuestra montaña de bosta y miserias, Dios nos perdona todo. Horrible. Dios este con nosotros. Gott mit uns!

¿INMINENTE RECONOCIMIENTO DE ROMA A LA FSSPX?

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De una conferencia dada por el Obispo argentino-español de la Fraternidad de San Pío X (FSSPX), Alfonso de Galarreta, en Versalles, el 17 de enero de 2016:
¿Hacia un reconocimiento unilateral de la Sociedad (FSSPX)?
En la segunda parte de su conferencia, y más allá de las propuestas de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Obispo de Galarreta confesó públicamente que cree que el Papa pronto conferirá status a la Sociedad de San Pío X.
“Yo pienso más bien, y este es el otro aspecto de las cosas, que este papa que dice a quien quiere escucharlo que nosotros somos católicos, que dice y repita que la Fraternidad es católica, que somos católicos, que nunca nos va a condenar y que es necesario arreglar nuestro “asunto”. Yo pienso que -él ha comenzado en esta vía- cuando él vea que no hay entendimiento con la Congregación de la Fe, yo creo que él va a anular toda condición doctrinal, teórica, práctica, o lo que sea… Él dará sus propios pasos hacia el reconocimiento de la Fraternidad. Ya ha comenzado; él simplemente continuará. Aquí yo no digo que yo lo desee, yo digo lo que preveo. Yo preveo, yo pienso que el papa irá en el sentido de un reconocimiento unilateral de la Fraternidad, y más bien por la vía de los hechos que por una vía de derecho o legal, canónico”.
Mons. De Galarreta admite que “este reconocimiento de hecho tendrá un efecto bueno, benéfico: es una apertura apostólica bastante extraordinaria, esto tendrá un efecto extraordinario”. Pero agrega que habría dos riesgos: el de crear una división interna y el de condicionar la predicación en ciertas circunstancias. Y se preguntó: “Esto requeriría una sabiduría extraordinaria y prudencia, una gran firmeza y claridad. ¿Somos capaces de esto?”
El prelado argentino respondió pidiendo a su audiencia que mantenga una confianza sobrenatural frente a estas eventualidades:
“Si es lo que nos manda la Providencia, tendremos las gracias necesarias para superar las dificultades y lidiar con ellas como es debido, pero por supuesto, sólo en tanto y en cuanto no es producto de nuestra voluntad sino que es impuesto sobre nosotros. Si nuestras ideas son claras, siempre podemos sacar provecho y extraer lo bueno. Pero en este caso hipotético, – les estoy dando mi opinión en base a conjeturas, ¿cierto? – en este caso creo que tendremos las gracias necesarias para perseverar y hacer el bien que debemos hacer en nuestra Santa Madre Iglesia. Dios no nos negará ni dejará de darnos los medios para perseverar en la fe y en el buen combate, si permanecemos en la fe, la esperanza, la caridad, en la fuerte profesión de la fe, en nuestra santificación diaria.”


“NO MORIREIS” Génesis 3, 4
MONS. DE GALARRETA: “CREO QUE EL PAPA IRÁ EN EL SENTIDO DE UN RECONOCIMIENTO UNILATERAL”.
DICI [Nuestros comentarios en color rojo]
26-02-2016
Mons. Alfonso de Galarreta dio una conferencia en Bailly, cerca de Versalles, el 17 de enero de 2016. Expuso la situación actual de la Iglesia e informó a su auditores del estado actual de las relaciones entre Roma y la FSSPX. Él dirigió la comisión de teólogos de la FSSPX durante las conversaciones doctrinales con Roma, entre 2009 y 2011. He aquí los extractos más significativos de su conferencia, transcritos por DICI.
Una agravación de la crisis de la fe que suscita reacciones públicas
En una primera parte, Mons. de Galarreta constata que en Roma se desarrolla “una voluntad de sacar todas las conclusiones contenidas en los principios del concilio Vaticano II”. Las ideas conciliares del ecumenismo, de la libertad religiosa y de la colegialidad, estando ya adquiridas, según las autoridades romanas, es la moral que ahora está atacada por una forma de evolucionismo: “Esto ya es verdadero para el dogma, para la verdad (según los progresistas); esto ya es verdadero para el ecumenismo, la libertad religiosa, la colegialidad, todo el espíritu liberal revolucionario… entonces ¿por qué no para la moral también? En el fondo, era una incoherencia no aplicar la evolución a la moral igualmente”, esta última es llevada entonces a adaptarse también “en función de la vida del hombre, las costumbre, las leyes, la evolución de las cosas…”.
Sin embargo, el prelado argentino reconoce que, frente a este desastre, una reacción se manifiesta: “Ahora es en la Iglesia actual, oficial, que empieza a haber reacciones. Y las reacciones se profundizan, pues algunos se dan cuenta que por lo menos hay un problema doctrinal, un problema de fe. Ellos se dan cuenta que también hay un problema en el magisterio conciliar y posconciliar. Ellos comienzan a plantearse preguntas y, aspecto muy importante, ellos comprenden que para oponerse a esta ruptura total con la Tradición es necesario actuar, y oponerse necesariamente a las autoridades que son quienes difunden estos errores. Es así que vemos cardenales, obispos, sacerdotes, laicos que comienzan a reaccionar, y en el buen sentido e incluso con mucho sentido común, algunas veces con mucha firmeza”.[Los famosos “brotes primaverales” de Mons. Fellay… Pero la verdad es que la destrucción de la Iglesia no se detiene ni se frena, sino que sucede todo lo contrario]
Una doble proposición romana: doctrinal y canónica
Enseguida Mons. de Galarreta indica que una proposición de prelatura personal [que la proposición hable de una prelatura personal, es un dato que no se sabía] fue hecha por la Congregación para la Doctrina de la Fe, en verano de 2015, acompañada de una proposición de declaración doctrinal [idem]. E hizo saber que el “Superior general envió los dos textos romanos a todos los superiores mayores y a algunos teólogos de la Fraternidad, así como a los obispos, para que se hiciera un análisis, para que diéramos nuestra opinión”.
Respecto a la proposición de declaración doctrinal, el obispo argentino reconoce: “lo que vemos en la declaración doctrinal, es que ya no está la profesión de fe del cardenal Ratzinger. Las autoridades romanas nos piden la profesión de fe de Pio IV, es decir, la profesión de Fe del concilio de Trento. Luego, en la precedente proposición, había un párrafo sobre la libertad religiosa. Suprimieron esta exigencia. El ecumenismo se suprimió. Para la misa nos pedían reconocer la validez y la legitimidad. Ahora nos piden reconocer la validez de los nuevos sacramentos, de la nueva misa, según la edición típica, la edición latina original. Lo que la Fraternidad siempre ha reconocido. Miren, ellos eliminan las condiciones para tratar de llegar”. [Es falso que la FSSPX siempre haya reconocido la validez de los nuevos sacramentos (1)]
Luego, Mons. de Galarreta indica que el Superior general ha querido responder a la oferta romana de reconocer a la Fraternidad “tal cual es”, por una respuesta previa que no es imprecisa: “Mons. Fellay nos dijo: “antes de responder a esta proposición de la Congregación de la Fe, les voy a escribir, de manera muy exhaustiva, para precisar bien cómo somos nosotros y cómo actuamos, qué predicamos, qué hacemos, qué no hacemos, y lo que no estamos dispuestos a hacer”, -con el fin de saber si la Fraternidad es aceptada “tal cual es” verdaderamente. [La verdad es que la FSSPX de hoy no es lo que fue. La verdad es que se va extinguiendo en ella progresivamente el espíritu de Mons. Lefebvre, de tal modo que, a estas alturas, la Neo-FSSPX no represente un peligro real para Roma porque la Fraternidad es cada vez más cobarde y “políticamente correcta”. La prueba irrefutable de ello está en el constante silencio traidor de Mons. Fellay respecto del Papa Francisco, gran demoledor de la fe y de la Iglesia.]
El prelado argentino expresa entonces sus reservas por una razón doctrinal de fondo: “Ellos quieren sobretodo y siempre hacernos aceptar, por lo menos vagamente, al menos en principio, el concilio Vaticano II y sus errores”. Y agrega que esta voluntad romana se reencuentra, en el plan práctico, en la proposición canónica: “Siempre hay, de una manera o de otra, una sumisión respecto a los dicasterios romanos, o respecto a los obispos”. Lo que lo lleva a afirmar que, personalmente, él rechazaría las proposiciones romanas: “Para mí, un acuerdo con la Roma actual está excluido”. [Entiéndase bien: acá dice que no aceptaría un “acuerdo” bilateral, pero más adelante dice que un “reconocimiento” unilateral no se puede rechazar]. Precisa que se trata de un rechazo prudencial dictado por las circunstancias -en la ausencia de garantías necesarias a la vida de la Fraternidad-, y se quiere distinguir de aquellos que hacen de este rechazo un absoluto:
 “Nosotros no rechazamos, ustedes lo ven, de manera absoluta y teórica la posibilidad de un acuerdo con Roma. Esto es lo que nos distingue de la “Resistencia”. Para ellos es un principio. Es una cuestión doctrinal: “Usted no puede admitir la posibilidad de un acuerdo con Roma sin ser liberal”. [Pues el principio expresado por el capítulo general del 2006 era que no puede haber acuerdo con Roma mientras ella permanezca liberal. Sólo una congregación infectada de liberalismo puede considerar aceptable la posibilidad de hacer acuerdos bilaterales de paz con Roma liberal y apóstata, o someterse a ella en caso de “reconocimiento unilateral”] Esta no es nuestra posición. Hay que decirlo de nuevo: esa no era la posición de Mons. Lefebvre. Él firmó un protocolo de acuerdo con Roma. Y en ese momento, incluso cuando rompió después el protocolo, Monseñor dijo: “es porque no hay las condiciones necesarias para nuestra supervivencia, para nuestra protección. Porque ellos quieren engañarnos, porque ellos no quieren darnos la Tradición, porque ellos quieren llevarnos al Vaticano II. Es porque no hay las condiciones. Él dijo: “Si me hubieran dado las condiciones, las condiciones que puse, hubiera firmado”. Esto lo dijo Mons. Lefebvre después de las consagraciones. Y precisó: “si firmé un protocolo de acuerdo, es porque no había nada contrario a la fe”. Ni en el contenido, ni en el hecho de firmar. Es evidente. Por lo tanto nosotros continuamos en esta línea”. [En cuanto a las relaciones con Roma, la última voluntad de Mons. Lefebvre está el el libro que es su testamento espiritual: “Itinerario Espiritual”. En él dice clara, categórica e inequívocamente: “Todo sacerdote que quiere permanecer católico tiene el estricto deber de separarse de esta Iglesia conciliar, mientras ella no recupere la tradición del Magisterio de la Iglesia y de la fe católica.”]
¿Hacia un reconocimiento unilateral de la Fraternidad?
En una segunda parte, y más allá de las proposiciones de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Mons. De Galarreta confía públicamente que piensa que el papa puede próximamente conferir un estatus a la FSSPX:
 “Yo pienso más bien, y este es el otro aspecto de las cosas, que este papa que dice a quien quiere escucharlo que nosotros somos católicos, que dice y repita que la Fraternidad es católica, que somos católicos, que nunca nos va a condenar y que es necesario arreglar nuestro “asunto”. Yo pienso que -él ha comenzado en esta vía- cuando él vea que no hay entendimiento con la Congregación de la Fe, yo creo que él va a anular toda condición doctrinal, teórica, práctica, o lo que sea… Él mismo hará pasos en el sentido de un reconocimiento de la Fraternidad. Ya ha comenzado, simplemente él va a continuar. Aquí yo no digo que yo lo desee, yo digo lo que preveo. Yo preveo, yo pienso que el papa irá en el sentido de un reconocimiento unilateral de la Fraternidad, y más bien por la vía de los hechos que por una vía de derecho o legal, canónico”.
Mons. De Galarreta reconoce que “este reconocimiento de hecho tendrá un efecto bueno, benéfico: es una apertura apostólica bastante extraordinaria, esto tendrá un efecto extraordinario”. [Efecto tan extraordinario como el de la apertura al mundo del Vaticano II. Aceptar someterse a los herejes liberales y modernistas que gobiernan hoy la Iglesia no es otra cosa que un suicidio. Según datos del Anuario Pontificio de 2015, hay 5.173 obispos en la Iglesia, contra 3 de la FSSPX (0.05%); hay 415.348 sacerdotes contra unos 600 de la FSSPX (0.1%); y hay 1254 millones de católicos, de los cuales la FSSPX no aporta más de 20.000 (0.001%). ¿Cómo alguien en su sano juicio puede pensar que la FSSPX podrá resistir a esa aplastante mayoría de liberales? Eso es loca y suicida temeridad] Pero agrega que habría dos riesgos: el de crear una división interna y el de condicionar la predicación en ciertas circunstancias. [Si Mons. de Galarreta prevé que existirán esos riesgos es porque también se prevé que el “reconocimiento” conllevará la sujeción de la FSSPX a Roma. Entonces, atención: no se tratará de un verdadero “reconocimiento unilateral a cambio de nada”, sino de un acuerdo bilateraldisfrazado de reconocimiento unilateral, exctamente como sucedió con Campos. En cuanto a los “riesgos” en particular, todos saben que desde del mismo año 2012 en muchos Prioratos no se critica más al Papa ni al Vaticano II. ¿Qué se puede esperar para después del reconocimiento? En cuanto a la división interna: ella existe desde el 2012 y sólo puede empeorar con el reconocimiento] Y de interrogarse: “Será necesaria una sabiduría, una prudencia extraordinaria, una firmeza, una claridad muy grande. ¿Somos capaces de eso?”. [Esa sabiduría, esa prudencia extraordinaria, esa firmeza y esa claridad muy grande, están en las olvidadas palabras de Mons. Lefebvre: “Todo sacerdote que quiere permanecer católico tiene el estricto deber de separarse de esta Iglesia conciliar, mientras ella no recupere la tradición del Magisterio de la Iglesia y de la fe católica.”]
El prelado argentino responde pidiendo conservar una confianza sobrenatural frente a estas eventualidades: “Si la Providencia nos envía esto, es allí que tendremos las gracias necesarias para superar las dificultades y para lidiarlas como se necesite, pero por supuesto en la medida en que no sea producida por nuestra voluntad, donde se nos imponga. [Notemos la falacia: la Providencia divina envía un reconocimiento. Luego, ese reconocimiento que viene de Dios, no del demonio, nos obliga a someternos a Roma, y Dios nos ayudará en esa situación impuesta, no voluntaria. Rechazar ese reconocimiento es rechazar la voluntad divina] Si tenemos las ideas claras, siempre podemos aprovechar para el bien. Pero en este caso hipotético -yo les doy mi opinión sobre conjeturas, ¿verdad?- en este caso pienso que tendremos las gracias necesarias para perseverar y para hacer el bien que debemos hacer en la Santa Iglesia. [Grandísima presunción. La FSSPX, tentando a Dios, se lanza del pináculo del templo esperando que los ángeles la sostengan pues está escrito que te ha encomendado a sus ángeles, los cuales te tomarán en sus manos para que tu pie no tropiece en alguna piedra.]El Buen Dios jamás nos renegará, no dejará de darnos los medios para perseverar en la fe y en el verdadero combate, si permanecemos siempre en la fe, en la esperanza, en la caridad, en la fuerza de la confesión de la fe, en la santificación cotidiana”. [Dios no ayuda a los que lo traicionan. Dom Rifán también decía que Roma efectuaba un puro “reconocimiento” y que no existía ningún “acuerdo”, y que el Vaticano daba todo y no pedía nada. Los Sacerdotes de Campos se rindieron en masa. Ni uno sólo queda en el combate contra el liberalismo; ni siquiera uno (2)]
El miedo a los riesgos y la confianza en la Providencia divina
Y concluye después de haber planteado una objeción: “Entonces ustedes me dirán: “¡en este caso, hay un riesgo!” Sí, por supuesto. En la vida hay muchos riesgos, en una guerra todavía más. Estamos en guerra. [La finalidad de la guerra es someter al adversario. Si se acepta someterse a Roma sólo porque ella decreta un “reconocimiento unilateral”, la guerra se pierde en ese mismo instante. Tal sometimiento es rendición y suicidio] Por lo tanto será lo que el Buen Dios quiera. Pero yo tengo confianza en la Providencia, y tengo una confianza total en el amor de Nuestro Señor Jesucristo por la Santa Iglesia. [El amor de Cristo por la Iglesia está fuera de todo cuestionamiento. No se trata de eso; se trata de que la FSSPX no goza de las promesas de indefectibilidad de las que sí goza la Iglesia. La FSSPX puede ser destruida; la Iglesia no] Entonces en la medida que nosotros no lo busquemos, incluso si esto sucede, yo creo que no hay que inquietarse. [No morireis.” Génesis 3, 4] Nada cambia. Es el mismo combate que continúa, la misma línea. Simplemente, se trata de aprovechar estos espacios de la libertad que nos son dejados. En una guerra si el enemigo abandona las trincheras, hay que tomarlas; si se retira, hay que avanzar. Usted no se quedará donde está bajo pretexto de que hay riesgos. [¡Vean cómo retrocede Francisco y cómo avanzan los anti liberales en la Iglesia!] Hay que decir las cosas prudentemente, y después es necesario el valor. [¿Es prudente y valeroso el que se somete al enemigo?] Y sobre todo en nosotros es necesaria la confianza en Dios. [Una cosa es la confianza y otra es la presunción] Es el combate por Dios. Es el combate de Dios. [¿Cómo tiene le descaro de hablar de “combate” si está dispuesto a subyugar su congregación a los enemigos internos de la Iglesia? Pues bien: ahora el “combate” de los tradicionalistas consiste en someterse a Roma hereje y a aliarse con los liberales llamados “conservadres” a fin de luchar en contra de los liberales llamados “progresistas”. “Nada ha cambiado en la FSSX”] Nuestra confianza está en Él y en la Santísima Virgen María”.
 “Personalmente yo no estoy inquieto en lo absoluto respecto al futuro de la Fraternidad o de la Tradición [“No morireis”]; por el contrario, respecto al futuro de la sociedad, de nuestras naciones antaño católicas o incluso de la Iglesia oficial, sí, yo estoy inquieto y pesimista. Se prevé que esto evolucionará para peor. Ahora bien, es justamente cuando llegamos a una situación mucho más desesperada, extrema, que está la intervención de la Divina Providencia, la intervención de Dios que tiene sus medios divinos. [El reconocimiento de Francisco, gran destructor de la Iglesia y el Papa más escándalos de toda la historia ¡es una intervención divina!] Nuestro Señor es siempre el amo de los acontecimientos, de la historia. Y no solamente en general, sino en lo particular. Por lo tanto, si el Evangelio nos dice que no hay un solo cabello de nuestra cabeza que caiga… que todos los cabellos de nuestra cabeza están contados, que no hay ni una pluma que caiga sin el permiso de Dios (cf. Mat 10, 29-30), creo que hay que permanecer muy tranquilos. [“No morireis”] Es así que conservamos un juicio equitativo sobre las realidades objetivas, y que se conserva una actitud no solamente equilibrada, sino católica, cristiana y santa. Esta es la sabiduría que nos transmitió Mons. Lefebvre, esta actitud católica. Nosotros podemos conservar ahora esta línea en la situación actual de la Santa Iglesia, así como ante todas las eventualidades que se presentarán dentro de poco”.
"Si es para el Bien de la Santa madre Iglesia y no se sede un apice al modernismo y al nefando Concilio Vaticano II y sus frutos podridos. Todo va bien pues somos catolicos y formamos parte de la Iglesia, le guste o nop les guste a los modernistas, a los sedevacantistas y a la nefanda resistencia en cabezada por Williamson o por, curas vagabundos como Ceriani y otros que le siguen, que traicionaron la obra de Moseñor Lefrevre." Gott mit uns!

Otro insulto de el Antipapa Bergoglio a los fieles catolicos.

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Es lo que dijo el papa Francisco en sus últimos dichos desde Casa Santa Marta.
Mejor mientras mas nos insulte, mientras mas nos denigre, mas nos confirma que sirve a satanás, que es un Apostata. Francisco el Apostata... Antipapa para desgracia de la Iglesia Fiel. Apesta a Azufre y sus palabras no nos harán mella, no seguimos a un hombre, seguimos a Cristo y a demás, siempre basa sus dichos en el Antiguo Testamento, pocas veces en el Nuevo Testamento, toma lo que le conviene y lo analiza como le conviene... No se que esperan los Obispos fieles para declararlo hereje , apostata y blasfemo. A mis sus dichos y sentencia no me hacen mella. Antipa Bergoglio, a mi no me asusta. Gott mit uns!
Fuente: News.Va (las negritas son nuestras).
Papa Francisco: los cristianos obstinados son rebeldes e idólatras
2016-01-18 Radio Vaticana
(Radio Vaticana) Los cristianos detenidos en el “se ha hecho siempre así” tienen un corazón cerrado a las sorpresas del Espíritu Santo y jamás llegarán a la plenitud de la verdad porque son idólatras y rebeldes. Lo afirmó el Papa Francisco en su homilía de la misa matutina celebrada en la Capilla de Casa Santa Marta.
En la primera lectura Saúl es rechazado por Dios como rey de Israel porque prefiere escuchar al pueblo más que la voluntad del Señor y desobedece. El pueblo, después de una victoria en una batalla, quería realizar un sacrificio a Dios con las mejores cabezas de ganado porque, dice, “siempre se ha hecho así”. Pero Dios, esta vez no quería eso. El profeta Samuel reprocha a Saúl: “¿Acaso al Señor le agradan los holocaustos y los sacrificios como la obediencia a la voz del Señor?”. Lo mismo – observó el Papa – nos enseña Jesús en el Evangelio: cuando los doctores de la ley le reprochan que Sus discípulos no ayunaban como “se había hecho siempre”,  Jesús responde con estos ejemplos de la vida diaria: “Nadie remienda con paño nuevo un vestido viejo. Si lo hace, el paño nuevo tira del viejo y la rotura se hace peor. De la misma manera, nadie echa vino nuevo en odres viejos. Sino, revientan los odres, y se pierden el vino y los odres. ¡A vino nuevo, odres nuevos!”.
“¿Qué significa esto? ¿Que Él cambia la ley? ¡No! Que la ley está al servicio del hombre, que está al servicio de Dios – y por esto el hombre debe tener un corazón abierto. El ‘siempre ha sido hecho así’ es de un corazón cerrado y Jesús nos ha dicho: ‘Les enviaré al Espíritu Santo y Él los conducirá a la verdad plena’. Si tú tienes el corazón cerrado a las novedades del Espíritu, ¡jamás llegarás a la verdad plena! Y tu vida cristiana será una vida a medias, una vida emparchada, remendada con cosas nuevas, pero sobre una estructura que no está abierta a la voz del Señor. Un corazón cerrado, porque no eres capaz de cambiar los odres”.
El Papa subrayó que éste es el pecado del rey Saúl, por el que ha sido rechazado. “Es el pecado de tantos cristianos que se aferran a lo que se ha hecho siempre y no permiten que se cambien los odres.” Y terminan con una vida a medias, emparchada, remendada, sin sentido. El pecado “es un corazón cerrado” – dijo – que “no escucha la voz del Señor, que no está abierto a la novedad del Señor, al Espíritu que siempre nos sorprende”. La rebelión  – dice Samuel – es “pecado de adivinación”, la obstinación es pecado de idolatría:
“Los cristianos obstinados en el ‘siempre se ha hecho así’, ‘éste es el camino’, ‘ésta es la senda’, pecan: pecan de adivinación. Es como si fueran a ver a una adivina: ‘Es más importante lo que se ha dicho, lo que no cambia; lo que escucho – dentro de mí y de mi corazón cerrado – que la Palabra del Señor’.  La obstinación también es pecado de idolatría: ¡el cristiano obstinado peca! El pecado de idolatría. ‘¿Y cuál es el camino, Padre?’: abre el corazón al Espíritu Santo, discierne cuál es la voluntad de Dios”.
El Papa remarcó asimismo que en tiempos de Jesús era habitual que los buenos israelitas ayunaran. Pero hay otra realidad: “está el Espíritu Santo que nos conduce a la verdad plena. Y por esta razón Él tiene necesidad de corazones abiertos, de corazones que no estén obstinados en el pecado de idolatría de sí mismos”, imaginando que mi opinión es más importante que aquella sorpresa del Espíritu Santo”:
“Este es el mensaje que hoy nos da la Iglesia. Esto es lo que Jesús dice con tanta fuerza: ‘Vino nuevo en odres nuevos’. Las costumbres deben  renovarse con las novedades del Espíritu, con las sorpresas de Dios. Que el Señor nos dé la gracia de un corazón abierto, un corazón abierto a la voz del Espíritu, que sabe discernir lo que no debiera cambiar, porque es fundamental, de lo que debe cambiar para poder recibir la novedad del Espíritu”.
Nos quitamos el sombrero por Rorate Caeli
[Traducido por Marilina Manteiga. Articulo original]

HACIA LA VERDADERA CRISTIANDAD: QUERIDOS PARÁSITOS:

A tres años de el lamentable y decadente Pontificado de Bergoglio. Dios salve a la Iglesia!

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Hoy algunos catolicos, papofilos, bien intencionados, celebran la ascencion al Trono de Pedro, del peor Papa, que ha ascendido al Trono de Pedro, después del Concilio Pastoral Vaticano II, uno de sus frutos mas amargos y mas podridos, este jesuita, mentiroso, que cambia de humor, según le parece, que desprecia todo signo de tradicion en la Iglesia y no solo eso, sino que se regocija adulterando las palabras del Santo Evangelio, la misma palabra del Verbo Encarnado, sin ningun temor, de  que con las herejías que dice constantemente su boca, confunde y lleva a la perdision a muchas almas, que se alegran pues es un jubileo del libertinaje. Que Papa ha buscado que lo aplauda un mundo decadente y lleno de miserias espirituales, que se aleja cada día mas de Nuestro señor, del Reinado Social de cristo, de un mundo que ya no busca que Cristo Reine en nuestro Mundo, en nuestras Patrias, en nuestras naciones, en nuestro trabajos, en nuestras escuelas, en nuestras familias, en nuestra mismísima Iglesia. No soy Sedevacantista pues creo firmente que toda autoridad, mala o buena procede de Dios y Dios sabe por que la otorga y en sus designios insondables sabe por que eligio a este jesuita demoledor, falso, mentiros, sino masón, filo masón, que no le importa la Iglesia que encabeza como Vicario de Cristo y Sucesor del Apóstol Pedro; para el todos las religiones son iguales, el dios del que nos habla es un dios lejano, no cercano a los hombres un dios universal, el dios de Volteire y los deistas iluminati, cuando habla de Nuestro Señor Jesucristo, no lo hace como hablando del Verbo Encarnado, sino como de un hombre mas, quizas un gran hombre pero no Dios hecho Hombre.
En fin hay tantas cosas para decir, pero yo un simple fiel, un pecador, no puedo pedir otra cosa, que la conversion de este hombre Jorge Bergoglio, si rezo por el, rezo para que se convierta, pues dudo que sus intenciones sean buenas para la Santa Madre Iglesia.
Me da vergüenza como católico apostólico romano, tener que decir esto de un Papa, mas es lo que pienso, soy un pobre pecador, ni teólogo, ni filosofo, ni clérigo, ni religioso, un simple seglar; que espera del Papa Vicario de Cristo en la tierra, defienda a la Única y Verdadera Fe, la Católica Apostólica Romana, fuera de ella no hay salvación.
Así pues , el Obispo de Roma, como gusta llamarse bergoglio uno mas entre los nefandos traidores que viven en Santa Mata, los tibios que habitan el Vaticano y en todo el mundo católico, los que gustan que se justifique el pecado, cual canto de sirena, esa falsa misericordia, que perdona y sigue perdonando y no pide la conversion... Cito
Juan 8, 1-11

Mas Jesús se fue al monte de los Olivos. Pero de madrugada se presentó otra vez en el Templo, y todo el pueblo acudía a él. Entonces se sentó y se puso a enseñarles. Los escribas y fariseos le llevan una mujer sorprendida en adulterio, la ponen en medio y le dicen: «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. Moisés nos mandó en la Ley apedrear a estas mujeres. ¿Tú qué dices?» Esto lo decían para tentarle, para tener de qué acuasarle. Pero Jesús, inclinándose, se puso a escribir con el dedo en la tierra. Pero, como ellos insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: «Aquel de vosotros que esté sin pecado, que le arroje la primera piedra». E inclinándose de nuevo, escribía en la tierra. Ellos, al oír estas palabras, se iban retirando uno tras otro, comenzando por los más viejos; y se quedó solo Jesús con la mujer, que seguía en medio. Incorporándose Jesús le dijo: «Mujer, ¿dónde están? ¿Nadie te ha condenado?» Ella respondió: «Nadie, Señor». Jesús le dijo: «Tampoco yo te condeno. Vete, y en adelante no peques más».
Asi pues todos los que se confian en las melosas y falsas palabras de una falsa misericordia, sin arrepentimiento, del aquel que debiera ser faro de la Iglesia y no candil debajo de la mesa... Ese que es nuestro actual Vicario de Cristo, en palabras dulces de santa Catalina de Siena... Dulce Jesus en la tierra... Dios quiera que el y tantos otros Cardenales, Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas... y millones de laicos, que buscan cambiar loq ue no se puede cambiar, pues la palabra de Dios es Eterna y no cambiara jamas ni con los tiempos, ni con las modas, ni con los habitoas , muy a pesar de todos lo que afirmen lo contrario y se rían y burlen, como lo hacían los pecadores cuando Noe, construía el Arca, pobres de aquellos que se burlan de la palabra del Señor, o alteran su significado, o guían a las ovejas al abismo... Apocalipsis 22:18-19 contiene una advertencia para cualquiera que adultere el texto bíblico: “Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.” 
Galatas 1.8
Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, les anunciara otro evangelio contrario al que les hemos anunciado, sea anatema (maldito).
Asi pues queridos hermanos y hermanas en Cristo y Maria, todos aquellos que no sigan la palabra de Dios o la adulteren,s ea el Papa o el mas pequeño dentro de la Iglesia... Sera borrado del Libro de la Vida. Asi esta escrito y asi sera, nostros pecadores, no fariseos como dice, nuestro Papa Bergoglio, no somos mas que nadie, quizas somos peor que todos, pero buscamos la verdad... Y la Verdad es una solo.   Mateo 5.37 Mas sea vuestro hablar: Sí, sí; No, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.
No hay nada mas que decir, Papa Francisco, dulce Jesus en la tierra, diga la verdad, no busque acomodarse al mundo, ni granjearse los aplausos del mundo. Dios lo ilumine a usted y a los que deben guiarnos a la Patria Celestial y no al abismo del infierno. Gott mit uns!

Confesión sin confesión...

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Si sólo fuera posible evitar lo que se ha convertido en un continuo comentar los dichos y hechos del papa Francisco. Pero uno no ignora las declaraciones públicas de un Papa, especialmente desde la perspectiva de Fátima. Y en el punto actual del pontificado Bergogliano, el panorama de la Iglesia está cubierto de cráteres por las bombas que Francisco ha estado tirando casi semanalmente en las homilías, meditaciones, conferencias de prensa y otros escenarios, improvisadas por fuera de las cuatro esquinas de una encíclica u otro pronunciamiento papal formal. 
Aquí hay una bomba de febrero, del Miércoles de Ceniza. Fue arrojada en un sermón dado a los “Misioneros de la Misericordia” durante la misa en la que recibieron su “mandato”, el que incluye “facultades para absolver ciertos pecados reservados a la Santa Sede” (de los cuales todos pueden ser absueltos por cualquier sacerdote parroquial). Les dijeron a los Misioneros — increíblemente, aunque a esta altura no sorprende — que deben ofrecer la absolución incluso a los penitentes que están demasiado avergonzados como para hablar y no han expresado ningún propósito firme de enmienda porque pretenden volver a pecar:
“Si alguien viene a confesarse es porque siente que hay algo que debería quitarse pero que tal vez no logra decirlo, pero tú comprendes… y está bien, lo dice así, con el gesto de venir. Primera condición. Segunda, estar arrepentido. Si alguien viene a ti es porque querría no caer en estas situaciones, pero no se atreve a decirlo, tiene miedo de decirlo y después no puedo hacerlo. Pero si no puede hacerlo, ad impossibilia nemo tenetur [a nadie se le pide lo imposible].  Y el Señor entiende estas cosas, el lenguaje de los gestos. Los brazos abiertos, para entender lo que está en el corazón que no puede ser dicho o dicho así… un poco es la vergüenza… me entendéis. Vosotros recibís a todos con el lenguaje con el que pueden hablar.”
Sin dejar lugar a dudas sobre sus intenciones al respecto, Francisco dijo lo mismo el día anterior (9 de febrero) a un grupo de Capuchinos, sugiriendo por lo tanto, que desea que cada sacerdote de la Iglesia otorgue la absolución a los penitentes mudos:
“Hay muchos lenguajes en la vida, el lenguaje de la palabra, pero también el lenguaje de los gestos. Si una persona se acerca al confesionario es porque siente algo que le pesa, que quiere quitarse. Quizás no sabe cómo decirlo, pero el gesto es este. Si esta persona se acerca es porque quiere cambiar, y lo dice con el gesto de acercarse. No es necesario hacer preguntas: ¿tú?, ¿tú?…?”
“Y si una persona viene [a confesarse] es porque en su alma quisiera no hacerlo más. Pero muchas veces no pueden, porque están condicionados por su psicología, por su vida y su situación… Ad impossibilia nemo tenetur.”
En primer lugar, este consejo totalmente erróneo equivale a destruir el sacramento porque elimina la confesión de la Confesión, eliminando la misma esencia del sacramento y dejando solamente la forma. No es necesario citar las enseñanzas de la Iglesia sobre un punto tan obvio, pero uno podría citar simplemente el nuevo Catecismo (§ 1456), que inequívocamente afirma:
“La confesión de los pecados hecha al sacerdote constituye una parte esencial del sacramento de la Penitencia: “En la confesión, los penitentes deben enumerar todos los pecados mortales de que tienen conciencia tras haberse examinado seriamente, incluso si estos pecados son muy secretos…’
(NOTA: no hablamos aquí de una emergencia en la que no hay tiempo para una confesión normal, como por ejemplo cuando un avión está a punto de estrellarse o una persona que está a punto de morir no puede hablar pero puede dar una clara señal de contrición, en cuyo caso la absolución sin la enumeración los pecados sería permisible. Cf. Canon 961.)
En segundo lugar, en cuanto a la noción que la “vergüenza” excusa del deber de contar los pecados mortales en confesión, tal vergüenza nace del orgullo: el penitente no desea ser humillado por revelar al sacerdote sus pecados graves. Es increíblemente sorprendente que un Romano Pontífice — incluso este — pueda declarar que un pecador afligido por el orgullo, que no puede ni siquiera hablar de sus pecados al propio confesor, puede recibir la absolución mientras evita orgullosamente ser humillado.
Finalmente, igualmente destructor del sacramento, e igualmente sorprendente, es la idea de Francisco que pedirle a un pecador que exprese un firme propósito de enmienda cuando duda de poder enmendar su vida es pedirle lo imposible porque “su psicología….su vida…su situación” le hacen imposible el dejar de pecar. ¿Quién no estaría cubierto con esta excusa para pecar, y qué pasa con el requisito del firme propósito de enmienda sin el cual la absolución es inválida? Aparentemente, Francisco piensa que puede dispensarse, si bien ni él ni ningún otro confesor tienen el poder para hacerlo.
Como enseña San Alfonso, Doctor de la Iglesia, un firme propósito de enmienda “es compañero inseparable de la verdadera contrición” y “condición necesaria para el perdón del pecado… Es imposible para Dios perdonar al pecador que mantiene la voluntad de ofenderlo... ¿Quién puede dudar que la confesión de este hombre es  una burla a la penitencia? ¿Quién puede creer que esta absolución ha tenido algún valor?
Quizás estoy siendo desconfiado por demás, pero me parece que este increíble llamado a otorgar la absolución a pecadores mudos que no están dispuestos, o no pueden comprometerse, a enmendar su vida es otro paso hacia el objetivo final de admitir adúlteros públicos en segundas o terceras “nupcias” a la Sagrada Comunión. Las personas viviendo en adulterio solo necesitan insistir al confesor que siga los consejos de Francisco y que no les hagan ninguna pregunta sobre sus pecados porque están “muy avergonzados” para hablar de ellos y encuentran “imposible” dejar de cometerlos por “su psicología… su vida… su situación.” Muchos sacerdotes harán simplemente eso — y muchos han hecho eso durante décadas,  pero sin el beneficio del guiño y el asentimiento papal.  La burla del Sacramento de la Confesión resultante conducirá a quién sabe cuántas absoluciones inválidas.
La mente católica está más que abrumada por la continua debacle de este pontificado. Ciertamente indica que la dramática resolución de nuestra situación está próxima. ¡Que Nuestra Señora de Fátima nos proteja de las tormentas que se avecinan!
Christopher A. Ferrara
Fuente Blog Adelantelafe.

19 de Marzo, San Jose Patriarca de la Santa madre Iglesia

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CONSAGRACIÓN A SAN JOSÉ

Oh Glorioso Patriarca San José, heme aquí, postrado de rodillas ante vuestra presencia, para pediros vuestra protección.
Desde ya os elijo como a mi padre, protector y guía. Bajo vuestro amparo pongo mi cuerpo y mi alma, propiedad, vida y salud. Aceptadme como hijo vuestro. Preservadme de todos los peligros, asechanzas y lazos del enemigo. Asistidme en todo momento y ante todo en la hora de mi muerte. Amén.


LETANÍAS DE SAN JOSÉ

-Señor, ten piedad de nosotros.
-Cristo, ten piedad de nosotros.
-Señor, ten piedad de nosotros.
-Cristo, óyenos.
-Cristo, escúchanos.
Se repite
-Dios, Padre celestial
-Dios Hijo, Redentor del mundo
-Dios Espíritu Santo
-Santa Trinidad, un solo Dios
Ten piedad de nosotros.
-Santa Maria,
-San José
-Ilustre descendiente de David
-Luz de los patriarcas
-Esposo de la Madre de Dios
-Custodio purísimo de la Virgen,
-Nutricio del Hijo de Dios
-Diligente defensor de Cristo
-Jefe de la Sagrada Familia
-José justo
-José casto
-José prudente
-José fuerte
-José obediente
-José fiel
-Espejo de paciencia
-Amante de la pobreza
-Modelo de obreros
-Gloria de la vida doméstica
-Custodio de vírgenes
-Sostén de las familias
-Consuelo de los desdichados
-Esperanza de los enfermos
-Patrono de los moribundos
-Terror de los demonios
-Protector de la santa Iglesia
Ruega por nosotros.
-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundoPerdónanos, Señor.
-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundoEscúchanos, Señor.
-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundoTen piedad de nosotros.
V. Lo nombró administrador de su casa. R. Y señor de todas sus posesiones.
ORACIÓN
¡Oh Dios, que con inefable providencia te dignaste elegir a San José para esposo de tu Santísima Madre!; te rogamos nos concedas tenerlo como intercesor en el cielo, ya que lo veneramos como protector en la tierra. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

ORACIÓN DEL PAPA LEÓN XIII

A Vos, bienaventurado José, acudimos en nuestra tribulación, y después de implorar el auxilio de vuestra Santísima Esposa, solicitamos también confiadamente vuestro patrocinio. Por aquella caridad que con la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, os tuvo unido y por el paterno amor con que abrazasteis al Niño Jesús, humildemente os suplicamos que volváis benigno los ojos a la herencia que, con su sangre, adquirió Jesucristo, y con vuestro poder y auxilio socorráis nuestras necesidades.
Proteged, oh providentísimo Custodio de la Divina Familia, la escogida descendencia de Jesucristo; apartad de nosotros toda mancha de error y de corrupción; asistidnos propicio desde el cielo, fortísimo libertador nuestro, en esta lucha con el poder de las tinieblas; y como en otro tiempo librasteis al Niño Jesús de inminente peligro de la vida, así ahora defended la Iglesia santa de Dios de las asechanzas de sus enemigos y de toda adversidad, y a cada uno de nosotros protegednos con perpetuo patrocinio para que a ejemplo vuestro y sostenidos por vuestro auxilio, podamos santamente vivir, piadosamente morir, y alcanzar en los cielos la eterna bienaventuranza. Amén.

Pedimos ahora por intermedio de San Jose y de Maria Santísima a todos aquellos feligreses fieles a la tradicion católica y en especial, a aquellos feligreses de la Fraternidad Sacerdotal San Pio X, que recen la siguiente Novena que comienza hoy y termina el Domingo mas preciado para nos catolicos apostólicos romanos, el día de la Fiesta mas solemne de la Santa Madre Iglesia, la Santa Pascua y pedimos en dicha novena por las siguientes intenciones por la vocación religiosa de nuestro hermano Julio Cesar y por la causa de la instalación del Oratorio permanente y sede fija de la FSSPX en Mar del Plata. Gracis a todos Ustedes hermanos que nos apoyan con sus oraciones, a este pequeño rebaño de feligreses fieles a la tradicion de la Iglesia,a qui en Mar del Plata. San Jose, Santa Maria y Nuestro Señor Jesucristo, les retribuyan a todos el ciento por uno por sus oraciones en nuestro favor.

Novena a la Inmaculada Concepción de Maria


Por la señal...
Señor mío Jesucristo...

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Dios te salve, María, llena de gracia y bendita más que todas las mujeres, Virgen singular, Virgen soberana y perfecta, elegida por Madre de Dios y preservada por ello de toda culpa desde el primer instante de tu Concepción: así como por Eva nos vino la muerte, así nos viene la vida por ti, que por la gracia de Dios has sido elegida para ser Madre del nuevo pueblo que Jesucristo ha formado con su sangre.
A ti, purísima Madre, restauradora del caído linaje de Adán y Eva, venimos confiados y suplicantes en esta novena, para rogarte que nos concedas la gracia de ser verdaderos hijos tuyos y de tu Hijo Jesucristo, libres de toda mancha de pecado.
Acordaos, Virgen Santísima, que habéis sido hecha Madre de Dios, no sólo para vuestra dignidad y gloría, sino también para salvación nuestra y provecho de todo el género humano. Acordaos que jamás se ha oído decir que uno solo de cuantos han acudido a vuestra protección e implorado vuestro socorro, haya sido desamparado. No me dejéis, pues, a mi tampoco, porque si me dejáis me perderé; que yo tampoco quiero dejaros a vos, antes bien, cada día quiero crecer más en vuestra verdadera devoción.
Y alcanzadme principalmente estas tres gracias: la primera, no cometer jamás pecado mortal; la segunda, un grande aprecio de la virtud cristiana, y la tercera, una buena muerte. Además, dadme la gracia particular que os pido en esta novena (hacer aquí la petición que se desea obtener).

Rezar la oración del día correspondiente:

DÍAS
1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9
ORACIONES FINALES
Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A ti, celestial Princesa, Virgen sagrada María, te ofrezco en este día alma, vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía. Rezar tres Avemarías.
Tu Inmaculada Concepción, oh Virgen Madre de Dios, anunció alegría al universo mundo.
ORACIÓN. Oh Dios mío, que por la Inmaculada Concepción de la Virgen, preparaste digna habitación a tu Hijo: te rogamos que, así como por la previsión de la muerte de tu Hijo libraste a ella de toda mancha, así a nosotros nos concedas por su intercesión llegar a ti limpios de pecado. Por el mismo Señor nuestro Jesucristo. Amén.

DÍA PRIMERO [Ir al principio de esta página]

Comenzar con el ofrecimiento y la oración preparatoria.
ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como preservaste a María del pecado, original en su Inmaculada Concepción, y a nosotros nos hiciste el gran beneficio de libramos de él por medio de tu santo bautismo, así te rogamos humildemente nos concedas la gracia de portarnos siempre como buenos cristianos, regenerados en ti, Padre nuestro Santísimo.
Meditar y rezar la oración final.

__________

DÍA SEGUNDO [Ir al principio de esta página]

Comenzar con el ofrecimiento y la oración preparatoria.
ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como preservaste a María de todo pecado mortal en toda su vida y a nosotros nos das gracia para evitarlo y el sacramento de la confesión para remediarlo, así te rogamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas la gracia de no cometer nunca pecado mortal, y si incurrimos en tan terrible desgracia, la de salir de él cuanto antes por medio de una buena confesión.
Meditar y rezar la oración final.

__________

DÍA TERCERO [Ir al principio de esta página]

Comenzar con el ofrecimiento y la oración preparatoria.
ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como preservaste a María de todo pecado venial en toda su vida, y a nosotros nos pides que purifiquemos más y más nuestras almas para ser dignos de ti, así te rogamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas la gracia de evitar los pecados veniales y la de procurar y obtener cada día más pureza y delicadeza de conciencia.
Meditar y rezar la oración final.

__________

DÍA CUARTO [Ir al principio de esta página]

Comenzar con el ofrecimiento y la oración preparatoria.
ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como libraste a María de la inclinación al pecado y le diste dominio perfecto sobre todas sus pasiones, así te rogamos humildemente, por intercesión de María Inmaculada, nos concedas la gracia de ir domando nuestras pasiones y destruyendo nuestras malas inclinaciones, para que te podamos servir, con verdadera libertad de espíritu, sin imperfección ninguna.
Meditar y rezar la oración final.

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DÍA QUINTO [Ir al principio de esta página]

Comenzar con el ofrecimiento y la oración preparatoria.
ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como, desde el primer instante de su Concepción, diste a María más gracia que a todos los santos y ángeles del cielo, así te rogamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos inspires un aprecio singular de la divina gracia que tú nos adquiriste con tu sangre, y nos concedas el aumentarla más y más con nuestras buenas obras y con la recepción de tus Santos Sacramentos, especialmente el de la Comunión.
Meditar y rezar la oración final.

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DÍA SEXTO [Ir al principio de esta página]

Comenzar con el ofrecimiento y la oración preparatoria.
ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como, desde el primer momento, infundiste en María, con toda plenitud, las virtudes sobrenaturales y los dones del Espíritu Santo, así te suplicamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas a nosotros la abundancia de estos mismos dones y virtudes, para que podamos vencer todas las tentaciones y hagamos muchos actos de virtud dignos de nuestra profesión de cristianos.
Meditar y rezar la oración final.

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DÍA SÉPTIMO [Ir al principio de esta página]

Comenzar con el ofrecimiento y la oración preparatoria.
ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como diste a María, entre las demás virtudes, una pureza y castidad eximía, por la cual es llamada Virgen de las vírgenes, así te suplicamos, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas la dificilísima virtud de la castidad, que tantos han conservado mediante la devoción de la Virgen y tu protección.
Meditar y rezar la oración final.

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DÍA OCTAVO [Ir al principio de esta página]

Comenzar con el ofrecimiento y la oración preparatoria.
ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como diste a María la gracia de una ardentísima caridad y amor de Dios sobre todas las cosas, así te rogamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas un amor sincero de ti, ¡oh Dios Señor nuestro!, nuestro verdadero bien, nuestro bienhechor, nuestro padre, y que antes queramos perder todas las cosas que ofenderte con un solo pecado.
Meditar y rezar la oración final.

__________

DÍA NOVENO [Ir al principio de esta página]

Comenzar con el ofrecimiento y la oración preparatoria.
ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como has concedido a María la gracia de ir al cielo y de ser en él colocada en el primer lugar después de Ti, te suplicamos humildemente, por intercesión de María Inmaculada, nos concedas una buena muerte, que recibamos bien los últimos Sacramentos, que expiremos sin mancha ninguna de pecado en la conciencia y vayamos al cielo, para siempre gozar, en tu compañía y la de nuestra Madre, con todos los que se han salvado por ella.
Meditar y rezar la oración final.

Domingo de Ramos entrada Triunfal de nuestro Señor Jesucristo en Jerusalen.

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Hoy Domingo de Ramos comienza la Semana Santa. nada mejor que esto para consagrar a nuestra Patria, a nuestro familia, a nuestro trabajo y a nosotros mismos a Cristo Rey y pedir fervorosamente ya, que venga a nos su Reino. Christus Rex, Adveniat Regnum Tuum!

¡Dulcísimo Jesús, Redentor del género humano! Míranos humildemente postrados delante de tu altar; tuyos somos y tuyos queremos ser; y a fin de vivir más estrechamente unidos a Ti, todos y cada uno espontáneamente nos consagramos en este día a tu Sacratísimo Corazón.
Muchos, por desgracia, jamás te han conocido; muchos, despreciado tus mandamientos, te han desechado. ¡Oh Jesús benignísimo!, compadécete de los unos y de los otros, y atráelos a todos a tu Corazón Santísimo.
Señor, sé Rey, no sólo de los hijos fieles que jamás se han alejado de Ti, sino también de los pródigos que te han abandonado; haz que vuelvan pronto a la casa paterna porque no perezcan de hambre y de miseria.
Sé Rey de aquellos que, por seducción del error o por espíritu de discordia, viven separados de Ti; devuélvelos al puerto de la verdad y a la unidad de la fe, para que en breve se forme un solo rebaño bajo un solo Pastor.
Concede, ¡oh Señor!, incolumidad y libertad segura a tu Iglesia; otorga a todos los pueblos la tranquilidad en el orden, haz que del uno al otro confín de la tierra no resuene sino esta voz: ¡Alabado sea el Corazón divino, causa de nuestra salud! A Él entonen cánticos de honor y de gloria por los siglos de los siglos. Amén

 

ORACIÓN PARA PEDIR EL REINADO DE CRISTO

¡Oh Jesús! Te reconozco por Rey Universal. Todo cuanto ha sido hecho Tú lo has creado.
Ejerce sobre mí todos tus derechos. Renuevo las promesas de mi bautismo, renunciado a Satanás, a sus seducciones y a sus obras; y prometo vivir como buen cristiano.
Muy especialmente me comprometo a procurar, según mis medios, el triunfo de los derechos de Dios y de tu Iglesia.
Divino Corazón de Jesús, te ofrezco mis pobres obras para conseguir que todos los corazones reconozcan tu sagrada realeza, y para que así se establezca en todo el mundo el Reino de tu Paz.

LETANÍAS A JESUCRISTO REY

Acerquémonos con profunda reverencia al trono de su Majestad, nuestro divino Rey, Cristo Jesús, y ofrezcámosle el homenaje de nuestra humilde adoración. Adoremos y alabemos a Aquel a quién el eterno Padre dijo: Pídeme y te daré las gentes y naciones por tu reino. (Sal. 2, 8)
Veneramos, oh Jesús, vuestro reino eterno que poseéis como Hijo de Rey Eterno, igual en todo al Padre en majestad, omnipotencia y gloria. Vuestros son los cielos y vuestra es la tierra. Vos creasteis al universo y cuanto existe. Todas las cosas fueron hechas por Vos y sin Vos nada se hizo de cuanto se ha creado. El orbe entero es vuestro y vos reinareis de mar en mar, hasta los últimos confines de la tierra.
-Señor, ten misericordia de nosotros, (se repite)
-Cristo, ten misericordia de nosotros,
-Señor, ten misericordia de nosotros,
-Cristo óyenos,
-Cristo escúchanos,
-Dios, Padre celestial, (Ten misericordia de nosotros.)
-Dios Hijo, Redentor del mundo,
-Dios Espíritu Santo,
-Trinidad santa, un solo Dios,
-Jesús, Rey, verdadero Dios y verdadero hombre, (Ten piedad de nosotros.)
-Jesús, Rey de los cielos y de la tierra,
-Jesús, Rey de los ángeles,
-Jesús, Rey de los apóstoles,
-Jesús, Rey de los mártires,
-Jesús, Rey de los confesores,
-Jesús, Rey de los vírgenes,
-Jesús, Rey de todos los santos,
-Jesús, Rey de la santa Iglesia,
-Jesús, Rey de los sacerdotes,
-Jesús, Rey de los reyes,
-Jesús, Rey de las naciones,
-Jesús, Rey de nuestros corazones,
-Jesús, Rey y esposo de nuestras almas,
-Jesús, Rey, Salvador y Redentor nuestro,
-Jesús, Rey, y Dios nuestro,
-Jesús, Rey y Maestro nuestro,
-Jesús, Rey y Pontífice nuestro,
-Jesús, Rey y Juez nuestro,
-Jesús, Rey de gracia y santidad,
-Jesús, Rey de amor y justicia,
-Jesús, Rey de vida y de paz,
-Jesús, Rey de la verdad y de la sabiduría,
-Jesús, Rey del universo,
-Jesús, Rey de la gloria,
-Jesús, Rey Altísimo,
-Jesús, Rey Todopoderoso,
-Jesús, Rey invencible,
-Jesús, Rey sapientísimo,
-Jesús, Rey benevolentísimo,
-Jesús, Rey pacientísimo
-Jesús, Rey flagelado,
-Jesús, Rey coronado de espinas,
-Jesús, Rey crucificado,
-Jesús, Rey gloriosamente resucitado,
-Jesús, Rey de amor en el Santísimo Sacramento,
-Jesús, Rey nuestro amantísimo,
-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, (Perdónanos, Señor)
-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, (Escúchanos Señor)
-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, (Ten misericordia de nosotros)
V. Bendecid vuestro pueblo, oh Jesús Rey; gobernadnos y protegednos.
R. Vivid y reinad en nuestros corazones y en los corazones de todos los hombres.
Oración. Omnipotente y sempiterno Dios, que en vuestro amado Hijo, Rey del universo, resolvisteis renovar todas las cosas, conceded benignamente que todos los hombres pecadores se sujeten a su suave yugo y dominio, quien vive y reina con Vos por los siglos de los siglos. Amén.
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